Voces comunitarias piden apoyo

Con el anuncio de que las Farc tendrán 31 emisoras comunitarias en diferentes lugares del país para la difusión de la pedagogía para la paz, con alcances de máximo dos kilovatios especialmente en corregimientos, pero con la posibilidad de poder licitar por frecuencia más adelante para que queden funcionando de manera definitiva, la polémica no se hizo esperar.

Algunos gerentes de emisoras comunitarias, que prefirieron omitir su nombre, explicaron a Periódico del Meta que durante años estas estaciones radiales enfrentaron los embates de la violencia y resolvieron difíciles situaciones económicas, para que ahora a un grupo en dejación de armas les otorguen tan fácilmente los permisos.

Otros se mostraron más cautelosos e indicaron que es mejor esperar la manera en que tendrá aplicación ese punto del acuerdo, pero mostraron reparos por el apoyo que sí recibirán de ONG internacionales.    

Las radios comunitarias en Colombia tuvieron sus orígenes a finales de la década de 1970 y principios de la década de los ochenta. En teoría son organizaciones sociales sin ánimo de lucro, cuyo objetivo principal es lograr una mayor participación e inclusión de las poblaciones ubicadas en las  zonas rurales del país.

Yolanda Plazas, directora de la Red de Emisoras Comunitarias del Llano,  precisó que aunque está estipulado en un Conpes del  Gobierno Nacional que el servicio comunitario de radiodifusión sonora es un servicio público sin ánimo de lucro, a cargo del Estado, este no brinda ninguna clase de apoyo económico a los medios comunitarios de la Orinoquia, así  como tampoco lo hacen la Gobernación del Meta o las Alcaldías de los municipios que cuentan con estos medios de comunicación.

“Para que los gobernantes entren a promocionar o a difundir las actividades que se realizan en estos medios comunitarios, hay que hacer un ejercicio muy importante  con los mismos, ya  que estas emisoras apenas subsisten. La situación económica de estos medios es muy difícil”, señaló Yolanda Plazas.

La directiva explicó que ante la crisis se vienen adelantando proyectos de la mano de la Red de Emisoras Comunitarias del Llano, con el objetivo de presentarle al gobierno departamental un trabajo articulado en el que estos medios comunitarios puedan verse beneficiados y salgan de la crisis en la que están actualmente.

Otra de las problemáticas que buscan superar las radios comunitarias son las restricciones  que se tienen por parte del Ministerio de Comunicaciones, frente a los temas políticos  (propaganda política), ya que en este proceso se les permite hacer entrevistas y campañas políticas sólo de presidencia, pero no pautar con ningún candidato a (concejo, Asamblea, Alcaldía o Gobernación) porque según la Ley Anticorrupción, los medios comunitarios deben prestar su servicio de manera gratuita,  lo que  les  ocasiona pérdidas.

La Directora de la Red de Emisoras Comunitarias afirmó que a esta situación se suma los  exagerados cobros que se les imponen a los espacios comunitarios  por el uso del espectro electromagnético y por los derechos de autor, que deben cancelar a Sayco y Acinpro.

“En este momento en el Departamento, hay varias emisoras sancionadas por estos temas, ya que la reglamentación del Ministerio para la radio comunitaria es bastante fuerte”, advirtió la directiva de la asociación.

Añadió que desde hace varios años las licitaciones para obtener emisoras comunitarias están cerradas en el departamento y que por ello no hay nuevas radios en los municipios del Meta: “Lo legal, lo justo y lo correcto es que cada municipio del Meta tenga su propia emisora comunitaria, pero el Ministerio ha estado cerrado al tema. Esperamos que ante la necesidad de comunicación en municipios como La Macarena, Mapiripán, Uribe, Vista Hermosa y Mesetas, se permita la creación de estas radios comunitarias”.  

Para los integrantes de la Red de Emisoras del Llano, la necesidad de un acompañamiento por parte de las entidades gubernamentales es esencial, pues la información que se da a en emisoras comerciales y medios nacionales no es menos importante que la que tienen preparados los medios comunitarios. “Sin pauta de los gobiernos locales, las radios comunitarias quedan huérfanas”.

En palabras de Yolanda Plazas, la solución más adecuada para superar las crisis que viven las emisoras comunitarias del Departamento, es que los gobiernos departamental y municipal guarden un porcentaje de su pauta para las mismas. En este proceso viene trabajando la Red de Emisoras, con delegados de la Presidencia de la República que estudian la posibilidad de crear una ley, que estipule que un porcentaje de la pauta del gobierno nacional se destine a las radios comunitarias de todo el país.

Ernesto Orjuela, integrante de la mesa de trabajo de Camaxagua Stereo, emisora comunitaria del municipio de San Juan de Arama, señaló que el problema de las radios comunitarias en Colombia es que son tratadas igual que las radios comerciales y estas no tienen el mismo rango.

Así mismo precisó que les restringen técnicamente (ubicación de antenas, transmisores) las obligan a pagar una serie de impuestos como espectro electromagnético y Sayco y Acinpro. “Sostener una emisora comunitaria es muy difícil y  frente a este contexto no hay apoyo”, sostuvo.

Además reiteró que falta capacitación y formación en temas administrativos, al igual que de locución y producción, por eso indicó que sería de vital importancia que se hiciera una revisión a las asociaciones que tienen concesionadas las emisoras.

 

En el Meta hay 10 emisoras comunitarias con licencia del Ministerio de Comunicación, ubicadas en los municipios de  Villavicencio ( La Exitosa y La doble L); Puerto Gaitán (Hondas del Manacacías); Restrepo (Bacana Estéreo); Acacías (RCA); Guamal (Súper Estelar); Castilla La Nueva (La Castellana, en proceso de salir al aire nuevamente); Cubarral (Brisas del Tonoa); El Castillo (Juventud Estéreo); San Juan de Arama (Camaxagua Stereo) y en Puerto Lleras (Marfil Stereo). Así mismo está afiliada a la red del Meta una emisora del municipio de Paratebueno (Paratebueno Stereo).