‘Si queremos ser la despensa agrícola hay que empezar a hacerla ya’: gerente de Bioenergy

- Publicado en Feb 22, 2025
- Sección Entrevistas, Lo Mas Reciente
El ejecutivo explica que en la región los llaneros debemos aprender a que todos vamos para el mismo lado, acostumbrarnos a que deben venir más empresas de todos los sectores, pero sin la incertidumbre que dejan de la infraestructura vial y los paros.
Por Jhon Moreno
Aunque desde hacía tres años se desempeñaba como gerente Financiero de Bioenergy, José Antonio Franco Pulgarín (J.F.) hace tres meses se convirtió en el gerente General de esta empresa, la misma que estuvo a punto de ser un elefante blanco cuando era filial de Ecopetrol.
Se trata de un contador pereirano, con una maestría en Finanzas, quien asumió la gerencia del único ingenio en los Llanos Orientales, dedicado a la producción de etanol. Reemplazó a Rubén Darío Lizarralde, el exministro que salvó de la desaparición a la empresa, y quien anunció su renuncia desde el 31 de octubre de 2024, dejando en marcha un proceso para que la compañía sea líder del sector energético en la Orinoquia.
Periódico del Meta (PDM) visitó a Franco Pulgarín en la planta procesadora de caña de azúcar en Puerto López, donde ya se cultivan 20.000 hectáreas, para preguntarle cómo va la zafra (cosecha) por estos primeros meses del año y cuáles son los nuevos desafíos para la empresa, cuya liquidación terminó el 9 de marzo del 2022 para darle paso a un grupo de inversionistas caldenses.
PDM: ¿Por qué apostarle a un negocio que Ecopetrol abandonó?
J.F.: Los accionistas dijeron que no se podían quedar 850 familias sin sustento. Si esta empresa se hubiera vendido por pedazos, la región hubiera sufrido mucho: los agricultores, Puerto López y las comunidades. Lo que se ha logrado hasta hoy ha sido mucho mejor de lo que esperábamos.
PDM: Es decir que los inversionistas están felices…
J.F.: Muchísimo. No podemos decir que estamos en la gloria, tenemos deudas con los antiguos acreedores, tenemos que cumplir con la reorganización que es a cinco años, estamos en el tercer año. Nos hicimos unos propósitos grandes porque cuando llegamos no había caña; lograr nuevamente la confianza de los agricultores para que nos dieran tierras para cultivarlas, era muy complejo, pero lo hicimos.
PDM: ¿De cuánto es la producción actual?
J.F.: Empezamos con un TCH (Toneladas de Caña por Hectárea) de 46 toneladas en la primera zafra (cosecha) del 2022; hoy estamos en 70 toneladas/ha. Inicialmente estábamos moliendo cerca de 700.000 toneladas, hoy vamos a superar el millón de toneladas en esta zafra.
PDM: ¿Cómo logran ese aumento en TCH?
J.F.: Estamos muy juiciosos en lo que hay que hacer: un plan de renovación total, personal técnico local y hasta del extranjero, hay que recuperar variedades, suelos.
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PDM: ¿Tenemos entendido que también hacen inversión científica?
J.F.: Sí. Hay varios laboratorios: de caña, de suelos, de control de plagas y con Cericaña, que es el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar, avanzamos en la parte científica.
PDM: Periódico del Meta dijo en 2021 que Bioenergy era una vergüenza por todo lo que estaba pasando, ¿hoy es un orgullo?
J.F.: Ya somos un orgullo de la región. Somos una empresa que va creciendo, que aún le falta por llegar a otras metas y ya probamos que se puede cultivar caña con costos competitivos y probamos que tenemos una fábrica de etanol, que es la mejor de Colombia. Ahora tenemos que diversificar.
PDM: Es decir, ¿involucrarse en otros negocios?
J.F.: Ofrecemos alcohol carburante y energía con el bagazo de la caña, pero tenemos mucho por hacer. Hemos mejorado en eficiencias y costos y viene ahora lo comercial.
PDM: Pero, precisamente, ¿cómo pinta el negocio en las actuales circunstancias del mercado?
J.F.: Muy difícil. Tenemos un commodity, un producto cuyo precio lo fija el gobierno, en el que no somos competitivos, pero para serlo hay que seguir creciendo, ahí está el reto.
PDM: ¿Si se necesitara un apoyo del Gobierno Nacional cuál sería?
J.F.: La realidad es que tenemos que ser competitivos. No se trata de proteger por proteger lo interno, sino proteger una buena industria, que cumpla los parámetros ambientales. Pero a nosotros nos toca ser competitivos.
PDM: ¿La idea es exportar alcohol carburante?
J.F.: Si somos competitivos, ¿por qué no? Hoy no podemos, por costos. La infraestructura que tiene el país en vías es muy difícil serlo. Nos falta un tiempo, vamos por buen camino.
PDM: ¿Cuánto empleo genera Bioenergy?
J.F.: Tenemos 850 personas: 50% en la parte agrícola y 50% en la industrial. Son empleos directos, pero los indirectos pueden ser tres veces más. Infortunadamente muchas personas de la región no conocían de caña y llegamos de otras partes, pero la idea es que mediante un plan de responsabilidad podamos capacitar al personal de la región y que en unos años el 90% de los trabajadores sean de la región.
PDM: En Malocas Académico usted advirtió que es urgente capacitar mano de obra calificada en la región…
J.F.: Así es. No todo es petróleo. Hay cultivos que se pueden desarrollar y tener necesidades específicas. Con Sena y universidades estamos trabajando en esos temas.
PDM: El relacionamiento con las comunidades es más importantes para las industrias, ¿cómo van con ese tema que cada vez es más clave para asegurar la producción?
J.F.: En la primera etapa fuimos muy tímidos porque básicamente el plan era salvar la empresa, aunque hubiéramos querido no podíamos. Hoy que estamos en una nueva etapa ya hacemos cosas como arreglo de vías, conexión digital y haremos encuesta sobre las necesidades de las comunidades.
PDM: ¿Las deudas con las comunidades se pagaron?
J.F.: Todas las deudas se están saldando. Recuerde que venimos de una liquidación y estamos en una reorganización en la que los nuevos dueños tienen el compromiso de pagar. Por eso les hemos pedido a sindicatos y comunidades que nos dejen trabajar porque el día que no nos dejen trabajar, esta empresa vuelve a liquidación. A hoy no hemos tenido ni un paro.
PDM: Tienen 20.000 hectáreas de caña sembrada, ¿van a ampliar ese número?
JF: Nuestro objetivo ahora es llegar al máximo de producción con lo que tenemos hoy. El máximo en el mundo es 85-90 TCH (y actualmente estamos en 70); una vez cumplamos esa meta pensaremos en ampliarnos.
PDM: ¿Le preocupa la inseguridad jurídica de la tierra?
J.F.: Yo llegué a esta región y me enamoré, pero siento que aunque dicen que esta es “la despensa de Colombia”, no lo hemos hecho realidad y para eso se necesita mejorar tierras, las vías, la educación y la infraestructura.
PDM: Usted es de Pereira ¿qué debemos aprender de la industria risaraldense?
J.F.: Debemos aprender que todos vamos para el mismo lado, debemos aprender deben venir más empresas de todos los sectores, tenemos que aprender a tecnificarnos. Debemos aprender a meternos en una cultura agrícola de verdad.
PDM: En el Llano siempre vivimos de los sueños: un tren de carga; la navegabilidad del río Meta; la conexión con el Pacífico y no los concretamos. Ustedes que vienen de afuera, ¿qué piensan?
J.F.: Usted lo ha dicho, ese es el tema: no soñemos, hay que concretar. Eso no se hace todo de la noche a la mañana, pero hay que empezar a hacerlo. Si queremos ser la despensa agrícola hay que empezar a hacerla y dejar de soñarla. Aquí hay tierra, gente muy inteligente, pero los inversionistas no arriesgarán a venir con paros y falta de vías. Los sueños hay que cumplirlos no con políticas de un gobierno sino con políticas de Estado.
