Algodón: nueva cosecha de la Altillanura

La apertura de la nueva desmotadora en Puerto López, es la materialización de un sueño que se truncó en la región hace más de 30 años.

No son infundadas las expectativas que ha generado la apertura de la nueva planta desmotadora de algodón en Puerto López, con miras al renacimiento de este cultivo en el departamento del Meta.

Su puesta en marcha significa que la región entre a un mercado que había abandonado hace casi 30 años por problemas del mercado, pero que hoy puede renacer en condiciones muy buenas para los productores. La Altillanura es una zona nueva que se vincula a la producción, con una oferta casi que ilimitada para la siembra del algodón, por lo que es necesario hacer el debido seguimiento a su desarrollo para evitar conflictos alrededor del uso y la propiedad del suelo.

El año pasado, por algunos inconvenientes de semillas y fungicidas, se lograron sembrar 500 hectáreas de las 1.000 proyectadas, sin embargo, para el 2025 se prevé que ya se estén sembrando 8.000 hectáreas en el Meta, sin contar con las Vichada que también va a entrar al negocio del cultivo.

Este año se espera una producción en el Meta de 1.200 toneladas de algodón, mientras que para el 2025 sería de 11.200 toneladas. Otras regiones productoras como la Costa, tiene proyectado este año sembrar 10.100 hectáreas y 12.100 para hectáreas para 2025.   

Para 2022 se espera un consumo de 40.000 toneladas, el cual aumentará al ritmo de unas 17.000 toneladas anuales para superar las 90.000 toneladas en 2025.

En Colombia el algodón tiene dos cosechas en el año. La zona ‘Costa – Llanos’ comprende las regiones del ‘Caribe húmedo’ de los departamentos de Córdoba y Sucre, el ‘Caribe seco’ que comprende a los departamentos de La Guajira y del Cesar; y los Llanos Orientales que cubre a los departamentos del Meta y Vichada. Esta zona siembra en el segundo semestre y cosecha en el primer semestre del año siguiente. La zona ‘Interior’ comprende a los departamentos de Huila, Tolima y Valle del Cauca que siembran en el primer semestre y cosechan en el segundo semestre.

El éxito del cultivo en el Meta está determinado por la adaptabilidad de las semillas transgénicas desarrolladas por BASF y hay interés de los inversionistas para desarrollar el cultivo en esta zona por el déficit del mercado interno y por las necesidades de la semilla de algodón como alimento para las ganaderías, el sector porcícola y avícola.

Productividad por hectárea 

Los rendimientos esperados en Altillanura son considerablemente altos pues pasarían de 1.200 kilos en la cosecha 2022/23 a 1.400 kilos en 2024/25.

Como la industria tiene acceso libre al algodón proveniente de los principales socios comerciales, como Estados Unidos y el Mercosur, los precios internos se determinan con base en los precios internacionales. 

Por acuerdo entre la industria textil y los algodoneros, se toma como referencia los precios de la Bolsa ICE de Nueva York y las compras se liquidan en pesos con la tasa de cambio y la cotización vigente en el momento de las entregas.

No se considera en la formación del precio otros determinantes como los fletes y gastos de internación del algodón, pues, en su lugar, la industria y los productores firman contratos de suministro en donde se establecen condiciones en materia de calidades, premios, castigos y aseguramiento de la absorción, que les da seguridad comercial a las partes.

Tierras

El cultivo del algodón forma parte del sistema de cultivos transitorios o semestrales del país. En zonas de la altillanura se espera implementar un sistema de rotación soya-algodón y maíz-algodón.

En principio, no se presentarían problemas de oferta de tierras para el algodón, para las proyecciones de producción. En el caso en que se requiera ampliar la producción, la demanda de tierras se volcará hacia la zona de la altillanura, que dispone de grandes extensiones para el cultivo empresarial y mecanizado.

Los proyectos de expansión del cultivo en la altillanura se basan en la mecanización moderna de todas las etapas del cultivo. La ampliación de los cultivos en las zonas tradicionales del país, van a requerir de la renovación y ampliación del parque de maquinaria.