Disminuyó número de venezolanos atendidos

La Cruz Roja Meta reportó en su Balance Humanitario 2023 que disminuyó casi 50% la atención de migrantes venezolanos en su Centro de Atención al Migrante (CAM).

La normalización entre los gobiernos de Colombia y Venezuela, la atención no gubernamental, el retorno y la migración a terceros países, algunos por el tapón Darién, pueden ser las razones para la disminución de la población migrante registrada por la Cruz Roja seccional Meta.

Por Alejandro Monasterio / Especial Periódico del Meta

Según la Cancillería, Colombia ha recibido 2.8 millones de migrantes de Venezuela, debido a la crisis económica, política y de seguridad en el país vecino. De ellos, hasta febrero pasado, había cerca de 24.209 en el departamento del Meta.

Sin embargo, ese flujo de personas provenientes del país vecino, pudieran estar disminuyendo, de acuerdo a algunas cifras.

Eduardo Rozo Briceño, presidente de la Cruz Roja seccional Meta, durante la entrega del Balance Humanitario del 2023, destacó la caída en casi un cincuenta por ciento de la población venezolana que se ha acercado al Centro de Atención al Migrante, del barrio Nuevo Ricaurte en Villavicencio, en comparación con el 2023, con unos 2.887 beneficiarios.

Este centro, que opera gracias a la Cruz Roja seccional Meta y el apoyo de Acnur, fue inaugurado en agosto de 2019 y allí se proporciona orientación, servicios médicos, vacunación y ayuda humanitaria.

Según cifras consolidadas de Migración Colombia, la Oficina Asesora de Planeación y el Grupo de Estudios Migratorios y Estadísticos, desde finales del año 2022, el número oficial en el país se ha estancado. Villavicencio, es el municipio del Meta con más de 24.526 registros; Acacías, con 3.117; seguidos por Puerto Gaitán, con 2.298; Granada, con 1.981; Puerto López, con 1.038, con corte de agosto del 2023.

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Rozo Briceño atribuye esta caída a la regularización de las relaciones diplomáticas entre los dos estados, y el retorno de la población venezolana a su país.

En cambio, Alexandra de Rivas, representante de Llanovencol, Asociación de Venezolanos Residentes en los Llanos Colombianos, señaló que el flujo migratorio hacia Villavicencio ha variado con el tiempo. Inicialmente, “migrantes altamente calificados llegaron tras el despido masivo en PDVSA (la estatal petrolera del país bolivariano), por el año 2002, seguidos por empresarios y profesionales que buscaban estabilidad económica”.

“Los jóvenes que necesitan ayudar a sus familias empezaron a salir de su país y en el paso del tiempo no encontraron qué hacer dentro de su formación, por lo que migraron a las grandes ciudades de Colombia, y otros salieron del país”, anotó a Periódico del Meta.

Con la evolución de la migración, Alexandra de Rivas comentó que algunos con recursos propios se han ido a Ecuador, Perú y España: “apenas unos pocos hasta ahora los han llamado para poder emigrar a un tercer país seguro dentro del programa “Movilidad Segura”, que generalmente los traslada a Estados Unidos, pero hay quienes migran por el tapón del Darién, donde conocemos historias horrendas de gente que partió desde Villavicencio”.

La activista por los derechos de los venezolanos, cree que la disminución de atención en el CAM puede deberse a que los migrantes no tienen dinero para el transporte hacia el Nuevo Ricaurte. “El venezolano normalmente no tiene plata para movilizarse y el CAM queda ciertamente apartado”.

“El migrante tiene no solamente jornadas de las administraciones en asocio con Llanovencol, adicional ofrecemos atención virtual, por lo que el venezolano que tiene un problema de salud y que no lo atienden porque tiene el Permiso de Protección Temporal (PPT) pero no se ha afiliado a la EPS y que no se le haya entregado la encuesta del Sisben, se acerca a la asociación y son remitidos a través de un acuerdo que tenemos con la Universidad Cooperativa de Colombia, donde el abogado atiende los casos sin que el venezolano tenga que dirigirse a ninguna parte ni gastar plata. Quizás eso incide en que el CAM no tenga tanta atención ahora”.

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Aseguró que la normalización de las relaciones internacionales no ha ayudado al venezolano en Colombia: “no se pueden tramitar los documentos que requiere a través del consulado, los funcionarios están en operación tortuga, la gente no tiene la posibilidad de acceder los servicios consulares por lo que nada beneficia la población”.

“Regresan con la ilusión de que ya cambió la situación económica, y sí, cambió, pero todo está dolarizado, y de dónde van a sacar los dolores ya que no hay trabajo por lo que terminan de vuelta hacia Colombia”, puntualizó de Rivas.

En la base de datos de Llanovencol “estamos llegando a los 40.000, un 70% de estos son de los llanos venezolanos, venían con claridad absoluta de vivir en el llano colombiano porque es la misma tierra, somos la misma gente y es un clima caliente, y lo más parecido a sus raíces”.

Otra visión tiene Julio Bedoya, profesional de la secretaría de Gestión Social y Participación Ciudadana de la Alcaldía, encargado de la Mesa Migratoria, quien dice que las organizaciones de migrantes son celosas con la información de sus bases de datos, lo que ha producido cierta desconexión cuando la administración va a prestar los servicios y ayudas a la comunidad.

Edna Patricia Silva, personera auxiliar de la Personería de Villavicencio, aseguró que la entidad ha implementado una estrategia en etapas para atender a la población migrante venezolana: inicialmente, entre 2021 y 2022, se centraron en garantizar el acceso a servicios de salud para aquellos no regularizados, interviniendo legalmente para asegurar tratamientos médicos para enfermedades costosas y catastróficas; orientaron a los migrantes en los trámites necesarios y facilitaron la inclusión de niños en el sistema educativo mediante acciones legales.

Actualmente, la Personería asiste en la solicitud de refugio, ayudando a elaborar y presentar las solicitudes, con el respaldo de la Acnur.