Vereda El Carmen: un pulmón verde bajo amenaza | Opinión


- Publicado en Mar 03, 2025
- Sección Columnistas, Lo Mas Reciente
En pleno corazón de Villavicencio se encuentra la vereda El Carmen, una joya natural que, pese a su vital importancia ecológica, enfrenta una alarmante amenaza de deterioro. Este espacio, considerado el pulmón verde de la ciudad, está al borde del colapso debido a la falta de un estudio de capacidad de carga, la insuficiente conciencia ambiental de sus visitantes, el desorden generado por vendedores ambulantes y el débil apoyo institucional.
A diario, especialmente los fines de semana, la vereda recibe una afluencia masiva de visitantes que buscan disfrutar de sus paisajes, senderos y recursos naturales. Según estimaciones, más de 15.000 personas llegan a este destino turístico cada semana, superando ampliamente su capacidad sostenible. Sin embargo, no existe un estudio de carga ambiental que permita establecer límites claros para preservar la biodiversidad del lugar.
Lea: Buscan soluciones para ordenar vereda El Carmen
La falta de este análisis no solo expone al ecosistema a un daño irreversible, sino que también compromete la experiencia de los visitantes, quienes encuentran senderos erosionados, contaminación en riachuelos y una evidente degradación de la flora y fauna locales.
A pesar de ser un área de gran riqueza ecológica, la educación ambiental entre los ciudadanos y turistas que visitan la zona es insuficiente. Prácticas como arrojar basura, hacer fogatas ilegales y dañar especies de flora silvestre son frecuentes. Esto evidencia una falta de cultura ambiental que, sumada a la sobreexplotación del lugar, acelera su deterioro.
Aunque se han intentado implementar campañas de concienciación, estas han sido esporádicas y poco efectivas, limitando su impacto. Por otro lado, la comunidad local no cuenta con el respaldo necesario para ejercer un control efectivo sobre los turistas, lo que deja al territorio expuesto a un uso indiscriminado y desordenado.
A la problemática ambiental se suma el desorden generado por los vendedores ambulantes, quienes ocupan áreas destinadas al tránsito peatonal, improvisan puestos en zonas naturales y contribuyen a la acumulación de residuos sólidos. Aunque muchos de ellos dependen de esta actividad económica, la falta de regulación por parte de las autoridades ha creado un caos que afecta tanto el paisaje como la experiencia de los visitantes.
La ausencia de una política clara sobre el manejo de estas actividades comerciales ha generado conflictos entre la comunidad, los turistas y los vendedores. Además, la falta de infraestructura adecuada, como puntos de venta organizados o áreas de descanso, agrava la situación, dejando una imagen de abandono y desorden.
Del mismo autor lea: Correr: antídoto contra el sedentarismo y puerta al bienestar en 2025 | Opinión
Un ejemplo claro de lo que podría suceder con la vereda El Carmen es el caso del Cerro Cristo Rey en Villavicencio. Este emblemático lugar turístico sufrió años de abandono, convirtiéndose en un espacio deteriorado y poco seguro. Según informes, el monumento a Cristo Rey llegó a estar en condiciones deplorables, afectando tanto su valor patrimonial como su atractivo turístico.
Afortunadamente, recientemente se han llevado a cabo esfuerzos significativos para su recuperación. La Alcaldía de Villavicencio, junto con otras entidades, ha trabajado en la limpieza, iluminación y seguridad del cerro, devolviéndole su esplendor y atractivo para locales y visitantes.
La deforestación es una problemática latente en la región. En 2020, Villavicencio contaba con 34.7 mil hectáreas de bosque natural, lo que representaba el 25% de su superficie terrestre. Sin embargo, en 2023, se registró una pérdida de 21 hectáreas de bosque natural, equivalente a 94.2 kilotoneladas de emisiones de CO₂.
A nivel departamental, el Meta ha mostrado avances en la reducción de la deforestación. En 2023, la deforestación en el departamento disminuyó un 57%, pasando de 38.000 hectáreas perdidas en 2021 a 24.000 hectáreas en 2022.
La situación de la vereda El Carmen es un reflejo de la falta de planificación y compromiso para proteger los ecosistemas urbanos. Sin un estudio de capacidad de carga, educación ambiental continua, regulación del comercio informal y una verdadera voluntad política, este valioso espacio natural corre el riesgo de desaparecer.
Es momento de que las autoridades locales y la ciudadanía trabajen en conjunto para garantizar la conservación de este paraíso natural, implementando medidas concretas que limiten el impacto humano y fomenten el desarrollo sostenible. La vereda El Carmen no solo es un pulmón verde para Villavicencio, sino también un legado que debemos proteger para las futuras generaciones.
Vea:

