Una madre diferente

«Si ser mamá es algo muy complicado, ahora ser mamá soltera y trans es aún más difícil».

Sofía Niño, una mujer llanera transgénero y madre de un niño de trece años, representa una de esas maternidades que existen, pero no se cuentan.

Por Alejandro Monasterio / Especial Periódico del Meta

En un relato de amor de madre, Sofía Niño, cantante y artista escénica, mujer transgénero de treinta y dos años, comparte su experiencia como madre de un niño de trece años en medio de los desafíos y las alegrías que conlleva la crianza.

La vida de Sofía ha estado marcada por una lucha constante por encontrar su lugar en el mundo. Desde una edad temprana, supo que su género era femenino, pero creció en un entorno que le exigía comportarse de acuerdo con los roles de género tradicionales. Sin embargo, al salir de su hogar en Porfía a los 16 años, comenzó su transición de género con la vestimenta.

El camino de Sofía hacia la maternidad no fue convencional. En una relación anterior, su pareja quedó embarazada sin contarle a la artista. Pasado un año, la otra madre volvió a aparecer en su vida, le conto lo del niño, se lo entrego y volvió a irse, y a pesar de las circunstancias difíciles, Sofía abrazó su papel como madre, enfrentando la adversidad con valentía.

«Ser mamá es algo muy complicado, ser mamá soltera y trans es aún más difícil», afirmó. Ella ha experimentado diversas formas de discriminación y violencia debido a su identidad de género, pero siempre ha priorizado el bienestar de su hijo por encima de todo.

«Hubo momentos donde yo aguantaba hambre, pero a mi hijo nunca le faltó nada», compartió Sofía. A través de su ejemplo, ha inculcado en su hijo valores de bondad y respeto, “que su corazón este lleno de cariño, cosa que fue lo que la sociedad me negó”.

A pesar de los obstáculos, ha construido una familia junto a su esposo William y su hijo. Aunque inicialmente enfrentó dificultades para encontrar aceptación dentro de su familia y la sociedad, hoy en día ha logrado establecer relaciones positivas con su madre y la otra madre del niño.

Sin embargo, ella aún enfrenta desafíos en su búsqueda de reconocimiento como madre transgénero. En ocasiones, se le niega su papel de madre, desde ser felicitada en el Día de la Madre como el «padre» hasta dificultades para el registro civil de su hijo, allí “reposa un nombre masculino que no es el mío, en el rol de padre, y me han contestado que no es viable que haya dos madres biológicas”.

En su visibilidad como artista en escenarios y redes sociales adicional a su activismo por los derechos LGBT+, Sofía también se preocupa por proteger la integridad de su familia, el no exponer a su hijo a riesgos. A través del arte y la participación, ha enseñado a su hijo a ser una persona libre y a pensar por sí mismo, fomentando así su desarrollo como individuo.

La historia de Sofía Niño es una poderosa celebración de la resiliencia y el amor de las diversas formas de ser madre. A través de su experiencia, desafía los estereotipos y construye familia como ese núcleo fundamental de la sociedad, según reza el Articulo 42 de la carta magna. “Me siento afortunada de tener una familia, me parecía un sueño que nunca iba a pasar”.