El padre Arnaud y las vías del Llano

A propósito de la lectura de un artículo del comunicador e historiador, Oscar Pabón, sobre nuestra desafortunada vía Bogotá – Villavicencio, afloró en mi mente un escrito de Monseñor Gregorio Garavito, quien me lo regaló durante una de las tantas tertulias que disfrute con tan importante personaje.

A monseñor Garavito, se le deben el libro ‘Historia de la Iglesia en los Llanos’ que relata no solo el desarrollo de la misión monfortiana en la región, sino detalles de la vida en tiempos antiguos. A Monseñor tanto le deben el Meta y especialmente Villavicencio; a manera de ejemplo también quiero mencionar la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán y el Colegio Normal de Villavicencio, como parte de sus vastas realizaciones.

Volviendo al escrito obsequiado por monseñor, llamado ‘Diálogos de ultratumba entre el Sabio Francisco José de Caldas y el Padre Juan Bautista Arnaud’, el mismo reposa en la revista ECO Llanero en la edición Junio -Julio año 4 No. 20.

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En el mismo, el Padre Arnaud le menciona al Sabio Caldas que gracias a que el presidente Marco Fidel Suárez lo nombró Director Ad honorem de la colonización oriental, treparon con un grupo de valientes las montañas y selvas del alto Guatiquía y el Guavio. Tras este viaje estudió y trazó sobre un mapa que adjunta, cuatro vías para unir a Bogotá con Uribe; Bogotá con San Martín; Bogotá con Villavicencio y Bogotá, Fómeque, Medina con Cabuyaro, que era un puerto internacional en esa época.

Hacía notar que eran todas importantes y ninguna era alterna de la otra, pues con ellas se evitaría el cuello de botella de Villavicencio para llegar desde Bogotá a regiones distantes e importantes para un futuro desarrollo del Meta, tales como Uribe, Cabuyaro, para acceder al río Meta, vía natural y fácil para un comercio Internacional.

Desgraciadamente las autoridades capitalinas solo autorizaron la vía más peligrosa, que tantas vidas ha cobrado y daños económicos y materiales ha causado, con la cual se comunica nuestro querido territorio de los Llanos orientales, incluido Casanare y Arauca. Continuamos con la esperanza que usted Padre Arnaud sea escuchado de veras.