El Meta podría perder su empresa de licores en 8 meses si no mejora sus finanzas

La difícil situación financiera de la Unidad de Licores del Meta fue centro de un debate de control político que dejó en evidencia la urgencia de acciones para evitar su liquidación en 8 meses, tras acumular pérdidas por dos años consecutivos.

Por Jhon Moreno

La Unidad de Licores del Meta (ULM) tiene ocho meses para arrojar un balance positivo en sus finanzas o tendrá que iniciar su proceso de liquidación. 

Esta fue una de las principales conclusiones que arrojó el debate de control político citado esta semana en la Asamblea departamental y que ratificó un informe publicado hace unas semanas en Periódico del Meta, sobre la difícil situación económica de la entidad.  

Y es que ya son dos años consecutivos que arroja pérdidas y, de acuerdo con la normatividad que rige este tipo de unidades administrativas del Estado, si se completa en este 2025 por tercer año seguido otro déficit, tendrá necesariamente que liquidarse.

“Pasado el primer trimestre del 2025, la ULM tiene un registro de 20.000 botellas vendidas, si se mantiene ese promedio no venderá más de 100.000 botellas este año e infortunadamente con los gastos; el funcionamiento de 14 personas en planta más los contratos de prestación del servicio; adicional a gastos normales de comercialización y funcionamiento, no le alcanzará para pasar en números positivos”, dijo Wilmar Barbosa, el diputado que citó al debate de control.

La entidad parece estar tan abandonada a su suerte que ninguno de los miembros de la Junta Directiva asistió a la sesión y le tocó en solitario al gerente, Luis Alfredo Arias, poner la cara frente a lo que ha pasado en los últimos años.

Uno de los interrogantes que quedó en el aire fueron las razones por las cuales se firmaron acuerdos comerciales abiertamente lesivos para la entidad y que, junto a la llegada de nuevas marcas como Aguardiente Amarillo, provocaron el déficit entre 2023 y 2024. 

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Para la vigencia 2023, se generó un déficit presupuestal superior a los 88 millones de pesos, pero en el 2024 creció a 1.996 millones de pesos. 

“El tercer segmento comprendido entre los años 2023 y 2024 se observa una disminución en ventas del 16.3% para el 2023 y 67,5% para el 2024; debido a la invasión del Aguardiente Amarillo que en los dos últimos años ingresa al departamento del Meta con agresividad en campañas publicitarias patrocinio de eventos y entrega de producto, al igual que la competencia desigual en los precios en el mercado de licores, aunado a un aumento en el contrabando de los aguardientes líderes en el país y el flagelo del producto adulterado”, explicó Arias en el informe presentado a la Asamblea. 

Aunque se habla de que la empresa de licores tiene más de 60 años de creada, la actual Unidad de Licores del Meta vio la luz jurídica mediante Decreto 10 del 2002, bajo la gobernación de Luis Carlos Torres Rueda.

Pese a que el objeto de la entidad es la explotación del monopolio rentístico que sobre los alcoholes y licores destilados embriagantes tiene el Departamento del Meta, los tiempos han cambiado y si algo no tiene hoy la ULM es el monopolio, casi que ni de su propio Aguardiente Llanero.   

“El propósito del debate era evidenciar la realidad de la ULM y la necesidad de que unamos esfuerzos para salvar la entidad. Esta es una empresa comercial de la Gobernación que genera dividendos y puede ser rentable”, dijo Barbosa quien advirtió que este gobierno pasará a la historia por salvar la empresa o porque la dejó acabar.

Hoy, el departamento donde más se vende Aguardiente Llanero es Vaupés, pero no hay estrategias para contrarrestar el avance comercial de aguardientes como Néctar, Amarillo o Antiqueño, que han arrasado en puntos clave como Villavicencio y otros municipios.

En el debate también quedó claro que durante las gestiones de los exgerentes de la ULM, Diego Meyer, exdefensor del Pueblo, y Giovana Lovo, fueron los años de mayores pérdidas de la empresa. Otros diputados también cuestionaron a la Contraloría del Meta, que no advirtió de la situación.

“Si 2025 no es positivo, por ley debemos cerrar y el otro año pensar en otros modelos de negocio para la marca. Estamos a tiempo para retomar el camino y sanear las finanzas y volver a posicionar el Aguardiente Llanero”, dijo el gerente de ULM, Luis Alfredo Arias.

Agregó que él mismo se encargó de liquidar amigablemente los convenios que no dieron resultados,  estaban lesionando las finanzas de la entidad y espera que para 2026 haya nuevos productos para la venta.