martes, 2 de julio de 2024
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‘Meta tiene que mirar mercados internacionales’ – ex gobernador del Meta


‘Meta tiene que mirar mercados internacionales’ - ex gobernador del Meta 1
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Redacción PDM

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A propósito del aniversario 64 del Meta, PDM dialogó con uno de los gobernadores más recordados y considerado ‘cerebro fugado’ de la región. Con un doctorado y lejos de la política, analiza hacia dónde debe apuntar el desarrollo del departamento.

Por Jhon Moreno

A pesar de que vive en Estados Unidos, sigue muy conectado con el Llano a través de sus negocios personales en Villavicencio y Casanare. Eduardo Fernández Delgado (E.F.) es ingeniero civil con un doctorado en economía y muchos dicen que es uno de esos cerebros fugados que la región dejó ir hace más de 20 años, gracias a esos politiqueros que n gustan de gente capaz en los cargos.

Fue gobernador de nuestro departamento, entre el 7 de septiembre de 1991 y el primero de enero de 1992, siendo el último gobernador de Meta elegido por decreto presidencial; muchos coinciden que ha sido uno de los mejores mandatarios regionales.

A propósito del aniversario del Departamento, Periódico del Meta (PDM) lo invitó a un diálogo para que, “mirando los toros desde la barrera”, cuente cómo ve ahora a la región y al país.

PDM: ¿Qué extraña del Llano en Estados Unidos?

E.F.: La soledad, la tranquilidad del Llano, la llanura infinita, estar uno en un sitio rodeado de esa naturaleza, de esa belleza y tranquilo, eso extraño.

PDM: ¿Expliquémosles a las nuevas generaciones quién es Eduardo Fernández?

E.F.: Mi padre era de Pamplona (Norte de Santander) y mi mamá de Hato Corozal (Casanare); viví de niño en Villavicencio cuando esto era un pueblo de 40 000 habitantes, hice mi primaria aquí, después me fui a estudiar a Bogotá, después viajé a estudiar a los Estados Unidos y volví y fui viceministro de Hacienda, fue director del Presupuesto Nacional fui secretario de Hacienda de Bogotá, con Jaime Castro, y después salí otro tiempo de Colombia, y he mantenido mis relaciones sobre todo con el Meta y con el Llano.

PDM: ¿Por qué cree que, a pesar de su experiencia y conocimiento, no ha ocupado más cargos públicos en el Meta?

E.F.: Porque no, no me llamaron. No les interesó. La verdad, alguna vez traté de hacer política. Traté de ser senador, pero no tenía una base política y no seguí intentando porque consideré que no valía la pena ejercer algunas prácticas que hubieran facilitado la adquisición de votos, pero iban en contra de lo que yo pensaba, entonces, no.

PDM: Dice Rigoberto Urán que para ser político “se necesita ser un poco malo”. ¿Será cierto?

E.F.: Hay unos políticos muy buenos, indudablemente, pero creo que no necesito explicar, sino que lean los periódicos, para ver lo que ha pasado con la clase política, cada vez se utilizan los recursos públicos con mayor intensidad para lograr una votación y para beneficio propio, infortunadamente.

PDM: Hay gente que extraña personas que, como usted, podrían aportar mucho, ¿por qué los mejor preparados terminan yéndose del Meta?

E.F.: En los últimos 40 años la economía del departamento creció más que cualquier otra, pero la población también aumentó muchísimo. Villavicencio creció a tasas más altas que Bogotá. Meta en esos años fue la tierra de oportunidades y todavía lo es, sin embargo, de acuerdo con lo que dice el Dane, en las últimas encuestas, la gente joven, preparada y sobre todo las mujeres, se están yendo porque no hay oportunidades. Antes se venían acá y que nos daban esa ventaja de tener gente buena, capaz, con experiencia, pero ya no vienen tanto. Ahora no hay puestos de trabajo bien pagos, así, el Meta perdió una de las ventajas que era ser un paraíso de oportunidades.

PDM: Una región donde excelentes profesionales deben pegar cenefas en campaña para poder trabajar…

E.F.: Hombre, sí, yo creo que el sector público se ha vuelto un empleador malo y fragmentador; los contratos que se hacen son por tiempos fijos, a veces de meses, donde una persona joven que piensa tener una carrera, le es muy costoso. Además, no le dan la oportunidad de probar que es bueno, que conoce el tema y que quiere desempeñarlo y hacer cosas por el departamento. Cada cierto tiempo le toca que ir a pegar avisos o hacer campaña, o hacer esas actividades que desaniman a la gente.

PDM: Hoy por hoy, ¿cómo ve usted al Meta desde lo económico?

E.F.: Yo creo que al departamento, toda esta capacidad de atraer gente se le está agotando porque el mundo ha cambiado. El mundo afuera tiene una economía globalizada, abierta, usted tiene que competir, ya no es aquí en Bogotá, sino en los mercados internacionales y allá llegan empresas grandes, con tecnología, con gente preparada. Yo creo que el Meta,

que tiene una riqueza muy grande, tiene 4 o 5 millones de hectáreas que pueden ser cultivadas en productos que hacen parte de la canasta de la seguridad alimentaria, pero no tenemos cómo competir. Esas áreas, ese territorio de la Altillanura y de Casanare, son sitios magníficos para producir todo el consumo interno y, una vez se satisfaga ese mercado interno, pues está el mercado externo y podemos ir a competir, pero usted necesita inversión, necesita seguridad legal de la propiedad, seguridad ciudadana, física, para que esas grandes inversiones se asienten en este territorio.

PDM: El Meta sigue rezagado en competitividad, ¿cuáles son las claves para subir este índice?

E.F.: La competitividad aquí de acuerdo con los índices es media-baja y así no se llega a un mercado internacional. El Meta, sin embargo, tiene universidades, debe tener muchas más, pero hay jóvenes con ganas de estudiar, por lo que requiere una gran inversión en la universidad pública y vincularse con la privada; debemos ponernos al día en tecnología, ciencia, innovación, conocimiento. Hacer alianzas con el sector privado, empresas que ya hicieron la investigación y tienen las semillas, los transgénicos, conocen la parte de genética animal, conocen y saben de eso, que se unan con la universidad y con la asistencia técnica. Ese conocimiento tiene que ir al campo. Sin tecnología no podemos aparecernos en el mercado internacional.

PDM: ¿Ve muy atrasado al Meta en tecnología?

E.F.: En tecnología, sí. Hay empresas como La Fazenda y la comunidad Menonita, pero son islas, necesitamos es que vengan más. No es que ellos “vengan a enriquecerse”, como dicen algunos, no, ellos tienen que competir en los mercados internacionales y siguen compitiendo dentro del mercado nacional. En eso sí estamos atrasados nosotros, en ser más abiertos y más capaces para manejar la inversión extranjera, no se trata de ser infinitamente flexible, darles todas las ventajas, no, esto es un negocio y esos negocios se han hecho en el mundo y se pueden seguir haciendo.

PDM: ¿Ha hecho falta voluntad política, planeación en las administraciones?

E.F.: Yo creo que falta una política pública nacional que ordene la seguridad de la propiedad, en términos de las entradas de la inversión extranjera. Algo que me sorprendió del Plan Nacional de Desarrollo, es que no se aventura con una propuesta de la Altillanura. Hay mínimos recursos para ciencia y tecnología del presupuesto nacional, pero es que esto es para las ligas mayores, ese conocimiento y esa gente hay que traerla y tener reglas de juego claras.

PDM: ¿Estamos lejos de que las energías renovables sean una alternativa económica en el Meta?

E.F.: Yo creo que eso se va a demorar. Porque ese tipo de energías limpias todavía no se han terminado de inventar y tienen una dificultad que es la interconexión con la red nacional y eso en los Estados Unidos todavía tiene dificultades, sin resolverlo completamente.

PDM: El presidente Petro quiere hacer el tren, tiene un equipo trabajando en el diseño. ¿Cómo ve usted eso?

E.F.: No sé. Desde mi punto de vista de ingeniero y de los tiempos, es difícil. Vi un trazado de un tren de Puerto Gaitán a Villavicencio, pero aquí no hay nada qué hacer, nos enfrentamos a la vía al Llano; otro tren que iría a Puerto Carreño, pero un tren que llegue a dónde. Igual ahí tiene la Cordillera, algunos dicen que hay que llevarlo a Buenaventura, no, pero digamos la hazaña toca por un túnel de tres cordilleras porque no se puede subir un tren a Bogotá, entonces no sé qué sentido tener el tren.

PDM: ¿Y provechando la vía Colombia-Huila?

E.F.: Pero de todas maneras tiene otra vez la Cordillera Central y Occidental, porque se trata de llegar al Pacífico. Vero que lo tren no es un proyecto fácil. En Europa están terminando un túnel que tiene casi 50 km de extensión y eso ha sido una obra de toda la Unión Europea, porque sí les ayuda, intervienen esos países sus transportes y comunicación, pero un tren es trabajo mayor.

PDM ¿A corto plazo no lo ve?

E.F.: No, yo no. Yo estoy esperando la vía al Llano hace 50 años, entonces cuando me dicen metámonosle al tren, me la ponen pesada. Aquí necesitamos es que nos terminen la carretera y no va a ser fácil. Con una magnífica carreta los llaneros quedaríamos muy satisfechos.

PDM: Estamos ahora con el tema del aeropuerto…

E.F.: Creo que esa pelea por tener otro aeropuerto nos la hemos dado desde hace mucho tiempo. Tarde que temprano tiene que desarrollarse en Apiay, tienen un sitio buenísimo, una pista muy buena, me dijeron que podía haber una opción: hacer una pista paralela y hacer un desarrollo privado que sería muy buena. Se necesita un buen aeropuerto, pero además no puede seguir el de Vanguardia, porque aterrizar contra la Cordillera no es lo mejor que podemos tener.

PDM: ¿Alguna recomendación para la administración departamental y las alcaldías que empiezan a ejecutar sus planes de desarrollo?

E.F: Vi el plan de la señora gobernadora y ha propuesto un apoyo al desarrollo empresarial de la Altillanura, en eso tiene bastante claridad y me parece que este es un esfuerzo al que deben unirse Meta, Casanare, Vichada, Arauca y en general del país. Ese es un punto de convergencia para todos los gobernadores y estos territorios para utilizarlo como elemento técnico del diálogo con el Gobierno Nacional. Creo que los municipios deben pensar como áreas conglomeradas: Villavicencio, Restrepo y Acacías y pronto Cumaral y a Granada deben transformarse en unidades, áreas metropolitanas que resuelvan en conjunto problemas como el de los servicios públicos, resolver conjuntamente por ejemplo un sistema para manejar las aguas servidas, las aguas usadas.

PDM: ¿Cómo lograr que los jóvenes se queden a trabajar el campo?

E.F.: Hay gente que tiene vocación, pero a los campesinos, a los pequeños productores, hay que ayudarles. El Gobierno tiene que apoyarlos para que sean más eficientes con las cadenas de valor de sus productos. Si usted no les da oportunidades y unos buenos ingresos, la gente se tiene que ir de campo. Es muy rico estar en el campo, en el Llano, pero si a usted le dicen que se debe ir a vivir unos tres meses, ya usted lo piensa.


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Redacción PDM

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