¿Será Chirajara un “monumento a la desidia”?

Actualmente, cursa un tribunal arbitral entre la ANI y Coviandes, sobre las responsabilidades de las afectaciones y recuperación de la infraestructura.

Por: Catalina Gallego

Históricamente, la vía al Llano ha sido escenario de siniestros viales y tragedias, como la caída del puente Chirajara aquel 15 de enero de 2018, que dejó un saldo de nueve fallecidos y ocho personas heridas, además de una megaobra perdida que tuvo que ser reconstruida.

La nueva emergencia ocurrida el fin de semana pasado en el kilómetro 58, destapó nuevamente la incertidumbre que hay frente a esta estructura.

Después de cinco años, la importante obra está a pocos meses de ser terminada e inaugurada, sin embargo, no podrá ser utilizada por los viajeros; una situación que no suena tan lógica después de dinero invertido, tiempo perdido y una falsa ilusión para los llaneros y turistas.

“Así inauguren el puente Chirajara en octubre de este año, no se van a poder usar casi 6 kilómetros de doble calzada que ya pagamos en el contrato 444 que es el de Coviandes”, indicó Néstor Anyelo, integrante de la veeduría de la vía al Llano.

Los 85.6 kilómetros de la vía Bogotá – Villavicencio están divididos en tres sectores: calzada Existente (tercio inicial) , nueva calzada El Tablón – Chirajara (tercio medio) y nueva calzada Chirajara – Fundadores (tercio final).

Efectivamente, este viaducto de 421,2 metros de longitud y que es clave para el tercio medio del proyecto de la doble calzada Bogotá-Villavicencio, será entregado a finales de octubre.

Según la concesionaria Coviandes, “a la fecha (5 de junio), el avance acumulado total en inversión es de 83,7 %; cimentación 100%; estabilización global de laderas 97%; infraestructura 97%; superestructura lado Bogotá 74% y superestructura lado Villavicencio 63%”.

Esta gigantesca obra, cuya tipología son voladizos sucesivos y la cual tuvo una inversión de $109.000 millones (pesos de abril 2022), ahorraría tiempo y distancia. “El ahorro en tiempo de viaje es de aproximadamente 15 minutos, que básicamente se debe a la mejora de las condiciones de operación sobre el municipio de Guayabetal, al tener un solo sentido de circulación”, aseguró Coviandes a Periódico del Meta.

Sin embargo, y lamentablemente, por ahora, esta megaobra no podrá ser aprovechada. Esto se debe a que, un año después del desplome del puente Chirajara, colapsó uno de los túneles que permite la conexión entre el viaducto y la doble calzada Chirajara- Fundadores.

“Al año siguiente del desplome del puente, colapsó el túnel 13 en más de 200 metros que impiden que la doble calzada entre el túnel 12 y el 16 se pueda usar. Además, la situación del puente que conecta el túnel 13 con el 14”, explicó Néstor Anyelo.

En una entrevista con Blu Radio, el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, expresó que el puente Chirajara es un “monumento a la desidia”, y añadió que “al concesionario ya le dijimos, que si ganan la demanda tienen que hacer la obra del túnel y si pierden la demanda también deben hacer la obra. La propuesta es: hagan el túnel ya y después, jurídicamente le buscamos una salida”.

Por su parte, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), respondió a Periódico del Meta que: “con relación a la infraestructura localizada en el sector Km 58 del corredor vial, Túnel 13 (Sector 3A – Etapa 8) y el puente 1 Quebrada Seca (Sector 4 -Etapa 9), que sufrió afectaciones por inestabilidades de la ladera de la Meseta Mesa Grande en el municipio de Guayabetal en 2019, cursa un tribunal arbitral entre la ANI y la Concesionaria Vial de los Andes – Coviandes S.A.S. sobre responsabilidades de las afectaciones y recuperación de esta infraestructura, que permita la operación con los accesos viales correspondientes como el nuevo puente Chirajara”.

En resumidas cuentas, hay dos problemas identificados que impiden el servicio de una parte de la doble calzada de la vía Bogotá- Villavicencio: el colapso del túnel 13 y la caída del puente que comunica el túnel 13 y 14. Sin olvidar que aún no se ha determinado el responsable de las afectaciones y de la recuperación del mismo.

Según un comunicado de la ANI luego de la caída del puente, explicó que “el puente fue afectado por un desprendimiento de tierra que se dio desde la parte alta de la montaña en la mañana del 15 de junio de 2019, que se sumó al material que ya había caído desde la ladera y que no había sido posible retirar por la inestabilidad de la montaña y las condiciones de riesgo existentes en el sector”.

Por ahora, la información suministrada a la veeduría de la vía al Llano, es que hay un experto internacional en túneles que analiza problemáticas de colapso. Sin embargo, no han conocido un dictamen final que diga cuál es la causa de porqué colapsó el túnel 13 y si fue un tema de diseño o de construcción.

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