Buscan soluciones para ordenar vereda El Carmen

Con el paso de los meses este sendero ha venido incrementado el número de visitantes, especialmente los fines de semana. El comercio desorganizado y el mal uso de la vereda por muchos visitantes, hace que se esté saliendo de control este destino. 

Por Jhon Moreno

Aunque no se tiene con precisión el número de caminantes que sube a la vereda El Carmen de Villavicencio, algunos vecinos que habitan el sector calculan que en un fin de semana, con puente festivo incluido, pueden llegar allí unas 15.000 personas.

Sin embargo, la cifra es incierta porque no se ha hecho un estudio de capacidad de carga que determine los máximos que pueda soportar este sitio que, entre otras, hace parte de una de las más importantes reservas ambientales de la ciudad.

Este destino turístico de Villavicencio que, según el reportaje de Noticiero Macarena ‘El tesoro oculto de la vereda El Carmen’, podría tener ocultos caminos de herradura que datan del siglo XVIII, es amenazado por varios factores, entre ellos el desorden y el mal comportamiento de muchos de quienes aprovechan el espacio.

Además de caminantes que ascienden por deporte, son muchos los que no saben cuidar el sitio y lanzan basura y plásticos a quebradas o al mismo bosque, afectando la flora y la fauna del sector. Las autoridades advirtieron que también le pondrán el ojo a los ciclistas imprudentes que bajan a alta velocidad o aquellos que suben con parlantes, afectando con música a alto volumen a aves, monos e incluso insectos.

“Creo que la principal amenaza es la falta de cultura porque, por ejemplo, hay personas que traen a sus mascotas sin bozal o animales que van dejando sus excrementos por la vía, afectando a otros turistas. Yo recojo todos los días, con mi familia regueros. Nos hace falta sentido de pertenencia a los que venimos a disfrutar del sendero”, dijo Herblay Morales, conocido como ‘El Profe’ y habitante de la vereda.

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A este desorden provocado por la falta de cultura ciudadana, se suma el de los vendedores ambulantes que han llegado allí, apropiándose del sendero o de zonas verdes que pertenecen a la reserva. En el ‘mercado persa’ de los fines de semana se puede encontrar desde comidas rápidas, helados y artículos y comida para mascotas, hasta ventas de ropa deportiva, paquetes de ramen y hasta no hace mucho había avisos que ofrecían ventas de lotes en plena reserva natural.

Soluciones

Para empezar a resolver estas problemáticas, María Alejandra Góngora, ingeniera ambiental del Instituto de Turismo de Villavicencio, dijo que «nos reunimos con Cormacarena para revisar los compromisos y acciones enmarcados en la Política Pública de Turismo de la ciudad. Nuestro principal objetivo es coordinar esfuerzos y fortalecer la cooperación interinstitucional para promover buenas prácticas en las rutas ecoturísticas de estos sectores«.

En ese sentido, las entidades han destacado la necesidad de reducir el impacto humano en estos destinos, que forman parte de la Reserva Forestal Protectora Buenavista. Para ello, se aplicarán medidas de conservación y programas de sensibilización dirigidos a operadores y visitantes, promoviendo el respeto por los ecosistemas estratégicos del municipio.

El ingeniero ambiental Julio Rueda, coordinador de Ecosistemas y Áreas Protegidas de Cormacarena, explicó que el nombre completo del área es Reserva Forestal Protectora Quebrada Honda y Caños Parrado y Buque, dentro del cual hay tres puntos focales de turismo: Jardín Botánico, Cerro Cristo Rey y la Vereda El Carmen.

 “¿Qué se ha hecho puntualmente en la vereda?, campañas de educación ambiental con los visitantes y los mismos vecinos de la vereda, junto a la Policía de Turismo. Estamos caracterizando desde el año pasado a los vendedores que no tienen autorización de uso de suelo para concientizarlos, pero luego enviaremos guardabosques incógnitos para que quien no cumpla la norma, se retiren”, dijo el funcionario.

Rueda reiteró que se pondrán en cintura a los que lleven parlantes a alto volumen; a los ciclistas que irresponsablemente bajan a alta velocidad, provocando accidentes con personas y mascotas y también empezarán a sancionar a quienes lleven mascotas sin bozal o no recojan los excrementos.

“Los guardabosques incógnitos hacen parte de la estrategia, ya que harán inspección, reunirán evidencia de los que no cumplen las normas y cuando hagamos el operativo, será para retirar o sancionar a los que no cumplen”, explicó Rueda.

Adicionalmente, se busca la posibilidad de crear un manual de buenas prácticas para senderistas, ciclistas, deportistas y quienes pasean sus mascotas. Se busca articular esfuerzos con la Alcaldía para gestionar los recursos.