Villavicencio: controversia por murales y grafitis urbanos

En Villavicencio hay controversia por las intervenciones a murales y grafitis en algunos sectores de la ciudad, a propósito de ‘Las cuchas tienen razón’.

Hace unas semanas, en el muro de Colegio Germán Arciniegas, apareció un grafiti en la pared recién pintada. Además de varias figuras, tenía frases ofensivas contra Dios. Pocos días después fue borrado con pintura blanca.

El pasado 20 de enero, un colectivo de artistas urbanos decidió pintar el subnivel del parque Los Fundadores con la frase ‘Las cuchas tienen razón’, referente a las investigaciones de desapariciones que hace la JEP en La Escombrera de Medellín, que levantó una ola de indignación en el país y que en la capital del Meta no fue diferente.

¿Qué es un irrespeto contra las creencias, que es libertad de expresión y hasta dónde un sitio público puede ser una tribuna para publicar “verdades o mentiras”?

En su editorial del pasado 17 de enero, Periódico del Meta expresó que: “el arte y las manifestaciones públicas son formas legítimas de expresión que pueden ayudar a sanar heridas, recordar injusticias y promover el diálogo social. Sin embargo, cuando estas expresiones cruzan la línea del respeto y se convierten en mensajes de odio o actos que dañan símbolos representativos de nuestra ciudad, se pierde el objetivo principal y se entra en un terreno peligroso de nuevas e innecesarias confrontaciones”.

Frente a ‘Las cuchas tienen razón’, PDM dialogó con Lucila Gómez, directora de Corcumvi, entidad encargada de otorgar permisos para intervenir paredes públicas, y afirmó que la administración municipal respeta todas las formas de expresión y que, en este caso en particular, se prestó la colaboración para que el colectivo pintara la pared.

Sin embargo, enfatizó que desde diciembre del 2024 se firmó un contrato con la secretaría de Infraestructura municipal que tiene como objetivo intervenir los muros de los subniveles e intersecciones viales de la ciudad, para pintarlas con diferentes motivos, por lo que el mural de ‘Las cuchas tenían razón’, será borrado.

“En las mesas de diálogo que hemos tenido todos coinciden en que los murales y grafitos son arte efímero”, explicó la funcionaria.

Sin embargo, Esmeralda Oyola, activista política y una de las personas que rechazó el mural de Los Fundadores, indicó que “es más una campaña donde juegan con nombres de víctimas del conflicto, para dividir y fomentar odio”.

“No se está en contra de las manifestaciones siempre y cuando sean pacíficas y sin desinformación, porque si bien la frase ‘Las cuchas tienen razón’ viene de la comuna 13 de Medellín, donde se realizó la operación Orión, directamente hablamos con un ciudadano de allá, que vivió en medio del conflicto, y comentó que, a pesar de muchas muertes, donde la mayoría fueron por enfrentamientos de grupos al margen de la ley que a diario acababan con vidas de inocentes, (esa acción militar) fue lo mejor que les pudo pasar o sino la comuna no sería lo que es hoy”.

De otra parte, Salomón Ibarra, estudiante de Sociología de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, quien acaba de terminar su tesis titulada ‘Les guste o no les guste. Procesos creativos de artistas del Stencil en la ciudad de Bogotá’, examina cómo el muralismo y grafiti se ha transformado en una herramienta sociopolítica que trasciende la estética para generar diálogos en torno a temas como inclusión, memoria histórica y crítica social.

“Entiendo la técnica blockbuster, que es la que se caracteriza por la letra grande en los murales. El grafiti siempre será contestario, mientras que el muralismo es crítica social por lo general contra los Gobiernos por lo que las polémicas existirán. En Colombia, los mensajes buscan sensibilizar sobre las personas invisibilizadas durante muchos años de conflicto, las luchas de las madres, las desapariciones, etc.”, dijo Ibarra.

Frente al dilema de pintar un mural o el respeto por los patrimonios o espacios públicos, manifestó que es claro que hay sitios que deben ser conservados, por lo que debe haber espacios en la ciudad, designados por las autoridades, para que las personas puedan expresarse.

“Con la muerte del grafitero Diego Becerra en 2011, en Bogotá, el Distrito protege más estas expresiones, con campañas de sensibilización. Sin embargo, para una autoridad, primará siempre el patrimonio o el bien de la ciudad, que el mural o grafiti”, indicó el estudiante, quien trabaja con el Museo de la Universidad del Rosario.

El estudio de Ibarra señala la necesidad de reconocer el arte urbano como un medio legítimo de expresión y transformación, mediante, por ejemplo, festivales. Las políticas culturales, según él, deberían enfocarse en promover estas prácticas como parte integral del patrimonio cultural de la ciudad.

Periódico del Meta buscó en repetidas ocasiones a Nelson Galindo, integrante del colectivo que intervino el mural en Los Fundadores, pero no fue posible conocer su opinión.

DATO VITAL

Algunas intervenciones polémicas en Villavicencio

Abril del 2020. La Gobernación del Meta puso un estetoscopio alrededor del cuello de Cristo Rey.

Junio del 2020. La alcaldía de Villavicencio pintó las cebras de los cruces viales con los colores de la bandera LGBTI.

Mayo del 2021. La alcaldía de Villavicencio permitió un mural en el subnivel del Maizaro que decía “Narcoestado”. Tras la polémica, fue modificado.

Octubre del 2023. Hinchas del América pintaron de rojo la Plaza Los Libertadores.

Enero del 2025. Colectivo se unen a la campaña nacional ‘Las cuchas tienen razón’.