Joven llanero obtuvo uno de los mejores puntajes del Icfes y UNAL

A pesar de su edad, tiene claro que ser un estudiante destacado también implica ser un compañero comprometido con el bienestar de los demás.

Por Lina Sarmiento.

Como respuesta a que los esfuerzos traen sus frutos, un joven de 17 años demostró que es posible soñar en grande.  Carlos Samuel Criollo Olivares, estudiante de la Institución Educativa Manuela Beltrán en Yopal, Casanare, alcanzó un puntaje de 412 en la Prueba Saber 11 del Icfes.

Por si fuera poco, al presentar el examen de admisión a la Universidad Nacional de Colombia, obtuvo un puntaje de 709 puntos, siendo admitido en la facultad de Ingeniería Física. Quedando entre los mejores 890 de 40.000 aspirantes a nivel nacional y entre los mejores 100 de 6.000 postulantes en la sede de Medellín.

“Yo no le tenía mucha fe, ese examen estaba muy complicado ya que no tenía nada que ver con el del Icfes Saber 11, pero cuando vi los resultados me sentí muy feliz”, confesó Samuel.

El joven entusiasta decidió inclinar sus aspiraciones académicas hacia carreras tan complicadas porque desde niño sintió una fuerte pasión por la matemática y la ciencia, “Siempre me ha gustado la química y todo lo que tiene que ver con la ciencia, ahora ese gusto ha transmutado y hoy me inclino más hacia la física pura”, manifestó.

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El gran intelecto de Samuel no ha sido azar del destino, ya que ha tenido que esforzarse día tras día estudiando para poder no solamente obtener excelencia académica sino para empezar a valerse por sí mismo, “Yo daba clases a mis compañeros por una necesidad que tenía de generar ingresos, y con el tiempo me di cuenta de que, al enseñarle a los demás yo mismo comprendía mejor los temas”.

Con esto, el estudiante casanareño no solo demuestra su recursividad sino su gran capacidad para servirle a los otros, ya que como parte de su proyecto de grado del técnico del Sena tuvo la idea de dejar clases de nivelación a otros compañeros que tenían dificultad comprendiendo ciertos temas, gracias a esto todos los alumnos beneficiados por estas clases pudieron aprobar el año escolar.

Ya próximo a graduarse, Samuel reconoce que sus logros académicos y el reconocimiento que ha obtenido han sido fruto del apoyo de las personas que más ama: “soy la construcción de todas las experiencias humanas a lo largo de mi vida, por lo que tengo que agradecerles a todas las personas que me he encontrado en el camino, porque cada una ha aportado en lo que soy actualmente”, recalcó.

Los sueños del joven trascienden fronteras, ya que busca pulir sus conocimientos en alguna institución educativa de alta calidad, que pueda permitirle acceder a un gran futuro profesional.

“Me gustaría poder estudiar en alguna universidad prestigiosa a nivel nacional, aunque mi sueño es poder llegar al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por las iniciales de su nombre en inglés, Massachusetts Institute of Technology), sin embargo, si no es posible yo soy muy feliz con los logros que he alcanzado hasta el momento”.

Como reflexión, Samuel enfatiza en la importancia del rol que cumplen los educadores y los padres de familia en la educación de los estudiantes, “Tanto los padres como los docentes juegan un papel muy importante en dos aspectos que más influyen en nosotros los jóvenes, los cuales son la motivación y una educación orientada a las cualidades de las personas”

“Mi mensaje para los padres es que no crean que un puntaje o reconocimiento académico define a sus hijos, porque ellos no se definen por el resultado de un examen de estado. Y mi mensaje para los jóvenes es que reconozcan sus esfuerzos y que entiendan que, ante cualquier reconocimiento intelectual, lo que realmente prevalece es la calidad humana”, puntualizó el destacado estudiante.