Tren regional | Opinión
- Publicado en Jul 28, 2024
- Sección Columnistas
La Orinoquia tiene experiencia en sueños y proyectos frustrados. Tuvo la Ley 69 de 1964, que ordenaba la construcción de canales fluviales para comunicar los ríos Casanare y Arauca, Muco y Vichada, Guaviare e Inírida, quedaron por fuera el Meta y el Ariari a través del caño Camoa. El gran avance fue la ley.
El proyecto agroindustrial Marandúa de 1.5 millones de hectáreas en el Vichada fue dispuesto por el decreto 1119 de 1984. Otro carretazo legal. Mientras tanto, la recuperación de la navegabilidad del río Meta sigue a la deriva entre estudios. Tradicionalmente, el país central no piensa ni proyecta en serio las regiones, privilegia el modelo de subdesarrollo.
La máquina del tiempo deja ver a los ingenieros ingleses Cumine y Ridley entregando el primer trazado del ferrocarril de los Llanos entre Bogotá, Villavicencio y Orocué, en 1890. Proyecto descarrilado por la guerra de Los Mil Días.
Cundinamarca reactivó el ferrocarril en 1914. El proyecto iba en serio, se alcanzaron a construir 26 kilómetros de carrilera que pasaban por Yomasa con la meta de seguir a Chipaque y Villavicencio. El servicio se prestaría con locomotoras y góndolas alemanas.
Pero la construcción de la carretera Bogotá-Villavicencio, iniciada en 1922 y terminada en 1936, atrajo mayor interés y recursos y finalmente ocasionó la segunda y definitiva descarrilada del tren. Después ya no hubo recursos para impulsarlo, esa fue siempre la respuesta histórica de los gobiernos centrales.
En tiempos recientes, el dirigente gremial Oscar Sandoval gestionó la construcción del tren de los Llanos con el gobierno alemán, con quien logró contactos importantes que trajo a Colombia. Él tocó puertas en las gobernaciones de varios departamentos de la región. Frustrado, guardó sus carpetas y se llevó la información a mejor vida.
Hoy parece revivir un tren regional, el de la Altillanura. El factor determinante para el desarrollo de la región es la conexión vial. Su vía conduce a la prosperidad nacional. Ojalá el tren no la deje esta vez.
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