El río Metica continúa arrinconando la vía Puerto López – Puerto Gaitán

El riesgo sobre la vía Puerto López – Puerto Gaitán ya dejó de ser una alerta técnica para convertirse en una amenaza latente. La gobernación del Meta y la alcaldía de Puerto López hicieron un llamado urgente a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), ante el acelerado acercamiento del río Metica al terraplén de la carretera, un punto crítico que mantiene en vilo a las autoridades regionales.

Por Daniel Jiménez

Este corredor, estratégico para el transporte rural, el movimiento de carga agropecuaria y el sector hidrocarburos, podría perder su banca si el afluente continúa socavando la margen que sostiene la vía. La interrupción del tránsito dejaría incomunicada una vasta zona del oriente colombiano, con efectos económicos y logísticos de gran magnitud para el Meta, Vichada y parte de Casanare.

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El escenario fue expuesto durante un Puesto de Mando Unificado (PMU) liderado por la Gobernación y el municipio, con participación de la UNGRD, Cormacarena, organismos de socorro, la ANI, la Concesión Vial de los Llanos y equipos técnicos especializados. Allí quedó claro que el avance del Metica supera la capacidad de respuesta regional.

“La bancada prácticamente está a un lado del río”, advirtió Luz Nelly Monzón, directora de la Digerd Meta, al confirmar que el agua continúa erosionando el punto más frágil del corredor.

Aunque la movilidad se mantiene estable, las imágenes y mediciones recientes muestran que el río está a menos de un metro de la banca. La concesionaria informó que ha instalado más de 4.100 metros de materiales resistentes —geocontenedores, gaviones y roca de gran tamaño— para contener el avance del agua. Sin embargo, destacan que las obras definitivas para el control del cauce del río (dragados o diques) no son competencia del Concesionario, sino de los entes territoriales y ambientales, según la Ley 1523 de 2012.

El alcalde de Puerto López, Pedro Velandia, expuso: “Este año la amenaza rompió todos los récords y ya está a menos de un metro de la bancada (…) hemos declarado la calamidad pública, pero cualquier esfuerzo es insuficiente porque el problema de fondo es el cauce del río”. El mandatario advirtió que la capacidad económica del municipio no permite financiar obras de gran escala, por lo que pidió apoyo del Gobierno departamental y nacional para una solución definitiva.

Las voces críticas también llegaron desde el sector ambiental. Para Apolinar Beltrán Villazón, conocedor de la zona, las obras actuales son mínimas frente al riesgo real: “Están haciendo muros de contención, pero no han avanzado lo suficiente. El río crece, baja, vuelve y sube… es una amenaza latente”. El ambientalista sostiene que la pérdida de humedales y la ocupación irregular de terrenos adquiridos hace décadas para proteger la vía son la raíz del problema.

Este señalamiento coincide con denuncias de la senadora Sonia Bernal, quien responsabilizó públicamente a arroceros que habrían sembrado en la vega del río, modificando su cauce original. Según la congresista, estas intervenciones privadas incrementaron la presión del afluente contra la carretera y podrían dejar incomunicado a Puerto Gaitán si no se actúa con urgencia.

La situación ya había sido advertida en octubre del presente año por Periódico del Meta, cuando el caudal del Metica empezó a aproximarse al terraplén. En ese momento, la Concesión Vial implementó medidas preventivas como la instalación de material grueso, geocontenedores y mantenimiento de drenajes. Sin embargo, el comportamiento reciente del río, reforzado por variaciones climáticas típicas de noviembre, ha superado las proyecciones iniciales.

Cabe mencionar que, no fue posible hallar información de contacto con el sector arrocero señalado de afectar el cauce del río Metica, según lo denunciado por la senadora Bernal tras consultar a Cormacarena. No obstante, su director, Jhorman Saldaña, señaló para Periodico del Meta en la edición 518, que la entidad no ha sido formalmente convocada para intervenir, pero advirtió que la distancia crítica entre el afluente y la vía demanda acciones inmediatas: “Ellos ya tienen el río a 50 centímetros de la vía”, dijo.

Entretanto, expertos y comunidades coinciden en que la problemática excede la protección puntual de la carretera.