Somos todas | Editorial
- Publicado en Oct 26, 2025
- Sección Columnistas
Seguridad, seguridad, seguridad… Es la palabra que más se repite en los discursos y promesas de quienes hoy gobiernan la capital del Meta y el resto del departamento. Un término que, para muchos, se ha convertido más en una ilusión que en una realidad tangible. Cuando se habla de seguridad, suelen mencionarse la lucha contra la extorsión, la reducción de hurtos o el control de los grupos armados organizados. Sin embargo, hay algo —o más bien, alguien— que con frecuencia queda fuera de esta conversación: la mujer, esa figura que parece no encajar en la idea de lo que significa vivir en un municipio verdaderamente seguro.
Le puede interesar: Por el Torneo… | Editorial
En la madrugada del pasado 21 de octubre, Yesica Moreno descansaba en su casa —como cualquier persona que busca refugio en su propio hogar—, pero no volvió a sentir la luz de la mañana. Su expareja ingresó a la vivienda y la asesinó. Justo en el lugar donde debía sentirse más protegida. En el mismo sitio donde también vivía su hijo menor de edad.
Si una mujer no puede estar segura en su propia vivienda, ¿qué puede esperar puertas afuera? Sí, este es el primer caso de feminicidio reportado en Villavicencio durante el 2025, pero no el único en el departamento. En Acacías, Granada y Puerto Rico también faltan mujeres que, al parecer, perdieron la vida a manos de sus exparejas. En cualquier municipio, la cifra debería ser cero.
Las Violencias Basadas en Género siguen caminando entre nosotros, aunque a veces parezcan invisibles. Durante el reciente puente festivo por el Día de la Raza, cuatro hombres fueron capturados por violencia intrafamiliar en distintos municipios del Meta: tres en flagrancia y uno por orden judicial. ¿Nos dice algo esto, o lo tomaremos con la misma normalidad de siempre?
La deuda con las mujeres metenses sigue siendo grande. Está bien promover su inclusión laboral y su fortalecimiento económico, pero aún falta garantizar su protección física y psicológica. Los gobiernos deben actuar también desde lo cultural y social: dejar de revictimizar a la mujer que retira una denuncia, que se arrepiente de hablar o que regresa con su agresor. La raíz del problema no está en ellas.
Que el caso de Yesica —y el de tantas víctimas de feminicidio— no se quede apenas en un comunicado de lamento y rechazo. Que no se repita, una y otra vez, el mismo mensaje copiado y pegado mientras la violencia sigue latente.
Es hora de fortalecer, de una vez por todas, las instituciones. Que denunciar no sea un calvario y que la ruta de atención no se sienta como un viacrucis. Que en Villavicencio y en todo el Meta, la tan mencionada “Seguridad Total” y el eslogan “Villavo somos todos” se sientan también para ellas.
En PERIÓDICO DEL META estamos comprometidos en generar un periodismo de calidad, ajustado a principios de honestidad, transparencia e independencia editorial, los cuales son acogidos por los periodistas y colaboradores de este medio y buscan garantizar la credibilidad de los contenidos ante los distintos públicos. Así mismo, hemos establecido unos parámetros sobre los estándares éticos que buscan prevenir potenciales eventos de fraude, malas prácticas, manejos inadecuados de conflicto de interés y otras situaciones similares que comprometan la veracidad de la información.