Los caminos de la Unillanos
- Publicado en Nov 23, 2018
- Sección Región, Villavicencio
Lo que está pasando con la elección de Rector en Unillanos podría hacerla caer en una ingobernabilidad institucional de consecuencias impredecibles.
Mientras la atención de estudiantes y usuarios en la Universidad de los Llanos sigue cerrada, básicamente por el paro nacional universitario que exige aumentar el presupuesto para la educación pública, la Universidad de los Llanos se enfrenta a la posibilidad de quedarse sin rector, debido a los tropiezos que han impedido la elección del mismo.
El Estatuto General de Unillanos, establece que la elección del rector debe realizarse el último viernes del mes de octubre, es decir que debió llevarse a cabo el 26 de octubre del 2018, votación que es realizada por los ocho integrantes del Consejo Superior Universitario (CSU).
Sin embargo, una vez terminado el periodo de postulación de los aspirantes al cargo y justo el día en que iniciaba la verificación del cumplimiento de requisitos de los candidatos, es decir el 24 de septiembre, el candidato y exrector de la institución, Jairo Iván Frías Carreño, presentó una recusación en contra de siete miembros del CSU y otros funcionarios de la Universidad, para declararlos impedidos para hacer la elección.
La recusación fue remitida a la Procuraduría por lo que fue necesario que la Institución suspendiera la elección hasta tener un pronunciamiento. La respuesta llegó mediante el oficio 2125 del 6 de noviembre, donde el Ministerio Público declaraba infundada (sin fundamento) la recusación.
No obstante, fuentes de la Universidad de los Llanos manifestaron a Periódico del Meta que días después, el Procurador Regional revocó el acto administrativo, argumentando que no era su competencia sino de la Procuraduría General; lo que significa que los miembros del CSU siguen recusados. Con esta decisión no se puede avanzar en el proceso, pues entre los funcionarios recusados están el Secretario General de la Institución, quien es uno de los encargados de adelantar el proceso eleccionario.
Con la recusación, Frías Carreño, quien también es aspirante al cargo, busca declarar impedidos a los miembros del CSU para la elección del rector este año, para que el proceso se realice en 2019 con los nuevos integrantes del Consejo, pues el periodo de los actuales termina el próximo 31 de diciembre de 2018.
Sin embargo, el panorama de elección de los integrantes del CSU también ha tenido tropiezos. La situación de cese de actividades por el paro nacional, ha impedido que se elijan de manera democrática los representantes de los estudiantes y los decanos de las cinco facultades. Esta semana se cumplió la elección de los gremios, en la que fue reelegido Eduardo Martínez Baquero.
¿Qué pasaría?
El Estatuto General de la Universidad permite que ante la ausencia del Rector, se nombre uno encargado que podría ser un decano, o el Vicerrector Académico, siempre y cuando cumpla con los requisitos para el cargo; sin embargo, el periodo de los decanos finaliza el 31 de diciembre del presente año y debido al paro no se ha hecho la elección.
Para el docente de Unillanos, David Felipe Mora, este es el problema más grave, pues si no hay una elección transparente y democrática de los decanos, tampoco podría nombrarse un rector en provisionalidad después del 31 de diciembre.
“Es urgente resolver el tema de elección de decanos. De lo contrario, examinar la posibilidad de que sea ampliado el periodo de los actuales decanos y rector mientras se resuelve el asunto”, dijo Mora.
Agregó que “la responsabilidad de lo que sucede es del Gobierno Nacional porque si no hay voluntad política para resolver la problemática de financiamiento de las universidades públicas no se levantará el paro, luego tampoco se resolverá el proceso de elección en Unillanos”.
Otra de las opciones es nombrar a la Vicerrectora Académica, Doris Consuelo Pulido, como rectora encargada mientras realizan la elección del Rector; lo anterior, si la funcionaria cumple los requisitos.
De no ser posible el encargo y no realizarse la elección de alguno de los 10 aspirantes a la rectoría, antes de la fecha fijada, la universidad corre el riesgo de ser intervenida por el Gobierno Nacional, lo que a la postre generaría la pérdida de autonomía de la universidad y con ello una situación de mayor incertibumbre institucional.
Para el próximo 26 de noviembre está prevista una sesión del Consejo Superior Universitario, en la que se espera dar luces sobre estas situaciones. Sin embargo, la universidad pública más importante de la Orinoquia sigue generando más incertidumbres que certezas.
El porqué de la recusación
La recusación presentada por el exrector Jairo Iván Frías Carreño, contra los integrantes del Consejo Superior de Unillanos, se dio tras ser puesto en libertad luego de su investigación en el caso Llanopetrol y llegar el tres de agosto pasado a retomar su cargo.
El CSU decidió removerlo de la rectoría pues la Universidad no había sido notificada del retiro de las acusaciones. A esto se sumaba que en la semana siguiente, la Unillanos recibía las visitas del Ministerio de Educación Nacional para verificar las condiciones iniciales para su acreditación institucional (ya que de lograrse representará mayores ingresos), y de Icontec para la recertificación de calidad en ISO 9001, IQNET y NTCGP 1000.
Frías de todas formas debía atender los requerimientos tras su ausencia de 15 meses, por lo que , entre otros argumentos, el Consejo Superior ha dicho que tomó lo que consideró la mejor decisión para la institución.
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