¿Qué pasa con los aviones ligeros?

En los últimos 5 años, los accidentes de este tipo de aeronave se han incrementado, de acuerdo con los hechos registrados.

Por Lina Herrera

El año pasado los titulares de diferentes medios de comunicación estuvieron marcados por tragedias aéreas que recuerda el país, como la de los niños indígenas Mucutuy, en el Guaviare (el primero de mayo del 2023), y la comisión política del Meta donde falleció el excandidato a la Gobernación Felipe Carreño (19 de julio del 2023), solo para citar dos casos. En estos, hubo un factor en común: las avionetas siniestradas eran monomotor.

Con base en la información publicada en el portal de la Aeronáutica Civil (Aerocivil), en un periodo de cinco años del 2019 al 2023, se han presentado 87 accidentes aéreos en diferentes puntos de Colombia.

De estos, 68 casos corresponden a las comúnmente llamadas avionetas, las cuales tienen como nombre técnico ‘aviones ligeros’, es decir, aeronaves con un peso máximo de operación inferior a 5.700 kg. Cabe mencionar que los helicópteros también pueden incluirse en esta categoría, siempre y cuando pesen menos de 2.250 kg. No obstante, la cifra de accidentalidad en estos no fue tan amplia: 10 casos.

De esta manera, el 78,16% de los accidentes durante el lapso de los cinco años corresponde a avionetas.

Además, fuentes de la Aerocivil explicaron a Periódico del Meta que durante el 2023 no se presentaron accidentes en la aviación llamada de Transporte Regular de pasajeros (aerolíneas) que transportan aproximadamente el 95% de los pasajeros en Colombia.

Respecto a las víctimas, el organismo aclara que en estos accidentes perdieron la vida 12 personas.

“Aunque toda fatalidad (una sola que se produzca) es dolorosa, y es un fracaso para el sistema de aviación, hay que destacar que el número de víctimas fatales como resultado de los accidentes aéreos en Colombia en el año 2023 es significativamente bajo, cifras que han sido similares en los últimos años. Y, este número de víctimas en los accidentes aéreos es muy inferior al número de fatalidades que se ocasionan en otros tipos de transporte y demás actividades humanas”, explicó la Aerocivil.

En lo que compete al origen de estos siniestros, no se tiene la certeza de que exista una causa en común para todos los sucesos registrados en el periodo mencionado, sin embargo, sí hay tipos de accidentes que se repitieron con más frecuencia.

De acuerdo a las investigaciones, por falla de motor hubo 6 casos; pérdida de control en vuelo, 4; pendiente de clasificación, hay 3 casos; colisión en vuelo, 2; falla de un sistema, 1; impacto con obstáculo, 1; salida de pista, 1; turbulencia: impacto con el terreno, 1.

“El tipo de accidente más frecuente de las aeronaves livianas en el año 2023, fue la falla de motor. De otra parte, casi en su totalidad, se trata de motores denominados de combustión interna alternativos, o recíprocos, es decir, que su potencia es generada por la combustión dentro de cilindros, como en los vehículos terrestres, a diferencia de los motores turbo hélice y los motores jet”.

La Aerocivil añade que estos motores presentaron fallas de diversa índole relacionados con su tiempo de uso, con deficiencias en el mantenimiento y con posibles fallas en su operación. Entre otras cosas, su mantenimiento es cada vez más exigente y la consecución de repuestos más difícil.

El segundo tipo de accidente más frecuente en el 2023 fue la pérdida de control en vuelo, factor atribuible a la operación por parte de los pilotos: “particularmente en la aviación agrícola, que debe maniobrar la aeronave a baja altura para asperjar cultivos”.

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En cuestión de modelos o marcas de las aeronaves, tampoco se registra alguna con accidentes en común.

La aeronáutica también aclara que la alta accidentalidad de aeronaves livianas en el 2023, frente a cero accidentes de otro tipo de aeronaves en el mismo período, se explica, en parte, por las razones expuestas anteriormente: edad de las aeronaves, dificultad para la consecución de repuestos, mantenimiento más exigente, por ejemplo.

“A esto se suma (sin generalizar), la demora de algunos operadores de este tipo de aeronaves para adoptar las mejores prácticas en materia de seguridad, como por ejemplo la implementación de un sistema de gestión de seguridad operacional, que no han permeado suficientemente a algunos sectores de la aviación”.

Por otro lado, Oswaldo Jiménez, ingeniero aeronáutico, también sostiene que las aeronaves de tipo monomotor tienen aún más probabilidad de tener accidentes porque su propulsión depende de un solo motor.

“Puede que por coincidencia sean este tipo de aeronaves las que han sufrido accidentes, acá podemos insertar estructura física, equipo, empresa, aeronaves con poca confiabilidad y equipos seguramente con falta de mantenimiento adecuado. Podemos analizar todos los factores del método y vamos a encontrar deficiencias de una u otra tendencia”.

El ingeniero también menciona que cada accidente ocurre por qué en la cadena de agentes que intervienen, algo no se hizo como debía ser y es allí donde ocurre el accidente.

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Casos en la Orinoquia

La Aerocivil concluye que, aunque aún se encuentra pendiente la clasificación de algunos accidentes ocurridos en la región en el año 2023, se puede anticipar que ninguno de los seis accidentes registrados tiene una causalidad directa relacionada con las condiciones naturales de esta parte del país.

A pesar de lo anterior, una fuente cercana al campo de la aviación estudió algunos de los informes preliminares publicados por la Aerocivil, entre ellos el caso ocurrido con los menores indígenas entre Guaviare y Caquetá, y el de los políticos del Meta en San Luís de Gaceno (Boyacá).

En el primer caso, según su concepto personal, “la conclusión normal es falla mecánica reportada en dos ocasiones por el piloto, lo que ocasionó la precipitación de la aeronave a tierra en plena selva con las consecuencias conocidas”.

En el segundo caso, “el mal tiempo le hizo perder el control al piloto. El avión descendió bruscamente y cerca del suelo al tratar de recuperar los planos (alas), botó el plano derecho que quedó a cerca de 300 metros”.