Para que no se deje ‘masterear’

Algunos casos de ‘mastereo’ se han realizado desde establecimientos penitenciarios.

La estafa pasó a ser parte de la virtualidad, y mediante mensajes, llamadas o falsos enlaces, los delincuentes están logrando obtener grandes cantidades de dinero a costa del desconocimiento e ingenuidad de otras personas.

Por Lina Herrera

“Un gusto saludarlo. Después de revisar su currículo, hemos decidido que su perfil es apto para ser parte de nuestra empresa. Sin embargo, para confirmar que pueda ocupar el puesto, deberá realizarse unos exámenes médicos, los cuales tienen un valor de $300.000, dinero que se recibirá en la cuenta bancaria de una IPS aliada, de esta forma le saldrá más económico que en otros laboratorios”.

Si le suena similar esta oferta de trabajo, usted pudo ser víctima de ‘mastereo’, una modalidad de estafa que últimamente parece ser la favorita de los delincuentes y está tomando auge en ciudades como Villavicencio.

De acuerdo con información del Gaula de la Policía, esta estafa se caracteriza por ser realizada mediante llamadas o de forma virtual, ya sea desde aplicaciones, redes sociales o enlaces. Desde allí, intentan engañar a la víctima con ofertas laborales, ventas de productos y hasta falsos arriendos.

“Con cualquiera de estas van a suplantar a una empresa, muchas veces fingen ser entidades de salud. Estos sujetos intentarán obtener toda la información de la persona, y así ‘enredarla’. Le dirán que ha sido seleccionado y que su perfil aplica al cargo e iniciarán los peros con frases como ‘necesitamos que consigne rápido porque usted es el más apto para el puesto”, explicó el capitán Guillermo Andrés Moreno, vocero del Gaula.

Después de que se haya realizado la transferencia del dinero, el delincuente habrá logrado su cometido y borrará el rastro de su estafa; bloqueará el contacto de la víctima, cambiará de número o eliminará su perfil, en caso de que el delito se haya realizado mediante redes sociales.

“En su afán de conseguir empleo, las personas no verifican que la empresa o el laboratorio existan. Y en caso de que sean reales, no se comunican directamente con estas para comprobar que la oferta en verdad esté disponible”, añadió el oficial.

Cabe mencionar que, de esta manera, el ‘mastereo’ no califica como extorsión, ya que, en ninguna etapa del delito, el criminal usó amenazas o constreñimiento y la persona realizó el envío de dinero de manera voluntaria. No obstante, existe otro método en esta modalidad que puede perturbar más a la víctima.

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Con el avance de las herramientas tecnológicas y la facilidad de que cualquier persona pueda hacer uso de ellas, surgen las plataformas de supuestos prestamos monetarios.

“Después de instalarla en el celular, tendrá que dar sus datos personales y solicitar el monto que desea. Así los delincuentes quedarán con su número de contacto, dirección de residencias, y referencias familiares. Muchas veces, las personas después de ingresar se arrepienten y no piden ningún dinero, pero ya es tarde, le llegarán consignaciones a su cuenta bancaria por las que buscarán obligarlo a responder”, indicó el uniformado.

Tras recibir el dinero, los criminales contactarán a la persona exigiendo el pago y usando su información personal para amedrentarla con llamadas y mensajes intimidatorios. Esta vez, pasando a si convertirse en una extorsión.

“Hasta que no pague, realizarán llamadas intimidatorias, dirán que será embargado, también con amenazas como si fuese un ‘gota a gota’”. Sin embargo, el ‘mastereo’ puede ir más allá y causarle molestias a quien ni siquiera buscó un beneficio monetario.

El capitán Moreno también explica que algunas de las transacciones monetarias han sido enviadas de manera aleatoria, haciendo que cualquier persona reciba una gran cantidad de dinero, y así convertirla en una nueva víctima.

En todos los casos anteriormente expuestos, desde el Gaula se recomienda acudir a las autoridades y no hacer uso del dinero. Ya que, si no hay una denuncia, no se podrá proceder con una investigación. Asimismo, en modo de prevención, no ingresar a enlaces o aplicaciones que no provengan de empresas verificadas.

Por otro lado, aunque no se tienen cifras concretas al ser una modalidad reciente, según indicó el capitán, los rostros que se esconden detrás del mastereo pueden ser parte de la delincuencia común, familiares de las víctimas, o personas privadas de la libertad. Estos últimos, emplearían más las estafas mediante llamadas ya que no contarían con la tecnología suficiente para emplearla en el centro carcelario.