Estudiantes carecen de docentes orientadores

La disfuncionalidad familiar, las relaciones sociales, las habilidades comunicativas, la afectividad y sexualidad puedes ser los principales problemas de los jóvenes estudiantes.

Por Catalina Gallego

El suicidio de un joven dentro de un internado del Meta, hace dos semanas, reveló el grave problema de salud mental que afrontan no solo los estudiantes de colegios en zonas urbanas, sino también de áreas rurales.  

Las instituciones educativas juegan un papel fundamental en el desarrollo de la personalidad de los niños y niñas que conviven a diario en las aulas. Aunque algunos de ellos estén presentando situaciones que afectan su salud mental, no siempre cuentan con un docente orientador que contribuya a la resolución de los conflictos.  

Según el Ministerio de Educación, los docentes orientadores son responsables de definir planes o proyectos pedagógicos tendientes a contribuir en la resolución de conflictos, garantizar el respeto de los derechos humanos, contribuir al libre desarrollo de la personalidad de los estudiantes, entre otros.

De acuerdo con María Paula Arévalo Moncayo, neuropsicóloga educativa, son muchos los problemas que presentan los jóvenes. “Se pueden presentar desde la disfuncionalidad familiar, las relaciones sociales, las habilidades comunicativas, la afectividad y sexualidad, las situaciones a las que se ven expuestos socialmente, como sustancias, violencias, falta de comunicación, bullying, la soledad, entre otros”.

Asimismo, la psicóloga María Camila Díaz, aseguró que “la pérdida de sentido de la vida es uno de los factores más influyentes. Actualmente, los jóvenes no tienen claridad de sus metas a largo plazo lo que conlleva a no construir un proyecto de vida propio. Otro aspecto es la baja tolerancia a la frustración, pues hoy en día no aceptan la pérdida como parte esencial de la vida sino que la asumen como un error que puede afectar su autoestima y llevarlos a depresión o ansiedad”.

Ante estas situaciones, cabe mencionar que otras de las responsabilidades establecidas por el Ministerio son brindar apoyo a los estudiantes con problemas de aprendizaje, acompañar a los padres de familia, realizar el diagnóstico y seguimiento a los estudiantes que requieran una atención de orientación.

En los 28 municipios del departamento del Meta, sin mencionar la capital, hay 134 establecimientos educativos entre oficiales y contratados, los cuales cuentan únicamente con 34 docentes orientadores, antes llamados psicorientadores, pero el departamento tiene en total 104.492 estudiantes, es decir que a cada orientador le corresponde en promedio atender 3.073 alumnos  

Según la Secretaría de Educación, el Ministerio de Educación autorizó por última vez la ampliación de planta directiva docente, docente y administrativa en diciembre de 2015

Aunque los docentes de aula son los primeros en llegar a los estudiantes y en algunas oportunidades puedan brindar apoyo, desde la ley hay funciones que solo puede ejercer el orientador, explicó Arévalo.  

Según un estudio de Colombia entre Be+ Foundation y el grupo de investigación Ceinfes, solo el 66 % de los docentes en el país reconoce acciones particulares que les alertan sobre presuntos casos de acoso escolar, algunas son el aislamiento temporal de los alumnos, el incremento del ausentismo a clases y la disminución del interés en las actividades académicas.

“Por medio de la formación constante del ser humano, siento que lo más importante es escuchar, observar, entender y validar a los niños, entender su sentir, para poder apoyar”, explicó añadió Maria Paula Arévalo, y añadió que “el orientador acompaña y orienta desde las consejerías, apoyos escolares, talleres de formación, acompañamiento de procesos convivenciales y académicos, formación a familias, apoyos en procesos de inclusión, adaptación, flexibilizaciones, seguimiento a los procesos externos, siempre encaminado al proceso personal y a la felicidad del niño”.

Por otro lado, durante los primeros días de agosto, 34 docentes orientadores de instituciones educativas de Villavicencio recibieron capacitaciones en habilidades clínicas para atención a víctimas de violencia sexual y atención a personas con riesgo suicida.

“Fue una formación muy valiosa por su contenido temático, por el alto nivel de conocimiento de los profesionales que nos formaron en esta área, y porque nos permite mejorar nuestras actividades en beneficio de las comunidades educativas”, expresó María Victoria Rubio, docente orientadora de Villavicencio.