Falta de control sobre actividades agrícolas, causa principal del colapso en el km 18, según Proindesa

La Vía al Llano, arteria principal que comunica a Bogotá con Villavicencio, continuará cerrada de manera indefinida luego del deslizamiento de más de 100.000 metros cúbicos de tierra en el kilómetro 18, a la altura del municipio de Chipaque (Cundinamarca).
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El punto afectado ya estaba clasificado como zona de alta amenaza de movimientos de masa desde 2022, según el Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) de Chipaque. Para Alberto Mariño, presidente de Proyectos de Ingeniería y Desarrollo (Proindesa), este antecedente evidencia la falta de control sobre las actividades que se adelantan en la zona.
“El EOT tiene un claro conocimiento de la zona que se deslizó. Llama la atención que se haya permitido este tipo de actividades”, señaló Mariño.
Factores que agravaron la emergencia
Por lo anterior, advierten varias causas que influyeron en el colapso del talud: la instalación de reservorios, el manejo irregular de aguas, canales sin impermeabilizar, mangueras que aumentan la infiltración y hasta actos de vandalismo contra las estructuras de drenaje de la concesión.
La entidad advierte que el deslizamiento se originó, en gran parte, por la falta de control sobre actividades agrícolas en las laderas cercanas a la carretera.

Una solución que tardará meses
Proindesa estima que el proceso de secamiento de los terrenos y la posterior remoción de tierra podrían tardar alrededor de dos meses. Sin embargo, las condiciones climáticas y la intervención de las autoridades serán determinantes para que la vía vuelva a funcionar antes de finalizar el año.
“El tema no se resuelve de un día para otro; se va a tardar muchos meses porque costará mucho dinero. Mientras no haya autoridades municipales y corporaciones regionales que organicen el territorio, este problema será cada vez más grave”, advirtió Mariño.
El ingeniero también recalcó que la raíz del problema no está en la infraestructura vial, sino en la falta de planeación territorial:
“El principal problema de la vía al Llano es el agua. La causa no son las carreteras, sino lo que ocurre en los terrenos aledaños”, afirmó.
Autoridades bajo la lupa
Proindesa pidió a la Alcaldía de Chipaque y a la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia (Corpoorinoquia) asumir de inmediato el control de las intervenciones agrícolas en la zona. También llamó la atención sobre la necesidad de reforzar la planificación territorial para evitar nuevas emergencias.
Mientras tanto, la Alcaldía de Bogotá y el concesionario Coviandina implementaron medidas de tránsito, como la extensión del pico y placa regional, para mantener parcialmente la movilidad en el corredor hacia los Llanos.
Aún así, el panorama es incierto: sin un plan integral de manejo del agua y de ordenamiento del territorio, la reapertura de la vía podría no llegar sino hasta dentro de varios meses.
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