Lo que nos espera en las pruebas ICFES 

Mientras las instituciones privadas invierten en la formación de sus estudiantes, los colegios oficiales carecen de recursos y motivación para mejorar.  

El fin de semana pasado los estudiantes de bachillerato del Meta presentaron sus pruebas ante el ICFES. A propósito de lo que medirán esos resultados, expertos sugieren acciones entre instituciones educativas y el sector privado para revertir tendencias negativa.

Por Luissa Fernanda Pérez 

El pasado fin de semana cerca de 3.000 estudiantes de bachillerato presentaron en el departamento del Meta las pruebas del Estado, para acceder a educación superior. La tendencia demuestra que los alumnos metenses han tenido un rendimiento inferior en las pruebas ICFES, con un promedio de 250 sobre 500. Este dato refleja un problema educativo significativo en la región. 

Luis Enrique Vargas Cuéllar, experto en educación, explica que estas dificultades se deben a varios factores estructurales y pedagógicos que requieren una atención urgente por parte de las autoridades departamentales. 

En primer lugar, Vargas Cuéllar destaca que la prueba ICFES evalúan competencias cruciales en comprensión de lectura, un área en la que los estudiantes del Meta muestran serias deficiencias. “Hay que leer más… mucho más”, enfatiza, subrayando que la baja competencia en comprensión de textos es uno de los principales motivos de los resultados bajos. La falta de un hábito lector desde edades tempranas, especialmente en colegios oficiales, es una barrera que impide que los jóvenes comprendan y analicen los textos complejos que se presentan en la prueba. 

Además, las pruebas también miden la lógica matemática, un área en la que los estudiantes carecen de habilidades debido a un enfoque excesivo en rutinas operacionales en lugar de en el desarrollo del pensamiento lógico. Vargas Cuéllar señala que se necesita un cambio en los métodos de enseñanza para que los estudiantes aprendan a razonar y resolver problemas matemáticos de manera más efectiva. 

Otro aspecto que incide en los bajos resultados es el componente de inglés, que representa el 20% de la prueba. En el Meta, el aprendizaje del inglés no se aborda adecuadamente desde la primera infancia, especialmente en las instituciones públicas, lo que limita la capacidad de los estudiantes para obtener buenos resultados en esta sección. 

Asimismo, Vargas Cuéllar critica la falta de destreza en la resolución de preguntas cerradas, como las de selección múltiple, que son predominantes en las pruebas ICFES. Esta dificultad se atribuye a la falta de familiarización y práctica con este tipo de evaluaciones, que no se implementan adecuadamente en el proceso educativo. 

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A esto se suma la ausencia de una estrategia pública de preparación para estas evaluaciones. Mientras que las instituciones privadas invierten recursos significativos para preparar a sus estudiantes, los colegios oficiales carecen de un apoyo similar, lo que genera una disparidad en los resultados. Los maestros de colegios privados, condicionados por su estabilidad laboral, están más incentivados a asegurar buenos resultados, una presión que no recae en los docentes del sector oficial. 

Cristian Luján, otro experto en el área, resalta que, para los colegios oficiales, los resultados del ICFES no son un indicador de medición relevante, lo que reduce su interés en prepararse para estas pruebas. Además, Luján señala que la educación oficial enfrenta un déficit de estudiantes, lo que disminuye aún más la motivación para enfocarse en la mejora de los resultados del ICFES, especialmente en sectores donde los recursos económicos limitados hacen que no todos aspiren a acceder a la educación superior. 

Por otro lado, César Augusto Pérez Londoño, rector de la Universidad Cooperativa de Colombia, subraya la importancia de programas que no solo faciliten el acceso a la educación superior, sino que también aseguren la permanencia de los estudiantes. Pérez Londoño reconoce que muchos estudiantes llegan a la universidad con deficiencias educativas, lo que obliga a las instituciones a implementar tutorías y programas de nivelación para que puedan alcanzar los estándares requeridos. 

Los planes de desarrollo municipal en Villavicencio y del departamento incluyen programas específicos para mejorar estos indicadores. Villavicencio ha establecido metas concretas que se espera se cumplan para superar esta problemática. Sin embargo, Vargas Cuéllar advierte que el departamento, lamentablemente, no ha fijado metas específicas en su plan, un error de planeación que podría ser corregido en los próximos ajustes. 

En conclusión, es urgente que se adopte una estrategia conjunta que involucre a instituciones educativas, la gobernación y sectores privados como Ecopetrol, para mejorar los resultados de las pruebas ICFES en el Meta. Esto no solo permitirá una comunidad educativa más competente, sino que también abrirá puertas a mayores oportunidades de educación superior y desarrollo personal para los jóvenes de la región.