No encendamos la mecha | Editorial

A medida que avanza diciembre, las calles de Villavicencio y los municipios del Meta se llenan de luces, música y la alegría contagiosa de las festividades. Sin embargo, esta época también trae consigo una tradición peligrosa: el uso de la pólvora. A pesar de las campañas de concientización y las regulaciones estrictas, el uso indebido de fuegos artificiales y otros artefactos pirotécnicos sigue siendo una causa significativa de lesiones y daños materiales.

Según cifras entregadas por el Instituto Nacional de Salud, durante diciembre de 2022 y enero 2023 se reportaron en Colombia 1.153 quemados por pólvora, de ellos 357 fueron menores de 18 años y 796 mayores de edad.

El uso de la pólvora no solo representa un riesgo de quemaduras graves y amputaciones sino que también puede causar daños auditivos permanentes. Los niños, a menudo los más emocionados por los fuegos artificiales, son también los más vulnerables a estas lesiones. Además, el ruido excesivo puede afectar a las mascotas y a la fauna local, causando estrés y comportamientos erráticos.

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La pólvora también tiene un impacto ambiental considerable. La contaminación del aire resultante de la quema de fuegos artificiales puede agravar problemas respiratorios y contribuir a la degradación de la calidad del aire urbano. Aunque Villavicencio no sea una de las ciudades más contaminadas del país, los residuos dejados por los artefactos pirotécnicos sí pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua, afectando los ecosistemas locales.

Para este año las autoridades de salud se pusieron la meta de tener cero quemados con pólvora en el departamento y esperamos que lo logren con sus campañas preventivas y restrictivas, sin embargo es un trabajo de todos, en especial de las familias y los adultos que tienen a su cargo menores de edad. No parece lógico que cada año por esta temporada haya menores de edad a quienes les cambia la vida por el descuido de quienes deben velar para que no usen los artefactos pirotécnicos.

Es imperativo que los hogares busquen alternativas más seguras para celebrar. Los espectáculos de luces, la música y las decoraciones pueden proporcionar un ambiente festivo sin los riesgos asociados con la pólvora. Las autoridades locales pueden organizar eventos controlados y profesionales de fuegos artificiales para que la comunidad disfrute de manera segura.

Mientras nos preparamos para celebrar las fiestas decembrinas, recordemos que la seguridad y el bienestar de nuestra comunidad deben ser nuestra prioridad. Evitemos el uso de la pólvora y optemos por celebraciones que aseguren un final de año feliz y seguro para todos.