viernes, 29 de marzo de 2024

Retroceso de 20 años | Editorial


Retroceso de 20 años | Editorial 1
RP
Redacción PDM

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Para los que alcanzaron a pensar que lo que se decía sobre la situación del Ariari era una falsa alarma, solo para crear una oposición ideológica contra la administración de Gustavo Petro, o tener titulares de prensa nacional, el crimen en un solo día de un firmante de paz, en Mesetas, y de una pareja de arroceros, en Vista Hermosa, fue la confirmación sangrienta de la degradación que durante este año tuvo la seguridad en el Meta.

Menos de 24 horas bastaron en el departamento para corroborar que hemos retrocedido al menos 20 años, cuando los criminales visitaban las fincas, atemorizaban campesinos, secuestraban, extorsionaban y dinamitaban.

Recordemos que el lunes de esta misma semana un peaje de la vía al Llano fue atacado con artefactos explosivos, al parecer por crimen organizado, algo que hacía 23 años no ocurría en la carretera Bogotá-Villavicencio. Aunque antes, como ahora, también se veía a una Fuerza Pública que parecía avasallada por las acciones delincuenciales, en aquella época había rechazos unánimes del Gobierno Nacional, de toda una institucionalidad que con sus errores imperdonables era la fuerza legal del Estado. En eso sí, los tiempos han cambiado.

Si en los diálogos con las Farc los llaneros nos tragamos muchos sapos para conseguir la terminación del conflicto, con la política de Paz Total, en donde los criminales ponen condiciones, no solo debemos tragarnos los sapos sino aprender que esa será la dieta principal en los siguientes años.

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No de otra manera se entiende que ahora, sin ninguna concesión, se den tantas ventajas en las mesas de diálogos a agrupaciones como el Eln, las disidencias y el Clan del Golfo, a cambio de nada. La situación en el Meta tiende a empeorar y aunque la promesa de la gobernadora electa, Rafaela Cortés, fue la de “Seguridad Total”, dudamos que si no hay una voz unida en torno a recuperar la seguridad ciudadana.

Por eso es que las demandas de las comunidades, de gremios y de autoridades locales, que piden una acción más efectiva por parte de las autoridades para erradicar las actividades delincuenciales, no pueden quedarse solo como un buzón de PQR. Estos problemas están causando efectos negativos en la vida cotidiana de los llaneros, afectando su seguridad, su bienestar económico y hasta su movilidad.

Además, la inestabilidad puede desalentar la inversión, por ejemplo, el turismo y la agroindustria, dos sectores claves para la economía del Meta. La guerra irregular en Colombia tiene hoy una dinámica a la de hace 20 años. Por un lado, quedó con un brazo político, que hace su gestión bajo el manto de la democracia, y otro armado que bajo el signo de la violencia sigue extorsionando y asesinando.


RP
Redacción PDM

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