En acto de reconciliación excombatientes de Mesetas pidieron perdón a víctimas

Con un minuto de silencio el alcalde de Mesetas, Carlos Caicedo, inició el acto público de reconciliación en el que excombatientes de las Farc en el Meta ofrecieron perdón a un grupo de víctimas del conflicto armado en el Meta.

Líderes religiosos narraron testimonios de hechos victimizantes que sufrieron en el ejercicio de su labor tras años de conflicto, y Alejandro Rodríguez, vocero de la Iglesia Avivamiento, mediante una oración, precisó que la paz es lo que Colombia requiere para sanar los corazones de odios, venganzas y resentimientos.

En su intervención, la gobernadora Marcela Amaya aseguró que la paz es un objetivo de primer orden en el modelo de organización política del país, y que se debe comprender en una triple condición: como derecho, deber, y como valor fundamental de nuestra sociedad.

“Eso quiere decir que, como colombianos, tenemos responsabilidades y obligaciones frente a la consolidación de un mejor país. Obligaciones que trascienden nuestros espacios laborales o de desempeño, y que involucran otras áreas específicas de la vida”, expresó.

De igual manera la Gobernadora resaltó la importancia de las organizaciones religiosas en el departamento. “Lo primero es que encontramos que tienen un interés especial, y también una amplia experiencia de trabajo social relacionado con la formación de nuestros niños y jóvenes; y segundo, que identificamos unas líneas de trabajo muy claras y fuertes para prevenir y atender la violencia intrafamiliar y contra la mujer”, puntualizó.

Al finalizar, Amaya agradeció que sean las organizaciones religiosas las que sirvan de mediadoras en este tipo de escenarios donde se gesta lo impensable: sentarse todos como amigos y como compatriotas para hablar de paz. “Les agradezco por todo el trabajo que han hecho durante las últimas décadas en nuestro departamento del Meta. Por todas las vidas que han salvado, y los corazones que han reparado”, dijo la Gobernadora.

En acto conmemorativo, Marcela Amaya izó la bandera ‘Tengo raíces, pero también tengo alas’, junto al secretario de Víctimas, Derechos Humanos y Paz, Wilson Chavarro, como reconocimiento y dignificación a las víctimas del conflicto armado en Colombia.