En el Meta, los jóvenes prefieren la universidad pese a la falta de empleo especializado

- Publicado en Ago 30, 2025
- Sección Región
El 85% de estudiantes en el Meta cursa programas universitarios, mientras que la educación técnica y tecnológica retrocede. Expertos y autoridades coinciden en que urge conectar la formación con el mercado laboral regional.
Por Daniel Jiménez
“Los jóvenes del Meta siguen apostándole a la universidad, aunque el mercado no tenga cómo absorberlos”. La frase es de Diego Villa, profesor de la Universidad de los Llanos, y resume un problema estructural que reflejan los más recientes resultados del Índice Departamental de Competitividad (IDC) 2018-2025.
De acuerdo con el análisis del experto, el Meta registra un crecimiento del 25% en matrículas universitarias en los últimos seis años, pasando de 23.800 estudiantes en 2018 a más de 29.700 en 2024. Hoy, cerca del 85% de los matriculados del departamento cursa carreras universitarias.
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En contraste, la matrícula tecnológica cayó un 20% y los programas técnicos apenas suman 805 estudiantes, un número irrisorio frente a la necesidad de mano de obra calificada en sectores agroindustriales o energéticos.
En cuanto al indicador de cobertura bruta en formación universitaria, el Meta pasó de estar en el puesto 11 en 2020, a descender al puesto 13 en 2025, con un 31% de jóvenes entre 17 y 21 años matriculados. En técnica y tecnológica, cayó aún más: del puesto 19 al 21, con apenas un 5,5% de cobertura. Bogotá, líder en ambas áreas, alcanza 86% en universitaria y 44% en técnica y tecnológica.
La directora del Fondo de Educación Superior del Meta, Camila Arismendy, asegura que ya se trabaja en soluciones: “Con una estrategia buscamos que los programas de formación respondan a lo que piden las empresas. No es solo dar créditos o becas, sino garantizar que los jóvenes tengan dónde trabajar”.
La estrategia incluye mesas de diálogo con sectores como palma, hidrocarburos y agroindustria, además de convenios con universidades de la región para ajustar programas académicos. También se han lanzado convocatorias, como ´Rosa’, dirigida a mujeres para ser patrulleras de la Policía Nacional, y ‘Meta Educa’, que promueve carreras diferentes a derecho, saturadas en el departamento.
Pese a estos esfuerzos, los expertos advierten que la brecha sigue siendo grande. “El mercado laboral del Meta es limitado, altamente informal y concentrado en comercio, servicios y agricultura. Los egresados universitarios terminan compitiendo por empleos que no requieren ese nivel de formación”, explica Villa.
Al analizar las vacantes ofertadas desde las bolsas de empleo, como ManpowerGroup, lo confirma: las vacantes más comunes en el departamento son para asesores comerciales, cajeros, conductores operativos y mercaderistas, cargos que difícilmente absorben a los egresados profesionales.
El futuro de la educación superior en el Meta, coinciden especialistas y autoridades, dependerá de un mayor equilibrio: más carreras técnicas y tecnológicas que respondan a la demanda productiva y menos concentración en programas universitarios sin salida laboral.
La paradoja es evidente: mientras los jóvenes invierten tiempo y dinero en carreras largas, los empleadores buscan perfiles distintos. La oferta laboral más numerosa —asesores comerciales, cajeros, mercaderistas, conductores operativos— no requiere formación universitaria, mientras que los sectores estratégicos como la agroindustria, la energía o la transformación de alimentos carecen de los técnicos y tecnólogos que los impulsen.
Por lo anterior, desde el Fondo de Educación Superior, insisten en que las iniciativas recientes, como convenios con universidades y programas como ‘Meta Educa’, apuntan en esa dirección. Sin embargo, admite que la transformación no será inmediata.
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