Trabajos en la bocatoma contra el tiempo

La EAAV adelanta un contrato de 1.800 millones de pesos que serán fundamentales para garantizar los siguientes meses la captación del agua desde la bocatoma.

“Hoy debemos decir que bocatoma no tenemos, hay una rejilla de captación de agua porque los tanques desarenadores no funcionan y lo único que se hace es conducir el agua hasta la estación de La Esmeralda”.

La sentencia es del secretario Privado de la alcaldía, Darwin Castellanos, quien el fin de semana pasado volvió a visitar Quebrada Honda para, junto con los directivos de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV), supervisar las obras que se hacen sobre el tubo de conducción.

Es que la vulnerabilidad del sistema de captación del líquido para la capital del Meta es de tal magnitud, que los ingenieros creen que si en menos de dos meses no se terminan los trabajos, otra vez la ciudad podría estar abocada a un racionamiento severo.

Se trata de las obras que se ejecutan mediante un contrato interadministrativo entre Alcaldía y Gobernación por el orden de los 1.800 millones de pesos con los que fue necesario construir un carreteable desde el sitio de la tarabita hasta la bocatoma de 5.5 kilómetros de largo. Este camino permite el tránsito de la maquinaria y de los casi 40 obreros que trabajan en este sector.

Ahora que hay verano, se permiten estos trabajos pues el cauce del afluente permanece en niveles bajos, por eso la necesidad de hacerlo en menos de dos meses.

Así, se pretende anclar a la montaña parte de la tubería que conduce el agua y protegerla con grandes rocas, de tal manera que sirvan de ‘escudo’ en las próximas crecientes de Quebrada Honda.

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“Habitualmente se captan 1.600 litros por segundo, y en la actualidad solo se obtienen 1.050 litros de esta fuente, entre otras porque hay cuatro puntos de fuga que no habían sido reparados pese a que llevan más de año y medio abiertas”, explicó Castellanos a Periódico del Meta.

Los trabajos sobre las fugas, que se han venido incrementando, implican un alto nivel freático, lo que significa que saldrá mucha agua, con excavaciones a más de cuatro metros de profundidad con 20 metros de extensión.

Con el suministro de la estación de Bavaria se llega a 1.300 litros que no son suficientes para la ciudad, por lo que el servicio se presta con alternancia. Sin embargo, hay más problemas: la subestación de Puente Abadía está fuera de servicio hace dos años y Bavaria solo tiene una motobomba funcionando, por lo que se requiere reparar otras dos.

Wilson Cano, director de Gestión del Riesgo de Desastres del municipio, anunció que en los siguientes días se darán a conocer los resultados del contrato de consultoría que determinó la rehabilitación de Puente Abadía y Bavaria. “La intervención de estas dos subestaciones nos permitirán recuperar los caudales que se requieren para la ciudad”, indicó.

Por su parte, Juan Andrés Casteblanco, gerente Técnico de la EAAV, también alertó por el represamiento del río Guatiquía a la altura de la quebrada San Pablo pues es constante la caída de material.

“En caso de que llueva, nuestro plan b es ver el comportamiento del río, por lo que se canaliza profundamente. Hay puntos seguros a lo largo del camino, pero en el sector de la bocatoma es un cañón en el que no se puede trabajar en caso de lluvias”, sostuvo Casteblanco.

Para tratar de garantizar la continuidad de las obras, el ingeniero Miguel Ramírez, representante de Servimacons, la empresa contratada para ejecutar los trabajos, explicó que se trabaja en turnos de 12 horas para aprovechar la luz natural, además se construyó un campamento taller, con tanques de ACPM para agilizar la logística de suministros.

En medio de estas obras, hay otro reto: garantizar la transparencia en la ejecución de los recursos. El Contralor General alertó en su visita a Villavicencio, la semana pasada, dijo que su mayor preocupación es justamente los dineros que se han invertido en el acueducto de la ciudad.

“Nosotros les hacemos un llamado a todas las comunidades, a los concejales, a los ediles y a todos los sectores para que hagan vigilancia sobre las obras. Necesitamos proteger lo poco que tenemos de bocatoma”, puntualizó Darwin Castellanos.