El anuncio del DANE sobre el decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un -0,3% durante el tercer trimestre del año, es un tema que nos debe preocupar a todos. A esta altura del Gobierno Nacional, usted puede ser afín o no a los postulados de Gustavo Petro, pero antes que debates ideológicos, se necesitan soluciones, de lo contario, las consecuencias de esta caída económica las sufriremos todos: capitalistas, socialistas, progresistas y conservadores.

No todo puede confrontación y lucha de clases; es muy importante que nuestros dirigentes políticos, empezando por el Presidente y su gabinete, lo entiendan así.

Es más, la Confederación General del Trabajo (CGT), la central sindical más antigua del país y de origen liberal y comunista, dijo en un comunicado que “en estos momentos tan difíciles para la economía es necesario el diálogo social real entre gobierno(s), gremios empresariales y trabajadores organizados para acordar un plan de reactivación.

Agregó que “debemos recuperar la construcción de vivienda (Mi Casa Ya) e infraestructura; privilegiar la inversión en el campo; bajar las tasas de interés; detener incrementos en los combustibles; revisar la reforma tributaria del 2023 (la cual criticamos); acordar las reformas en trámite legislativo; ejecución presupuestal; y en especial generar confianza entre los actores involucrados”.

“Hoy hay desconfianza en diferentes carteras por sus desafortunadas actuaciones”, puntualizó.

Los sindicalistas, acostumbrados a luchar contra el poder, saben que “decirle la verdad al rey no es quitarle la corona”, y ya son muchas voces en el país le exigen a Petro que es hora de hacer una pausa y no seguir el camino hacia una recesión.

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Tanto la CGT, como Aliadas, la unión de 37 asociaciones y gremios de diversos sectores económicos, también instó al Gobierno Nacional a implementar un plan de choque que promueva el crecimiento.

Es decir, tanto socialistas como capitalistas, desde diferentes orillas piden acciones para revertir la cifra y salir del estancamiento de la economía, pues desde hace varios meses sectores clave como la construcción, la manufactura y el comercio han reportado la parálisis. El temor es que estas cifras negativas de desaceleración económica pueden poner en riesgo la justicia social, ya que los trabajadores podrían verse obligados a aceptar empleos de menor calidad.

Petro debe demostrar que nos seremos Venezuela.

Anexo: Contrario a como ocurre en Venezuela, donde todas las cifras oficiales son maquilladas, el DANE, actuando de forma técnica, no oculta la realidad del país. Punto a favor.

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