Política y extremos | Opinión


- Publicado en May 12, 2025
- Sección Columnistas, Lo Mas Reciente
Esta discusión en Colombia entre la izquierda y la derecha, empieza a hacer crisis. El barullo que genera, terminará por agotar a una población que oye muchos discursos pero no ve acciones. Unos ofrecen cambio a toda costa; otros prometen estabilidad a cualquier precio. En medio del ruido ideológico, lo que se pierde es el sentido común.
Pero no todo en los extremos es descartable.
A la izquierda hay que reconocerle su insistencia en la justicia social, en la necesidad de cerrar brechas, en ponerle voz al que nunca ha sido escuchado. Gracias a esa visión, se han conquistado derechos laborales, ambientales y civiles que antes parecían imposibles. Conquistas de una izquierda de hace décadas, representada especialmente en el partido liberal de entonces, hoy anacrónico y carente de relato.
A la derecha hay que agradecerle su defensa de la propiedad privada, del orden institucional, de la economía productiva como motor del desarrollo. Ha sido clave para atraer inversión, defender la empresa y entender que sin reglas claras no hay país viable.
El problema es que, en su forma más radical, ambos extremos pierden el rumbo.
La izquierda puede caer en el asistencialismo sin sostenibilidad. La derecha, en el olvido del que no ha tenido nada.
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Ambos han coqueteado con el populismo. Mucho discurso. Poca ejecución.
Mucho aplauso. Poca solución.
Por eso defiendo un centro con criterio.
Un centro que puede construir un país con mayor equilibrio y equidad. Que tome de cada vertiente ideológica lo mejor, para que con habilidades de estado pueda desarrollar políticas publicas que de verdad mejoren la calidad de vida de los colombianos. Que tome de la izquierda su sentido de comunidad, su lucha por la equidad; y de la derecha, su disciplina fiscal, su apuesta por el mérito, su visión de largo plazo.
El centro no es tibieza. Es equilibrio con dirección. Es técnica con propósito.
Es política con soluciones.
Nos han querido vender que hay que escoger entre sensibilidad social y eficiencia estatal. Falso. El futuro exige ambas.
“No es solo estar en la mitad. Es estar donde las cosas se hacen bien”.

