Roberto Uparela, vicepresidente de la ANI, explica el avance de proyectos en la vía al Llano | Entrevista

El estado del corredor Bogotá–Villavicencio y, en especial, la situación del kilómetro 18, ha puesto nuevamente a prueba la capacidad institucional para responder a los desafíos geotécnicos de una de las rutas más importantes del país. Para comprender las decisiones, estudios y obras en marcha, Periódico del Meta (PDM) conversó con Roberto Gamaliel Uparela Brid (R.U.), vicepresidente Ejecutivo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Ingeniero civil nacido en Sincelejo, con formación en la Universidad Nacional y la Universidad de los Andes, y más de dos décadas de experiencia en la dirección y estructuración de proyectos de infraestructura, Uparela Brid ha liderado procesos clave en el sector público y privado. En esta conversación, detalla cómo avanza la intervención del kilómetro 18, qué inversiones se proyectan y cuáles serán las apuestas de largo plazo para garantizar la movilidad en la vía al Llano.

Por Lina Herrera

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PDM: ¿Cuál es el motivo de su visita a Villavicencio?

R.U.: Atendimos el importante requerimiento de seguimiento de la Contraloría General de la República sobre las acciones que ha venido adelantando la Agencia Nacional de Infraestructura y, en general, el sector transporte sobre la vía al Llano y, particularmente, la coyuntura del pasado mes de septiembre en el kilómetro 18.

PDM: ¿Qué balance entregó la ANI sobre el km 18?

R.U.: Dimos reportes sobre todas las acciones que, desde el componente de la movilidad, adelantamos, como las medidas de mitigación que estamos aun trabajando y que permitieron hoy poder habilitar dos carriles de la vía nacional. Sobre estos seguimos trabajando, porque nos resta todavía un trabajo importante en el talud.

PDM: ¿Cuál es la línea de acción sobre este punto?

R.U.: Son las medidas definitivas que implantaremos en el km 18, inicialmente con estudios y diseños que serán realizados por la concesionaria Coviandina y los recursos de su intervención.

PDM: La Veeduría Vial del Meta advirtió que la apertura del km 18 se haría bajo riesgos. ¿La ANI cómo responde a esto?

R.U.: Es importante decir que las obras que se adelantan en el km 18 son obras de mitigación, no son obras definitivas. Por ende, entendemos y tenemos dentro de nuestros presupuestos que se pueden presentar algunas situaciones.

PDM: ¿Cómo cuáles?

R.U.: Por ejemplo, en la vía temporal que se habilitó, ya se han estado presentando hundimientos y ahuellamientos; eso hace parte del mismo ejercicio. Sin embargo, allí el contratista del Instituto Nacional de Vías está de manera permanente para poder atender estas situaciones, resolverlas en el menor tiempo y, ante todo, restablecer y habilitar la movilidad.

De resto, hay riesgos en todo el corredor, pues todo el macizo montañoso colombiano, en su gran mayoría, es un sistema montañoso joven que, en palabras de los especialistas y en particular del Servicio Geológico Colombiano, representa algún grado de inestabilidad. Hay riesgo de movimientos y, particularmente, este punto en Chipaque y sus alrededores está en una zona en donde las condiciones geotécnicas y mecánicas del suelo permiten que absorba mucha humedad en temporada de lluvias y pueda generarse inestabilidad, sumado y afectado, de alguna manera, por una cantidad de actividades antrópicas que se han identificado en la parte alta de los taludes.

PDM: Se habló de 100.000 millones para la vía al Llano. ¿En qué serán invertidos?

R.U.: Hay que aclarar que es una asignación presupuestal que el Gobierno Nacional incluyó dentro del presupuesto 2026 y que será asignada al rubro de inversión del Invías. Desde la ANI, lo que hemos propuesto y tenemos hoy sobre la mesa es que esos 100.000 millones de pesos se destinen a dos obras principalmente. La primera: las obras de estabilización definitiva del km 18 en Chipaque. Y segundo, la construcción del tramo del puente Naranjal que está haciendo falta entre Bogotá y Villavicencio. Esa es nuestra propuesta (…) Creemos que deben ser los que deben atenderse con estos millones como manera prioritaria, sin perjuicio de que, en el inmediato plazo, por las mismas condiciones dinámicas de este corredor, pueda surgir una necesidad distinta.

PDM: ¿Por qué esos dos puntos?
R.U.: Son los que hoy están generando mayor criticidad dentro del universo de puntos críticos que tenemos. Además, tenemos que ser muy consecuentes en que la inversión de estos 100.000 millones, que es mucho dinero, puede sonar todavía insuficiente para resolver el gran problema. Queremos destinar recursos a soluciones que sean completas. Hay otros puntos críticos, tal vez más complejos, pero que demandan mayores inversiones, en donde tal vez los 100.000 millones de pesos resulten insuficientes. Entonces, preferimos concentrarlos en puntos críticos que atiendan situaciones importantes de movilidad y que puedan abordarse de manera integral.

PDM: ¿El Gobierno comprará predios cercanos al km 18 para hallar soluciones definitivas? Como lo sugirió el presidente de Proindesa…
R.U.: Se tendría que esperar el resultado de los estudios y diseños de fase 3 de la solución de estabilidad del kilómetro. Estos determinarán la necesidad de comprar predios, qué tantos o qué áreas; de ahí determinaremos. En algún momento tocamos esta situación, porque, cuando estábamos atendiendo de manera urgente la emergencia del km 18, veíamos con cierto grado de asertividad la necesidad de algunos predios. Sin embargo, aquí debo resaltar que, así como se opusieron unos propietarios en Chipaque, que, si no les comprábamos, no daban permiso de ingreso a sus predios, hubo otros que, de manera voluntaria, permitieron el acceso y pudimos hacer trabajos tanto en la parte alta del talud para mejorar un poco las condiciones de drenaje como, por supuesto, en la parte baja, en donde aún no hemos terminado trabajos. Fue importante contar con estos permisos, pues pudimos ingresar la maquinaria y permitir las obras que hoy nos están dando movilidad en este punto.

PDM: ¿Qué tan posible es que se necesite un nuevo peaje para financiar el primer tramo de la vía?
R.U.: No me quisiera adelantar. Lo que puedo decir sobre ese primer tercio es que hay un proyecto estructurado ya en la Agencia Nacional de Infraestructura. Es una calzada adicional que va completamente separada de la calzada existente, precisamente para evadir, si se puede decir de alguna manera, puntos de criticidad que hoy tiene el primer tramo. En su estructuración financiera, que todavía estamos en proceso de maduración, tendrá que considerarse qué tanta participación hay de un nuevo peaje o de modificaciones de tarifas en los peajes existentes. Es una situación que sigue en análisis. Lo importante por decir es que, como está hoy concebido el proyecto, incluye la participación de vigencias futuras; es decir, es una asociación público-privada de iniciativa pública.

PDM: ¿En qué va el proyecto de la obra del tren Villavicencio–Puerto Gaitán?
R.U.: Es un tema que va avanzando desde la Vicepresidencia de Estructuración. Recordemos que una de las grandes apuestas del Gobierno es la reactivación del tren. Ya se han tenido logros, aciertos y victorias tempranas, como fue la adjudicación de la primera APP férrea de Colombia, que fue Dorada–Chiriguaná, la intervención que tenemos en los otros corredores férreos buscando siempre mejorar y un proceso de estructuraciones que se tiene hoy de unos proyectos muy importantes para todo el país, cuyo fin es la conectividad del centro con los puertos de desarrollo importantes.

PDM: ¿Puede que para cuando finalice el gobierno de Gustavo Petro se tenga un avance de este proyecto?

R.U.: La apuesta es que, cuando esté terminando el período del actual gobierno, se puedan tener muchos proyectos férreos ya estructurados. La apuesta es que estén, ojalá, a nivel de factibilidad, y que lo que siga sea ya un proceso precontractual y de adjudicación. Esa es la apuesta del Gobierno: dejarlos estructurados.

PDM: Se habló sobre la construcción de un intercambiador vial en la salida de Villavicencio hacia el municipio de Restrepo. Cuéntenos más sobre ese proyecto.

R.U.: Es un tema que estamos revisando. Debemos entender que en la ANI solamente intervenimos proyectos concesionados. En la medida en que haya la oportunidad de incluir obras complementarias que correspondan al objeto del contrato y que haya, por supuesto, disponibilidad presupuestal dentro del contrato, son proyectos que siempre analizamos y estudiamos.