Palma de aceite: clave para mitigar las emisiones de efecto invernadero

La plantación ‘La Exclusiva’, que es un ejemplo de sostenibilidad en la palmicultura, cuenta con 90 hectáreas de extensión y está ubicado en Pompeya.

Allí se realiza un reciclando de materia orgánica, promoviendo un ambiente saludable para el cultivo, evidenciando que las prácticas bajas en carbono no solo son viables sino también beneficiosas a largo plazo, fortaleciendo la competitividad y generando seguridad en los empleos de la región.

“Ha sido un proceso sostenible y durable para nuestro cultivo. Con Cenipalma y Fedepalma hemos realizado procesos que no impacten de forma negativa al sistema y gracias a este proyecto logré fortalecer y expandir las prácticas a toda la plantación”, indicó Federico Jaramillo, hijo de la propietaria.

Y es que, los palmicultores le apuntan a la propuesta del ‘sotobosque’, el cual genera un ambiente más sano para el crecimiento del cultivo, en comparación del uso de químicos tóxicos para el cultivo y los trabajadores. Luego de 10 años, Federico afirma que no se ha presentado invasión de plagas en el cultivo.

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“Haciendo uso de las hojas, palos, tusas y los ‘desechos’ que produce la naturaleza, se logra reciclar todos esos nutrientes y eso nos garantiza una sanidad, con la diversidad de flora y fauna se genera una regulación en el ecosistema, así como en la selva, lo que mejora la producción de la palma y no se ve afectado el cultivo durante el verano”, afirmó Jaramillo. 

De igual forma, la fertilización representa entre 56% y 78% de las emociones del cultivo, dichas prácticas tienen como objetivo mejorar la fertilización y mitigar la emisiones de carbono efecto invernadero. El manejo de las coberturas leguminosas, que son plantas de crecimiento acelerado, tienen la capacidad para fijar nitrógeno atmosférico de bacterias del suelo, el uso de la vegetación acompañante, la implantación de fertilizantes nitrogenados de liberación controlada permiten mejorar la productividad de los cultivos. 

“Estamos viendo el caso de éxito en la plantación ‘La Exclusiva’, uno de los proyectos piloto que se realizó en la región. Aquí, ya se estaban realizando buenas prácticas y lo que vinimos hacer, es potenciar y fortalecer esas capacidades y demostrar que tener un fruto con prácticas bajas en carbono nos va a permitir tener un mejor aceite y ser más competitivos y llegar a mejores mercados”, dijo Paula Gómez, delegada Gremial Regional de la Zona Oriental de Fedepalma. 

En la región Orinoquia, se concentra la investigación en la palma de aceite, donde se trabajan 4 líneas: La primera, es conocer las características del territorio, los cultivos y los palmicultores. La segunda, identificar las prácticas bajas en carbono, con mayor potencial y estimularlas. Y tercero, generar una estrategia de extensión, con la cual se han implementado tres pilotos en el Meta y Casanare, donde se transmite a diferentes palmicultores las nuevas prácticas para mitigar los gases de efecto invernadero en los cultivos.   

Carlos Fontanilla, Coordinador de la Consultoría “El proyecto Biocarbono es una iniciativa que es financiada por el Fondo de Paisajes Forestales Sostenibles del Banco Mundial y en este, se busca mejorar la planificación agropecuaria de manejo sostenible de diferentes cadenas, el enfoque es que este tipo de prácticas que se implementen empiecen a reducir los gases de efecto invernadero  en el sector agropecuario”.

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Ser parte de estas estrategias ambientales, trae consigo una compensación económica a los palmicultores productores y para los productores de otras cadenas, mejoran los productos y dan acceso a mercados nacionales e internacionales. 

 “Las buenas prácticas bajas en carbono son sostenibles y se ven en el cultivo de la palma de aceite, esto demuestra el trabajo que lleva haciendo la federación desde hace varios años, desde Cenipalma y Fedepalma para posicionar el cultivo de palma, en este caso la palmicultura de la Orinoquia, la zona oriental representa el 42% del aceite en Colombia y donde todas las apuestas amigables con el medio ambiente, están dando sus frutos”, indicó Gómez. 

Finalmente, Nohora Jaramillo, propietaria de ‘La exclusiva’ expresa que: “estamos haciendo un trabajo ambiental, pero ahora con todos estos estudios, tenemos muchas más herramientas para seguir mejorando, yo he visto a través del tiempo que han mejorado y no podemos quedarnos con lo que aprendimos en un momento dado, sino que tenemos que ir avanzando porque las cosas cambian“. 

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