El terror de ‘Calarcá’ e ‘Iván Mordisco’ en el Meta

La confrontación entre disidencias fracturadas desata una densa situación de orden público que golpea a diferentes de municipios del Meta. La Defensoría del Pueblo advierte que la violencia crece, el control ilegal se expande y la población queda atrapada en la zozobra.

Por Daniel Jiménez

El departamento del Meta atraviesa uno de los periodos más críticos de seguridad en la última década. La alerta temprana N°001-2025, emitida por la Defensoría del Pueblo, ya advertían un escenario de riesgo extremo debido al avance paralelo de las disidencias comandadas por ‘Calarcá Córdoba’ e ‘Iván Mordisco’, producto de la fractura del antiguo Estado Mayor Central de las Farc.

Las consecuencias de esta disputa han golpeado con fuerza municipios como Mesetas, La Macarena, Mapiripán, Uribe, Lejanías, Puerto Concordia, Puerto Gaitán, Puerto Lleras, Puerto Rico y Vista Hermosa, en donde se intensifican los confinamientos, asesinatos selectivos y el reclutamiento forzado de menores.

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De acuerdo con la alerta de la Defensoría del Pueblo, en Mesetas el escenario es particularmente crítico: enfrentamientos constantes, homicidios de líderes sociales y reclutamiento de niños indígenas provenientes del Cauca marcan el deterioro del control territorial. Allí se superponen el Bloque Amazonas Manuel Marulanda Vélez, liderado por ‘Iván Mordisco’, y el Bloque Comandante Jorge Suárez Briceño, bajo el mando de ‘Calarcá’. Su pugna ha profundizado el miedo entre comunidades campesinas e indígenas, sometidas a restricciones de movilidad, extorsiones, vigilancia permanente e imposición de horarios y normas de comportamiento por parte de los grupos armados.

La expansión de estas estructuras no solo se evidencia en el control social. También coincide con un incremento alarmante de los indicadores de violencia. En una alocución presidencial del 19 de noviembre de 2025, el presidente Gustavo Petro reveló que en departamentos como Meta, Guaviare y Caquetá los homicidios crecieron un 34,6% en un año, las masacres un 250%, el secuestro un 450%, y el desplazamiento un 213%. Petro atribuyó buena parte de este deterioro al grupo de ‘Iván Mordisco’, señalándolo de buscar “esclavizar a la población campesina” mientras mantiene una estructura de narcotráfico ligada a alias Runcho, presunto jefe financiero en la Altillanura.

Sobre la información recientemente divulgada frente a presuntos vínculos entre miembros del denominado Estado Mayor de los Bloques (perteneciente a ‘Calarcá) con miembros de la Fuerza Pública y funcionarios del Estado, la Defensoría también advirtió que, pese a los compromisos firmados en el marco del proceso de paz con el Estado Mayor de los Bloques y Frentes, en zonas como Meta, Guaviare, Catatumbo, Huila, Caquetá y Tolima, se evidencia un crecimiento sostenido de hombres armados, nuevas zonas de retaguardia, reclutamiento activo y control poblacional.

Desde la administración departamental, la secretaria de Gobierno, Andrea Lizcano, expresó a Periódico del Meta su preocupación por la posibilidad de filtraciones de inteligencia hacia las disidencias y advirtió que, aunque la Gobernación del Meta respalda los procesos de diálogo, la seguridad “no puede negociarse” y la creciente influencia de alias Calarcá en el sur del Meta es un riesgo que debe esclarecerse cuanto antes.

A este panorama se suma la alerta emitida el pasado 23 de agosto por el alcalde de Mesetas, Camilo Pulgarín, quien advirtió que las disidencias de las Farc vienen incrementando las intimidaciones contra líderes comunales y campesinos del municipio. Según el mandatario, las comunidades han recibido convocatorias presuntamente realizadas por estos grupos ilegales para asistir a reuniones en zonas rurales, generando un temor generalizado entre los habitantes.

“La gente siempre teme de no asistir a estas convocatorias, pero también sienten presión de los grupos ilegales para presentarse. Como administración, hemos advertido a los organismos nacionales y de control para deslindar responsabilidades en caso de que ocurra algún incidente”, señaló Pulgarín en diálogo con Periódico del Meta.

Finalmente, en medio del avance de las disidencias, la Cuarta División del Ejército Nacional presentó en octubre un balance operacional que refleja su presencia en las zonas más presionadas por los grupos armados. La unidad destacó la intervención de más de 29.000 metros cuadrados en Mapiripán en labores de desminado humanitario, la destrucción de 106 artefactos explosivos y 725 minas antipersonal, además de la recuperación de 22 menores reclutados y la captura de más de 361 integrantes de organizaciones ilegales.