Con 133 cardenales, inició cónclave en el Vaticano para elegir sucesor del Papa Francisco

Las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron hoy martes 7 de mayo, marcando el inicio del cónclave que elegirá al próximo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica tras el fallecimiento del Papa Francisco.

Un total de 133 cardenales menores de 80 años, provenientes de diversos rincones del mundo, se encuentran reunidos en secreto para llevar a cabo esta trascendental tarea.

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Entre los electores, destaca la presencia del cardenal colombiano Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, quien será la única voz de este país en este histórico proceso.

Momentos antes de ingresar a la reunión a puerta cerrada, el cardenal Rueda Aparicio compartió una reflexión sobre la naturaleza humana de los cardenales: “Es compartir lo que hay en el corazón de cada ser humano. Los cardenales somos hombres de carne y hueso, no somos otra cosa, somos sacerdotes, hemos sido párrocos, nos hemos equivocado, hemos acertado, pero no somos superhombres, somos simplemente hombres de carne y hueso, seguidores de Cristo”.

La jornada comenzó con una solemne procesión desde la Capilla Paulina hacia la majestuosa Capilla Sixtina, lugar donde se llevarán a cabo las votaciones.

Encabezados por la cruz y dos cirios, y seguidos por Monseñor Diego Giovanni Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, los cardenales entonaron la “Letanía de los Santos”, una plegaria que invoca la intercesión de más de cien santos católicos en este crucial momento para la Iglesia.

Un factor clave que podría influir en la elección del nuevo líder de la Iglesia es la composición del Colegio Cardenalicio. Se estima que cuatro de cada cinco de los cardenales con derecho a voto fueron elevados a esta dignidad por el propio Papa Francisco.

Esta circunstancia podría generar un sentimiento de agradecimiento e influir en sus decisiones al momento de elegir a su sucesor, inclinándose por un perfil que continúe el legado del pontífice argentino.

El mundo observa con atención el desarrollo de este cónclave, un evento cargado de tradición y significado para los más de mil millones de católicos en todo el planeta.

La fumata que emane de la chimenea de la Capilla Sixtina será la señal que anuncie si los cardenales han llegado a un consenso para elegir al nuevo Vicario de Cristo en la Tierra.