Con alarmas comunitarias alcaldía de Villavicencio le apuesta a la seguridad

En total son 45 alarmas comunitarias que la administración de Villavicencio instaló en a las ocho comunas de la ciudad con el propósito de mejorar los índices de seguridad y convivencia en estas zonas.

Estas alarmas van a acompañadas de capacitaciones a la comunidad “la alarma por sí sola no tiene una efectividad muy buena si la gente no se concientiza del uso adecuado de la misma” indicó Felipe Caballero, alto consejero para la Seguridad de Villavicencio.

Las alarmas se les entregan a ciudadanos que pasan por un estudio de seguridad, algunos se les entrega un botón de pánico y otros la pueden activar a través de llamadas telefónicas porque la alarma tiene una sincard donde puede recibir llamadas, después de esta la alarma funciona como megáfono donde las personas desde el celular pueden hablar y el megafono amplifica la voz.

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“Usualmente la alarma se les entrega a los líderes comunitarios, o al sector comercial que pueda tener la capacidad de respuesta y que siempre este como pendiente o que por su necesidad laboral siempre este en su comunidad”, detalló Caballero.

Las alarmas tienen un costo individual de 500 mil pesos que también incluye el megáfono y adicional van enlazadas al centro de mando y control de la policía con una georreferenciación, es decir, cuando suena la alarma inmediatamente se activa una pantalla en el centro de manado y el uniformado que se encuentre en el momento se informa del lugar donde se activó la alarma si fue por botón de pánico o por número de teléfono y las coordenadas de ahí se comunica con el cuadrante y de esta manera esperan que la respuesta sea mucho más rápida.

Estas alarmas también han ayudado a que las personas de los barrios se conozcan más y de esta manera mejorar la convivencia.

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Muchas veces las alarmas comunitarias se prestan para que la misma comunidad tomé la justicia por sus manos golpeando a los presuntos ladrones; el consejero de seguridad de la capital del Meta confirmó que en las capacitaciones que les dan a los líderes comunitarios les enseñan que el tema de las agresiones personales constituye un delito y genera complicaciones en cuanto a la judicialización y la individualización de la persona que haya cometido algún delito, que es mejor esperar a que las autoridades lleguen para que se pueda hacer justicia.

Durante el fin de semana realizaron entregas formales de las alarmas comunitarias en los barrios La Reliquia, Popular, Villa Ortiz, Villa Lorena, Porfía y La Madrid etapas 3, 4 y 5 y la comunidad manifestó que esperan que se mejore la seguridad en sus sectores.

Para Liliana Bravo, presidenta de la junta de acción comunal del barrio La Reliquia, sector cuatro, esto sirve mucho porque cuando se activa la alarma la comunidad sale a ver qué está pasando y permite enfocar a la policía sobre dónde está el problema.

El solo hecho de tener las alarmas ha permitido que los ladrones y delincuentes se hayan ido un poquito del sector, afirmó Javier Osso, presidente de la junta de acción comunal de la Madrid sector 4.

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