Campo | Los ‘núcleos del empleo’ en zonas palmeras

El departamento del Meta cuenta con 21 núcleos palmeros que acogen a 280 productores y generan cerca de 64,620 empleos entre directos e indirectos. 

Por Valentina Mejía 

Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de Fedepalma, defendió los núcleos palmeros en las regiones, pues son una figura que ha existido tradicionalmente en el sector y que han permitido articular una empresa ancla, que son plantas extractoras, con un conjunto de proveedores. 

Actualmente el país cuenta con cuatro zonas palmeras: la suroccidental, en Tumaco; la norte, que abarca toda la Costa Atlántica hasta el Urabá Antioqueño; la franja central del Magdalena Medio, que se prolonga hasta el Catatumbo y la zona Oriental, que es la más grande con el 45% de la producción nacional y se extiende por los departamentos de Meta, Casanare y Vichada.

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“Los que cultivan palma africana tienen que vender la fruta a alguien que la procese y la convierta en aceite, ya sea crudo, refinado o en biodiesel para el sector energético del País”, explicó el dirigente gremial.  

De ese modo, los proveedores le venden el fruto a la empresa ancla para que, a partir de ahí, empiece el camino de la comercialización. “Con el paso de los años, cada vez una mayor proporción del fruto que procesan las extractoras provienen de una base más amplia de proveedores”, dijo Marulanda. 

En este momento, el departamento del Meta, de la zona Oriental, cuenta con 21 núcleos que acogen a más de 280 productores y generan cerca de 64.620 empleos, donde 25.849 son directos y 38.773 son indirectos. 

Para Julián Villegas, productor de Palma Africana en el departamento, la conformación de los núcleos son la razón de que este sector tenga una buena productividad. “Esas extractoras se convierten en el núcleo palmero de la región porque acogen a esos productores pequeños y medianos, para diversificar su producción y generar progreso en el sector”. 

Es tal el alcance de esta organización que existen grandes empresas extractoras que han llegado a zonas donde, antes de su establecimiento, no había prestación de servicios públicos, ni generación de empleos, como es el caso de Poligrow, una empresa italiana que llegó en 2008 a Mapiripán. 

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“Cuando llegué encontré una tierra hermosa pero muy abandonada, no había energía eléctrica pero aun así decidimos invertir, hicimos la empresa de servicios públicos, infraestructura de vías y generamos empleos directos acompañando a la comunidad en su mejora continua”, contó Carlo Vigna, director General de Poligrow Colombia. 

Hoy en día tienen un promedio de 6.580 hectáreas de propiedad, todas sembradas con Palma Africana y generan cerca de 850 empleos formales. “Como estamos en picos de producción, actualmente sacamos casi 18 mulas con 50 toneladas cada semana, todo esto es posible con grandes inversiones en vías, energía y siembra”. 

Es así, como a través de los núcleos palmeros se asegura que la producción de los pequeños y medianos cultivadores de palma tengan clientes en el mercado.

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