La Ley 100 y Álvaro Uribe

- Publicado en May 13, 2024
- Sección Columnistas

Por Leonel Pérez Bareño/ Escritor
Pocas leyes tan eficaces, afortunadas y benéficas como la Ley 100 de 1993. Fue a través de esta que Colombia superó un siglo de atraso, se logró una muy buena ley. Pero se equivocan quienes le atribuyen el mayor mérito de este acierto a Álvaro Uribe. El verdadero autor de tan laureado paso fue Juan Luis Londoño, un economista bogotano de origen paisa.
Tuve la oportunidad de ser su amigo y compañero de estudios en Boston. Allí yo empezaba mi maestría en Ciencia Política, mientras Juan Luis trabajaba en la tesis de grado de su doctorado enN Harvard. Esta constituyó un trabajo de gran calidad, titulada ‘Pobreza, inequidad y educación en el desarrollo de América Latina’.
Sobre sus avances, nos comentaba a unos colombianos que nos reuníamos en su oficina para intercambiar ideas sobre la actualidad de Colombia.
Era Juan Luis un paisa típico más que un cachaco bogotano. Superagradable, conversador, inteligente, disciplinado, comprometido con las más nobles causas de nuestro país.
Al culminar su tesis y lograr su grado de Ph D, regreso a Bogotá y allí fue nombrado subdirector del DNP. Años más tarde fue designado por el presidente Uribe como ministro de Salud. Pero su mayor logro ocurrió en los nacientes noventas, cuando logró sacar adelante la ley que transformaría en el mejor sentido la salud del país.
El presidente Gaviria confío en Londoño y tuvo el acierto de convencer para ponente al senador Álvaro Uribe. Los tres eran activos miembros del Partido Liberal. Juan Luis rompió paradigmas, estudió sistemas de salud de varios países e inventó una fórmula para Colombia, gracias a la cual se pasó de una cobertura del 25% al 98%.
Muchos críticos, la mayoría ignorantes y desinformados, despotrican de esta ley y su ponente, sin advertir el gran salto que dio Colombia al respecto. Pero la ley no es perfecta, es susceptible de ser mejorada. Juan Luis pereció en un accidente de aviación en febrero de 2003. Dejó una viuda de ascendencia llanera y tres hijas, y un legado imposible de negar para las nuevas generaciones.
