Prepárame la cena que regreso pronto…

Así se titula la canción de Calle 13, como frase de aliento para quienes esperan la llegada de aquellas mujeres que fueron víctimas de la esclavitud por la que tienen que pasar quienes han caído en la trata de personas.

Por: Luissa Fernanda Pérez

“Mi nombre es Mariana, tengo 18 años y fui víctima de trata de personas en 2021. Trabajaba en un salón de belleza, una exjefa me contactó para ofrecerme trabajo como estilista en España; yo acepté, no tenía el dinero, pero ella me lo prestó. Al llegar al país, me llevaron a una casa donde me sometieron a violencia psicológica, sexual y pornografía. No tenía cómo comunicarme, pero un día me robé un celular, llamé a un primo en Colombia quien avisó a las autoridades y por medio de una brigada española, me pudieron rescatar”.

Este es un caso real que le ocurrió a Mariana, quien vivía en la capital del Meta que, según un informe de la Fiscalía, se encuentra en la lista de ciudades donde más se registra el delito de trata de personas.

Hace poco las alarmas por el flagelo se prendieron con el caso de dos mujeres quienes presuntamente, fueron llevadas con engaños a México y luego retenidas para ser explotadas sexualmente.

“En lo que va del año se han presentado cinco casos de los cuales se han logrado rescatar tres víctimas”, indicó Viviana Palacios, secretaria de la Mujer de Villavicencio.

Según Palacios, las mujeres fueron contactadas por redes sociales, les prometieron un empleo como meseras, casa, comida y pasaporte, siempre y cuando aceptaran ser trasladadas a México.

“Cuando llegan allá les dicen que tienen una deuda donde no se especifica de cuánto. Nunca para, es una deuda exorbitante, entonces las manipulan y de esta forma son obligadas a ejercer la prostitución sin pagos y sin alimentación”, señaló la funcionaria.

Si bien hay casos donde las mujeres saben que van como trabajadoras sexuales, sus derechos se ven violentados. “Les quitan el pasaporte que es un derecho fundamental a la identidad, eso es una señal de trata y si bien algunas saben que van a ejercer la prostitución, las condiciones son inhumanas, todo el tiempo, sin descanso, las trasladan de un lugar a otro sin un buen trato”, explico Palacios.

La finalidad de la trata no solo es por la explotación sexual, también algunas víctimas son obligadas a la mendicidad, a la servidumbre, matrimonio forzado, esclavitud y tráfico de órganos.

Hasta el momento las investigaciones apuntan a que las personas desaparecidas por trata de personas generalmente son llevadas a Cancún, Ciudad de México o a Lima, en Perú.

Para evitar caer en estas trampas, la Secretaría de la Mujer advirtió que es importante no dejarse llevar por promesas que sean imposible de conseguir tan fácil: “si te ofrecen todo gratis antes de viajar, averiguar sobre la persona o la empresa, es importante que las mujeres que reciben este tipo de ofertas, no se queden calladas, que informen a sus familiares, cuál es la empresa, a dónde van a ser llevadas, quiénes son las personas que las contactan”.

Hay casos que siguen en silencio, las familias no denuncian por miedo o las mujeres no hablan por el temor a ser juzgadas. “Tuvimos un caso de una mujer que hacía tres meses se fue como trabajadora sexual, pese a que se comunicaba con su familia, ellos no tenían conocimiento de las condiciones inhumanas en las que laboraba, se convirtió en explotación sexual, con una deuda interminable y si pides para mandar a tu familia, eso incrementa y entonces te llevan de prostíbulo en prostíbulo”.

Finalmente, el llamado que hace la funcionaria es a que las familias estén alertas, generalmente las víctimas de esta red escogen menores que estén a pocos días de cumplir los 18, mujeres que viven en precariedad, mujeres migrantes o de barrios populares.

“Esos anuncios repentinos de las mujeres a sus familias, diciendo que se van para México o si saben que la mujer no tiene una solvencia económica para salir tan rápido del país, hay que prestarles atención”, señaló la secretaria.

El Ministerio de Interior lanzó una aplicación móvil que se llama “LibertApp”, en ella hay un botón de pánico, para ubicar a la víctima en tiempo real desde su teléfono, con sus datos básicos, la alarma llega al Centro Operativo Antitrata de Personas (COAT), y se inicia rescate.

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