Alertan por consumo de carnes y licores en fiestas de fin de año

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Corría principios de la Navidad de hace un par de años cuando el soldado antioqueño, Dayro Pérez, salió de permiso del batallón de Bogotá donde pagaba el servicio obligatorio. Por eso decidió pasarse por la casa de un amigo que vivía en un barrio popular del sur de esa ciudad para tomarse unos buenos tragos.

 

Estando en la casa del amigo, salió a la tienda más cercana y se compró una botella de aguardiente que, aunque conocida, le dijeron estaba de promoción y le costaba 3 mil pesos menos. Como el presupuesto de Dayro no le daban para gastarse una fortuna en licor se la compró sin importarle que el líquido cristalino hacía unas burbujas raras y que carecía de la etiqueta que ponen en las licoreras.

 

Conversa va, conversa viene. Dayro comenzó a tomar con su amigo. “Sabe raro”, dijo. “No le pares bolas, ese es bueno, bonito y barato, deja el miedo”, le respondió el compañero.

 

Pasaron un par de horas y aconteció la catástrofe. Dayro aceptó el reto del amigo de tomarse un trago grande aguardiente. Sintió como si se lo tragara la tierra. Cayó de bruces y comenzó a gritar: “¡No veo nada, no veo nada!”. A su acompañante le sucedió algo igual, se fue de bruces.

 

De inmediato los llevaron a una clínica cercana y después de varios exámenes se dieron cuenta de que habían consumido aguardiente adulterado. Habían caído en la treta de las mafias de la adulteración: reenvasar  el licor hecho en alambique simulando el original.

 

El joven contó con suerte. Su amigo, no. El compañero de copas sufrió el mismo efecto que Dayro con la desventaja mortal de que no alcanzó a llegar al hospital para que le salvaran la vida.

 

Una realidad que por estos tiempos se multiplica. Y es que por eso las Secretarías de Salud delpaís y la Policía Metropolitana han realizado operativos,  decomisando solo en Villavicencio cerca de 700 botellas de licor adulterado.

 

Por eso el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) alertó a la ciudadanía para que tome medidas de precaución a la hora de comprar no solo licor  sino también carne en estas fechas tan propicias como las de Navidad y Año Nuevo. 

 

Por ello debe saber cómo identificar una botella de licor adulterado , por citar el primer caso, y así evitar un hecho que ponga en riesgo su vida y la de sus allegados.

 

Antes de comprar licor tenga en cuenta las siguientes precauciones:

– Compre licor en sitios reconocidos y almacenes de cadena.

– Revise el estado de la etiqueta y la tapa. El producto debe verse limpio y no hacer burbujas.

– Verifique el sello.

– Rasgue la etiqueta cuando consuma el producto.

– Cerciórese que el volumen del producto sea igual a la referencia. 

– No arriesgue su salud, no abuse de las bebidas embriagantes.

-no consuma licor casero, recuerde que lo barato sale caro.

-La mayor cantidad del licor adulterado proviene de alambiques artesanales y de la destilación de licor de contrabando con alcoholes industriales

 

 

Aprovechando estas épocas de festividad, los contrabandistas de carne ponen en el mercado producto en mal estado, por ejemplo,  trayéndola desde. Esto sin mencionar que el manejo que dan los tenderos a la carne puede no ser el ideal.

Para citar casos, los productos cárnicos que terminan comercializados en Norte de Santander, Valle, Antioquia y Cundinamarca, son ‘maquillados’ con peligrosos químicos.

 

Por eso, las autoridades pidieron estar atentos a los síntomas relacionados con la ingesta de carne en mal estado: manchas rojizas, dolor estomacal, fiebre y escalofríos, son algunas de las consecuencias.

 

El director del Invima, Javier Humberto Guzmán, hizo recomendaciones para cuando se vaya a comprar carne:

-Los consumidores deben revisar las condiciones higiénicas de donde se vende.

-Verificar los certificados expedidos por la secretaria de salud sobre las normas higiénico-sanitarias.

-Consuma carne refrigerada.

-Compre en expendios certificados por la Secretaría del Salud.

-Mantenga la cadena de frío. No deje la carne en el carro

 

 

El Invima reiteró su llamado a los colombianos para que en estas épocas de Navidad y principios de año se guarden medidas de alerta y de higiene en el consumo de carnes y licores y no se convierta tal disfrute en una pesadilla para las personas.

 

 

El director del programa anticontrabando de la Federación Nacional de Departamentos, Diego Caicedo, señaló que los departamentos dejan de recibir al año más de 1.5 billones de pesos por el contrabando de cigarrillos y licores.

 

El 24 % del alcohol que consumen los colombianos es ilegal, “del total de alcohol que consumen los colombianos , especialmente el wisky el 64% es ilegal”.

La Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) ha incautado en lo corrido del año cerca de 36 mil millones de pesos por concepto de contrabando de licores y cigarrillos.

 

Colombia tiene el porcentaje más alto de mercado de alcohol ilegal en países de América Latina, con el 24,8%, seguido por Ecuador con el 24,5%. La adulteración y el contrabando son los principales problemas de la industria.