Diciembre y sus encantos | Opinión

Diciembre y sus encantos. Parafraseando al escritor César Deleman, la Navidad se ha convertido en un símbolo de unión familiar, celebración y cultura colombiana, expresada a través de su música, gastronomía y festivales a lo largo del territorio nacional.

Así las cosas, en el argot popular, la canción Tabaco y ron de Rodolfo Aicardi lo refleja cuando menciona:

“Quita esa mala cara, compadre,
que te va a matar esa amargura.
Esa amargura, esa amargura.
Lleva, compadre, tu cruz y no se la des a nadie,
y no se la des a nadie, y no se la des a nadie,
que todos ya llevamos una cruz”.

De igual forma, frases como “Hay que seguir mirando hacia adelante, nunca hay que quedarse; el tiempo pasa y se nos va la vida, hay que vivirla con felicidad”, planteadas en canciones como Se va la vida del mismo cantautor, refuerzan este imaginario colectivo.

Lo anterior ilustra cómo se ha construido un arquetipo idealizado en la sociedad, que permea distintas esferas. No necesariamente por la connotación de ser “diciembre”, el llamado mes de la alegría, sino porque la vigencia de este paradigma está más encaminada a un modelo constructivista, resultado de una percepción singular y colectiva, en la que ejercemos nuestra capacidad de respuesta ante los estímulos, generando contextos que fomentan la felicidad.

Lea: IA y relaciones interpersonales | Opinión

Por ejemplo, si se propone que el viernes es el mejor día de la semana, así será. Nos condicionamos a concebir la realidad según nuestro estado de ánimo; del mismo modo, con diciembre, permitimos que las situaciones ocurran con base en las creencias nucleares del momento.

Las fechas del calendario no otorgan felicidad: eres tú, desde tu poder interior. En razón a esta premisa, se colige que podríamos disponer de todo el año para reflexionar sobre nuestro autocuidado, autoconcepto, virtudes y defectos; mejorar las relaciones intra e interpersonales; y buscar un propósito de vida o, como lo mencionó Viktor Frankl, la autotrascendencia en el diario vivir.

Hermanos colombianos, vivamos estas festividades en paz, pero, sobre todo, erradiquemos la violencia en todos los meses del año.

¡Feliz Navidad!