Aumenta el vacío por brecha laboral en el Meta

Por Catalina Gallego

Según las últimas estadísticas del DANE sobre mercado laboral por departamentos, para el 2021 el Meta fue el segundo departamento con mayor tasa de desempleo del país: mientras que el 16,3% de los hombres se encontraban desempleados, las mujeres representan el 20,9%, es decir, una brecha del 4,6%.

Para el trimestre móvil noviembre 2022 – enero 2023, la tasa de desempleo para las mujeres fue 14,1% y para los hombres 9,0%, es decir una brecha de 5,1%

“Los grupos de población que tienen más acceso a empleo son las personas que tienen mayor nivel de preparación o capital humano. De hecho, lo que uno se encuentra es que las mujeres tienen mayores niveles de capital humano, los años promedios de educación en las mujeres es más alto”, explicó a Periódico del Meta Andrés García, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

Sin embargo, en el Meta las mayores oportunidades de empleo se encuentran en la rama de actividad comercio y reparación de vehículos con un 21,5%, oficios que en gran medida son realizados por los hombres. Mientras que las mujeres acuden al sector servicios: hoteles, restaurantes, peluquería y cuidados domésticos entre otros. En el departamento, esta rama categorizada como alojamientos y servicios de comida representan el 7,7% de la población ocupada.

Por otro lado, las restricciones de las mujeres en cuanto a las tareas domésticas, las obliga de cierta manera a aceptar empleos que les brinda flexibilidad o que son catalogados como informales, y que lamentablemente les pueden ofrecer una remuneración desconsiderable.

“Hay restricciones en las mujeres para entrar al mercado laboral. No con esto se dice que es la principal causa de la brecha de desempleo, pero sí es una barrera importante que hace que las mujeres tengan que buscar empleos relativamente flexibles o trabajos informales. Estudios han demostrado que las mujeres valoran mucho la flexibilidad al momento de aceptar un empleo, pero esto significa recibir menos salarios”, aseguró García.

Asimismo, el investigador explicó que “muchas de las mujeres que cuentan con un empleo y que deben cumplir una jornada laboral tan extensa como la de los hombres, llegan a sus casas a cumplir otra jornada no remunerada y son las responsabilidades de lo que se llama el cuidado directo e indirecto, estos son los quehaceres del hogar, preparar la comida, arreglar la ropa, cuidar a los hijos y a los ancianos”.

¿Reforman reduce la brecha?

En medio de las propuestas de la reforma pensional que será presentada el próximo 22 de marzo ante el Congreso de la República, el artículo 36 del borrador busca un beneficio de semanas para mujeres con hijos, pero generado diferentes posturas respecto a qué pasará con las oportunidades de empleo para las mujeres.

De acuerdo con expertos en el área laboral, es una propuesta positiva para reconocer el trabajo no remunerado que hacen las mujeres en sus hogares, sin embargo, esto podría influir en la brecha de género en el mercado laboral.

“Creo que es una ampliación y un reconocimiento a esa noble labor que ha sido totalmente desconocida por la legislación, sin lugar a duda. Entonces, será un paso inicial de muchos que se deben dar por el reconocimiento de las actividades o de la economía del cuidado”, indicó Javier Almanza, director del Área Laboral del Consultorio Jurídico de la Universidad del Rosario.

De igual manera, Andrés García sostiene que “el país tiene que dar una visión un poco más inclusiva, en muchos sentidos. Por ejemplo, el hecho de que los hombres tengan una licencia de paternidad mayor, es muy positivo, y creo que reconocer el trabajo no remunerado que hacen las mujeres también es positivo”.

Ahora bien, para que este tipo de inclusión no aumente la brecha de desempleo, tendrá que haber estrategias financieras para que no se perjudique la economía de las empresas.

“Sí puede haber un aumento en la brecha de mercado laboral, por eso debe haber una norma que la complemente y es una propuesta que ya ha manifestado, incentivos tributarios para cualquier empleador que sostenga una política de contratación de género adecuada y constante, sería lo ideal”, indicó Javier Almanza.

De forma similar, García cuestiona: “¿quién va a terminar financiando esto?, con tanta informalidad que hay en Colombia y a la medida que se carguen más costos a las empresas, esto siempre será una excusa para pensar que eventualmente esto va a generar barreras de acceso al mercado laboral de las mujeres”.

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