Del libro a la realidad, hay turismo en La Vorágine

Por medio de una ruta llena de paisajes llaneros, la obra de José Eustasio Rivera se convierte en un producto turístico que exalta la belleza de los Llanos Orientales.

Tras un centenario de haber conocido su historia, aquella que evoca a la aventura, el dolor, y los misterios de la profunda manigua, Arturo Cova y Alicia regresan a los Llanos. Esta vez, para recorrer la urbe y llevar a las personas que viven en medio de la modernidad, a sumergirse en la ruta del Territorio La Vorágine.

Aunque la obra de José Eustasio Rivera enmarca una época de esclavitud y violencia, desde el Macroclúster Turístico Oriente decidieron exaltar los paisajes llaneros y la riqueza cultural que también inspiraron al autor.

De esta manera, crean ‘Territorio La Vorágine’, un producto turístico que mediante recorridos busca promocionar, posicionar y comercializar diferentes puntos de la región, aprovechando la innovación del turismo literario.

El plan incluye a Orocué (Casanare), y siete municipios del Meta: Villavicencio, Restrepo, Cumaral, Barranca de Upía, Cabuyaro, Puerto López, y Puerto Gaitán.  Sin embargo, se divide en siete paquetes con diferentes rutas y actividades.

Ángela Becerra, directora del Macroclúster, explicó que comercios grandes, medianos y pequeños se integraron a este proyecto; incluyendo hoteles, restaurantes, parques, transportes y museos. En cada uno de ellos se realizarán dinámicas que de manera cronológica representarán cada etapa de La Vorágine.

“Logramos 20 empresas que están ubicadas en estos municipios. Buscamos que cada prestador tenga una apuesta de valor de acuerdo con su misión comercial. Por ejemplo, a los alojamientos dependiendo de su ubicación se le escoge un fragmento de la novela ¿por qué? Para que el visitante o turista haga una inmersión real sobre la obra, el recorrido del autor y sus personajes”, indicó Becerra.

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La ruta más extensa es ‘Amanecer Llanero’. Con una duración de 5 días y 4 noches, los turistas iniciarán el viaje con un recorrido por el centro histórico de Villavicencio, conociendo los lugares que guardan la memoria de Rivera y su obra. Almorzarán atendidos por El Pipa, personaje de la novela, y conocerán como fue su juventud y sus penurias en el Hato de San Emigdio.

Al otro día, emprenderán su viaje e irán a puntos como el parque Merecure y el centro vacacional Yurimena que representan la Fundación la Maporita, para ser atendidos por Sebastiana y la niña Griselda. Desde allí, aprenderán a patronear, robar látex, pescarán y avistarán aves.

Una actividad clave de este viaje es la visita a una producción de caucho ubicada a 15 minutos de Puerto Gaitán.

“El productor de caucho nos dice que quiere involucrarse porque conoce la historia, la ha estudiado, y quiere que la gente conozca la historia de la esclavitud, pero también la que nos enseña actos de resiliencia. El caucho se estira, y así como se estira también se encoge, eso hace que reflejemos en estos turistas como hacemos un acto de perdón; estos son a través de siembra de árboles, la escritura sobre lo que sentimos, lo que queremos perdonar”, añadió la directora.

Asimismo, se conocerán los antecedentes históricos que dieron origen a la fiebre del caucho en la región.

Recibidos por Zoraida Ayram la ruta continúa viajando por el río Manacacías para embarcarse con destino a Orocue. Al llegar al puerto, los visitantes serán recibidos por los personajes insignias que habitaban en el municipio hacia 1918; los llevarán hasta la casucha de Griselda y Sebastiana para ofrecerles los amasijos de torrejas con café, que será su tributo de bienvenida.

Después de visitar puntos emblemáticos del municipio, conocer comunidades indígenas y aprender de sus tradiciones, finalizarán el recorrido en la Casa Museo: La Vorágine, observando los vestigios de una obra que después de 100 años, sigue cruzando fronteras y manteniendo viva la llama de lo que marcó la explotación en las caucheras y la vida de aquel hombre al que la selva lo abrazó y se lo tragó.