jueves, 28 de marzo de 2024

Entre peleas públicas y la ética periodística


Entre peleas públicas y la ética periodística 1
Steven Liévano (izq) y James García, periodistas.
RP
Redacción PDM

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Quienes han estado atentos a las plataformas digitales en los últimos meses han podido ser testigos del escalonamiento de una disputa entre James García y Steven Liévano, dos periodistas villavicenses de redes sociales, quienes no pudieron resistirse llevar sus diferencias personales al plano público.

De acuerdo con el Manual de Redacción de El Tiempo, que es un documento que bien podría aplicarse a todo medio de comunicación, “el periodista no debe ventilar en las páginas del diario reyertas o conflictos de carácter personal ni podrá utilizarlas para (…) vengar determinado acto que pudieran haber cometido contra él (…).

El periódico también llama la atención sobre el buen comportamiento de sus periodistas en todo momento pues en la generalidad de los casos, los particulares ven en el mal comportamiento de uno o dos periodistas como si fueran el de todos en el gremio.

Si bien es cierto que un periodista, a pesar de ser una “figura pública” tiene derecho a expresar lo que siente, a tener reacciones negativas frente a diversas situaciones, y a vivir igual que todo ser humano una vida común y corriente en su ámbito personal, también lo es que “los periodistas tienen el deber de mantener un nivel ético superior al del promedio de la sociedad, porque son voces líderes y educadoras de los ciudadanos”, señaló Javier Darío Restrepo (q.e.p.d.), una de las figuras más importante de la ética periodística en Colombia.

Y es que, la ética (de conducta humana) es un requisito transversal, permanente y universal desde cualquier soporte de prensa que va más allá de contenido periodístico que produce y se extiende al plano personal.

“Así como un abogado debe su conocimiento a los códigos, y el del médico la sapiencia sobre el cuerpo humano y las medicinas para sanarlo, es obligación elemental del periodista manejar su instrumento de trabajo, que es la palabra y el buen comportamiento”, dice Restrepo.

Para el caso de García y Liévano, a pesar del malestar que han generado en sus seguidores y críticos, así como en el gremio periodístico del Meta, la pelea saltó la semana pasada a las agresiones físicas y verbales y parecen estar lejos de lo que también decía Restrepo: “el mejor periodismo es el que se hace en equipo, con espíritu abierto y sin las restricciones que crea el espíritu de competencia y de rivalidad, propio de la empresa comercial”.

Lo que dicen las agremiaciones
Sobre esta situación en particular, Edgar Aroca, presidente de la Asociación de Periodistas del Meta (Asopemet), sostuvo que ninguno de los periodistas involucrados en estos hechos es asociado, o de lo contrario ya se podría haber tenido algún acercamiento con cada uno de ellos para lograr superar estas diferencias y evitar que se presenten hechos por lamentar.

“Uno de nuestros objetivos es estar atento a estas situaciones que generan malestar entre colegas, sin embargo ellos no son asociados y nuestra misión principal es estar pendiente de nuestros asociados”, manifestó el presidente de Asopemet.

No obstante, dijo que le parece lamentable que la ciudadanía tenga que atestiguar situaciones personales entre periodistas, que lo único que generan es una pérdida de credibilidad para los involucrados.

“Este es un problema más de fondo que de forma y es que los periodistas no manejan sus egos”, dijo el líder gremial.

Por su parte, Baudilio Peña, presidente del Colegio Nacional de Periodistas en Meta, señaló que es lamentable la situación que se presenta entre estos dos periodistas, pero también aclaró que ninguno de ellos es asociado del Colegio Nacional de Periodistas, razón por la cual esta asociación no se ha pronunciado públicamente frente al tema.

Sin embargo opinó que le parece una falta de ética y profesionalismo enfrascarse públicamente en una discusión que solo les importa a ellos y que “todas las actuaciones que han hecho hasta la fecha, por mínimas que sean, son tenidas en cuenta por la sociedad y afectan el gremio”, al tiempo que el directivo hizo una llamado a la cordura a estos dos profesionales.

De otro lado, Adriana Hurtado, presidenta de la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper), indicó que más allá del trasfondo del problema, los comunicadores deben entender que el campo de las redes es muy amplio y hay espacio para que los dos laboren sin agredirse en la forma que lo están haciendo, al tiempo que ofreció generar espacios de diálogo desde la Federación para arreglar las diferencias.

“Para mí y para la organización es importante que ellos puedan encontrar unos mínimos de trabajo, porque esto lo que está haciendo es estigmatizar y desprestigiar a todo el gremio”, advirtió la directiva de Fecolper.

A su vez, reiteró que entre los periodistas debe haber prácticas de autorregulación, no importa si son titulados o empíricos. “Deben existir unas reglas mínimas al momento de desarrollar el ejercicio periodístico, y esto no solo incluye ejercer responsablemente el oficio, sino también tener unas prácticas que lleven a estándares éticos”, precisó Adriana Hurtado.


RP
Redacción PDM

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