La historia de la vendedora de quesadillas que visitó Tulio Recomienda

Esta es la historia de Vivian González, la vendedora de quesadillas que hace unos días, trabajando en la calle fue visitada por el influencer de gastronomía Tulio Recomienda.    

Esta mujer logró superar estigmas que pesan sobre las madres solteras y creó ‘Quesitos del campo’, un emprendimiento que ahora recomendó Tulio Zuluaga.

A menudo las mujeres escuchan decir que: “quedar en embarazo es acabarse la vida”, una frase estigmatizadora que asume que traer un hijo al mundo es una carga para la vida de la madre, frenando las oportunidades de éxito. Si es madre soltera, la frase pesa aún más.  

Sin embargo, ¿en realidad es así?, ¿ser madre significa renunciar a las metas personales? 

Vivian Andrea González Cortés nació en Bogotá, donde cursó su primaria y bachillerato, pero siempre en sus vacaciones de mitad y fin de año iba a Puerto Lleras, a visitar a su abuela donde disfrutaba de los quesos que ella preparaba. 

Puede leer: Silvio Sabana, poesía hecha en música llanera

A los 18 años, con una maleta cargada de sueños y sin conocer a nadie, Vivian viajó a Puerto Gaitán. Comenzó a trabajar como empleada de servicio doméstico; y fue en este municipio en donde llegaron sus hijos. Gemelos para su sorpresa.  

A pesar de los desafíos constantes, tuvo que mantenerse firme para continuar con sus estudios mientras, trabajaba, sabiendo que ahora tenía una motivación más grande para seguir luchando por sus metas, fue así como empezó a trabajar en una entidad financiera como analista de crédito, durante dos años y medio. 

Luego se unió como empleada de una entidad financiera, donde permaneció durante cuatro años y medio. Allí le dieron la oportunidad de estudiar gestión contable financiera y auxiliar de mercadeo, pequeños pasos pero firmes para prepararse para lo que venía, su gran salto. 

“El miedo a veces puede inmovilizar sueños, acabar con las esperanzas de las personas, pero si tienes miedo, hazlo con miedo, pero hazlo. Renuncié a mi trabajo, con mucho miedo, pero con todo el anhelo en el corazón, empecé mi emprendimiento: Quesitos del campo”, relata Vivian.  

La idea nació del amor por sus raíces, rescatando la cultura llanera, por eso hoy se le ve frente a la  Gobernación del Meta o en El Resbalón del Centro (cerca del Hotel Savoy), se le ve con falda floreada, cotizas criollas y con sombrero criollo. 

“Tengo uniforme de campesina porque eso fue lo que vi en mi casa, vivimos en el campo y vi a toda mi familia de mi mamá, mi abuela y a mis tías vistiéndose como campesinas. Entonces yo lo único que quiero es hacerle un honor a la mujer campesina, a la mujer colombiana que es tan verraca que es tan echada para adelante”, señala Vivian Andrea. 

Esta mujer es claro ejemplo de que, con disciplina y constancia, es posible salir adelante y sin recurrir a malas prácticas. “ahora voy terminando mi carrera de Derecho, voy en décimo semestre, toda la carrera me la he pagado vendiendo quesitos con mucho orgullo”, esta mujer emprendedora sigue demostrando que ser madre no es un impedimento para lograr cumplir metas en la vida. 

Enfrentar dificultades ha hecho parte del proceso: “en una ocasión, la alcaldía me dio 24 horas para desocupar la acera donde vendo mis quesos, en ese momento, no tenía ni siquiera una caseta, solo una mesa. Todo fue dolor y tristeza, le pedí ayuda de la administración municipal, les comenté mi caso y obtuve el permiso para traer una caseta y fortalecer mi negocio”, dice Vivian. 

Con el tiempo, ha trabajado arduamente para mejorar su caseta, ahora cuenta con un nuevo techo, piso, tiene sus ollas de barro, tiene estufa y hasta nueva pintura. Vivian cree que “son más los buenos que los malos” y que no se debe dejar amedrentar.  

“Hay que seguir contra todo obstáculo, hay que levantarse temprano, hacer ejercicio, hay que estar con Dios, ser buenas personas, ser bondadosos, ser buenos hijos. Ahí está el éxito de todo”, menciona la mujer. 

Hoy recuerda a su abuela porque es inspiración de Quesitos del Campo, pues ella los preparaba en la finca: “nos enseñó cómo prepararlos para tener ese saborcito de la hoja de plátano y todos los secretos ancestrales que tiene la elaboración del queso, porque hay muchos derivados y muchas formas de hacer queso, pero el artesanal está hecho en paila, mi familia es especializada haciendo quesos”, manifiesta Andrea. 

“No importa que haya personas que hagan daño, no importa que las demás personas le quiten, le roben, le hagan, nadie le puede robar su esencia, eso es algo suyo, es algo que va con usted para siempre”, recomienda Vivian. 

La reciente visita que tuvo de Tulio Zuluaga en su punto de venta, en El Resbalón, le valió felicitaciones de muchas personas y un impulso para sus ventas. Sabe que el camino continúa y la lucha y el esfuerzo debe ser permanente porque los sueños no acaban.