Avanza prohibición de terapias de conversión

- Publicado en Jun 08, 2024
- Sección Villavicencio, Lo Mas Reciente
El proyecto de ley que busca prohibir estas prácticas, ha sido aprobado en segundo debate, generando un intenso debate entre activistas y religiosos.
Por Luissa Fernanda Pérez
Juan del Toro reside en la ciudad de Villavicencio y es líder social del colectivo de Orientación Sexual e Identidad de Género (OSIGD). Fue sometido a estas terapias por su familia y diferentes iglesias de la ciudad cuando apenas tenía 13 años de edad.
“Mi familia es católica, muy religiosa. A medida que iba creciendo, esas enseñanzas iban muy en contra de lo que yo estaba construyendo hereditariamente hablando. El primer caso en el que sufrí esa violencia fue por medio de una iglesia católica, en donde había unos grupos juveniles que impartían estas cátedras para violentar esa identidad que tenían las personas que asistían a estos grupos”, dice el líder.
Explicó que después su experiencia fue con una iglesia cristiana de Villavicencio: “En esta, ellos impartían unas reglas de comportamiento humano donde calificaban a las personas LGBT como que no eran seres humanos. Constantemente hacían reuniones de liberación de esos ‘demonios’. Fue el primer espacio en donde ya pasó del discurso a una acción. Imponer las manos, no tener conexión con redes sociales, dejar amistades… Era violento ese ejercicio y eso empezó a afectar enormemente mi relacionamiento con las personas”.
El resultado de esto fue depresión y ansiedad. “Intenté atentar contra mi vida, me cortaba los brazos, las piernas y el torso, y tuve trastornos alimenticios. Llegó un punto donde llegué a rechazarme”, indicó el joven.
Hace poco se aprobó en segundo debate el proyecto de Ley No. 270 de 2024 Senado -272 De 2022 Cámara “Por medio del cual se prohíbe la práctica de los esfuerzos de corrección y/o represión de orientación sexual e identidad y expresión de genero (Ecosieg). Según los representantes que lo apoyan activamente, estas prácticas son consideradas “inherentemente discriminatorias, crueles, inhumanas y degradantes y, según el grado de dolor físico o mental infligido a la víctima, pueden equivaler a formas de tortura”, según expertos de la ONU.
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Como todo, hay quienes están a favor y en contra de la iniciativa, como Jonathan Silva, activista político y cristiano, quien asegura que este proyecto impone la transexualidad de los niños. “En la exposición de motivos, hablan de la sentencia de tutela 218, donde claramente se habla de cirugías para menores de edad. Quiero mencionar que una congresista dijo que esto no habla de mutilaciones, pero sí dice que no existe Ecosieg en el caso de las personas en el caso de las intervenciones médicas o tratamientos hormonales. Es una imposición”, explica el activista.
Carolina Espitia, activista, líder del movimiento Unión Familia y militante del Partido Conservador, dice que “cuando ves la realidad, tú te das cuenta de que esto es inaudito, y ves que se juega con las palabras. Porque en el fondo hay discriminación, se está vulnerando la libertad, se les está quitando la patria potestad a los padres”.
En la historia han existido prácticas que se han usado buscando corregir la orientación sexual no heterosexual de las personas, especialmente por grupos religiosos. Naciones Unidas, a finales de los 90, a través del experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, llamó la atención sobre elementos importantes, entre ellos que la homosexualidad no es un tema enfermizo y por lo tanto no tendría curación. Otro punto es que estas prácticas se configuran en el delito de tortura ya que los medios que se usan atentan contra la integridad física de las personas.
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativa, explicó a Periódico del Meta que este proyecto solo busca prohibir que un profesional psicosocial o líder religioso someta a una persona contra su voluntad a una terapia de conversión.
“No se trata de una campaña de divulgación, ni se trata de homosexualizar a los niños y las niñas porque la diversidad sexual no es un asunto que se propague, como lo han dicho algunos enemigos. Tampoco va en contra de la familia porque, si bien entendemos que los menores de edad están bajo la tutela de sus padres o adultos responsables, no pueden tomar una decisión que ponga en riesgo el bienestar de los menores”, indica el director.
Hasta el momento, el proyecto fue aprobado en segundo debate por la Cámara de Representantes. Sin embargo, al ser una reforma estatutaria, también debe ser discutido y aprobado en el Senado, a la espera de que la Comisión Primera lo ponga en el orden del día.
