Las cifras del abuso sexual en el Meta

Desde enero hasta noviembre de 2023, Meta reportó un total de 794 casos de abusos sexuales, según informe presentado por la Fiscalía Seccional. De esta cifra, 509 corresponden a abusos dirigidos a niños y niñas de 0 a 13 años.

De los 29 municipios del departamento, Villavicencio encabezó la lista con 498 casos de abusos sexuales en lo corrido del 2023. De estos, 61 fueron dirigidos a adolescentes de 14 a 17 años, 293 afectaron a niños y niñas de 0 a 13 años, 53 se dirigieron a jóvenes de 18 a 26 años, y 56 casos afectaron a adultos de 27 a 59 años. Además, Villavicencio es el único municipio que presentó abusos sexuales hacia adultos mayores, con 5 casos registrados.

En el segundo lugar está Acacías, con un total de 77 casos de abuso sexual, de los cuales el 59% afectó a niños y niñas de 0 a 13 años. Granada ocupa el tercer puesto con 40 casos, de los cuales 37 fueron dirigidos a menores de edad.

El 56% de los municipios del Meta, presentó entre 1 y 10 hechos de abusos sexuales. Algunos de estos municipios y el número de casos respectivos son: El Calvario (1), Cabuyaro (2), El Dorado (3), Guamal (3), La Macarena (4), Cubarral (5), Lejanías (5), Puerto Rico (5), San Juan de Arama (5), Barranca de Upía (6), Uribe (6), El Castillo (7), Mesetas (7), Cumaral (8), Mapiripán (8) y Castilla la Nueva (10).

El informe también reveló que, los meses con el mayor número de abusos sexuales fueron marzo con 108 casos, julio con 91, agosto con 91 y septiembre con 92.

Villavicencio reporta 14 casos de violencia contra la mujer en 2024

Ante este panorama Periodico del Meta consultó a Alejandra Arenas, psicóloga magíster en salud mental y clínica, quien habló acerca de las señales de alarma que puede presentar una persona que ha sido abusada sexualmente.

Arenas indica que, en niños, las señales de posible abuso incluyen orinarse en la ropa y/o hacerse popó, falta de comunicación, pesadillas, miedo, episodios de llanto, e incluso comportamientos agresivos. “Manifiestan también, episodios de llanto e incluso empiezan a mostrarse con ira y agresivos, dependiendo del tiempo que llevan siendo abusados pueden presentar conductas hipersexualizadas, falta de apetito, aislamiento y muestran miedo hacia lo que representa la figura de quien los está abusando (hombre o mujer)”.

En adultos, pueden experimentar crisis de ansiedad, depresión, llanto incontrolado, ira, agresividad, inapetencia y aislamiento. “En los adultos a veces es un poco más difícil detectar los signos de alarma pues el nivel de autocontrol emocional en un adulto es mayor. Pero, generalmente se presentan crisis o episodios de ansiedad, depresión, llanto incontrolado, ira y agresividad bastante marcada, inapetencia y aislamiento de su círculo cercano”, afirma la psicóloga Arenas.

¿Cómo actuar frente a una situación así?

Según expertos, lo recomendable es buscar apoyo profesional para evitar revictimización.

En el caso de niños, si se detectan cambios repentinos, se debe iniciar una conversación abierta y, si es necesario, llevar al menor a un centro de salud para activar la ruta correspondiente. “Si alguien percibe que posiblemente un menor este siendo víctima de agresión sexual, debe comunicarse con la línea 141 del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), esta línea es atendida por profesionales las 24 horas y está abierta a cualquier ciudadano que quiera reportar una situación con un niño o un adolescente, de manera anónima si la persona así lo desea”, indicó Leidy Huesso, psicóloga especialista.

En adultos, las preguntas no deben ser directas sobre el abuso, sino más bien expresar apoyo emocional y ofrecer acompañamiento. La psicóloga Arenas sugiere que: “las preguntas nunca deben ir enfocadas al abuso como tal para evitar que esta persona tenga que contar muchas veces lo ocurrido y revivirlo, debe ser un ¿Cómo te sientes?, ¿quieres hablar?, ¿quieres que te acompañe a algún lugar?, ¿te puedo ayudar en algo?, ‘sabes que puedes contar conmigo si necesitas mi apoyo”.

Asimismo, es importante realizar la denuncia pertinente, si es el caso de una mujer víctima de violencia basada en género activar la Línea Violeta, a través del número: 3167426938.

O acercarse a un centro médico, “en una consulta de urgencias inician el protocolo lila, es llevar la víctima al médico, allí harían procedimientos, como, por ejemplo, la anticoncepción de emergencia, las pruebas de enfermedades de transmisión sexual”, afirmó la profesional Leidy Huesso.

¿Qué rol puede desempeñar la familia?

Es fundamental crear espacios de comunicación, teniendo en cuenta aspectos como la comprensión, el acompañamiento y evitar mostrar lástima hacia la víctima. “Es importante resaltar que nada de lo que le haya podido pasar es su culpa, que no debe tener miedo, que la víctima no es responsable de lo que haya pasado, de esta manera se van abriendo puentes de comunicación para que la persona tenga la capacidad de pedir la ayuda que necesita”, resaltó Arenas.

Finalmente, las profesionales recomiendan a la familia o círculo cercano, estar alerta a posibles signos de ideas suicidas y adaptarse a las necesidades individuales de cada persona, por ejemplo, respetar sus espacios si quiere estar a solas o ser su compañía si la persona así lo requiere.