viernes, 26 de abril de 2024
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Dos visiones del joropo, pero una sola pasión


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Redacción PDM

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Por Rosario Moreno /Especial Periódico del Meta

La tarde del sábado 13 de agosto fue una demostración soberbia de lo que es la pasión por el joropo: ese día, bajo un intenso aguacero, se quedaron a bailar mientras, empapados, intentaban mantener la armonía.

Si es tradicional o moderno, no importaba, lo que realmente trascendía era rendir un homenaje, bajo la lluvia, a los precursores de su majestad el joropo.

En Colombia, el origen del joropo llanero se remonta a los galerones, aquellas fiestas donde se bailaba el vals, por lo que a uno de los primeros pasos se le denominó balseo.

Este baile ha tenido cambios significativos en su ejecución y vestuario, y desde hace varios años se ha venido planteando la pugna de quienes comparten estos cambios a la modernidad y otros que creen que se debe conservar la esencia del joropo tradicional.

“El joropo inicialmente era un baile, no una danza, no tenía ni un principio ni un fin o una coreografía definida y llego a Colombia en 1920 a los Llanos Orientales colombianos en los departamentos de Casanare y Arauca. Se inició como una especie de baile para desaburrirnos en la sabana, un fandango, un relajo pero bien organizado, pero no tenía una secuencia de baile como tal, no estábamos haciendo lo que estamos haciendo hoy en día”, explica Diego Fernando Rojas, director de la Academia Danzat.

La vestimenta del joropo tradicional era sencilla, no suntuosa. La mujer llevaba una falda de flores, más abajo de las rodillas, una blusa blanca con arandelas, un tocado en el cabello, el que generalmente era una flor natural, pocos accesorios y un maquillaje suave; mientras que el hombre, un pantalón remangado, una camisa de manga larga remangada, un sombrero de pelo e guama y unas cotizas en cuero o tejidas.

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Torneo Internacional del Joropo

Rojas agrega que, “hoy en día nadie hace joropo tradicional, esa identidad se perdió hace rato, lo que estamos haciendo es unos montajes basados en lo que yo aprendí, en lo que yo me copié, le estamos metiendo unas figuras de zapateo que no tiene el tradicional, en este baile no se zapateaba, era puro balseado, el zapateo era muy sutil, porque donde se bailaba no tenía piso sino era tierra. Este baile ha sido totalmente creado en los Llanos colombianos”.

A partir de 1960 se comenzó a darle un orden al baile, pero fue en 1976 cuando se empezó a implementar la coreografía al joropo. El responsable fue el folclorista vallecaucano Jesús ‘Chucho’ Pedroza, traído por Elías Pardo, Director de Extensión Cultural de la Gobernación, para llevarlo a las instituciones educativas del Meta, y darle un giro a la danza y música llanera.

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Joropo

“Chucho Pedroza fue mi maestro de baile en la Escuela Antonio Villavicencio (hoy German Arciniegas)   y con su llegada comenzó a darle coreografías al galerón llanero y al joropo, estas fueron las primeras coreografías que se conocieron de este baile”, indicó Diego Fernando Rojas.

Por el contrario, el joropo moderno llegó al Meta a través de Arauca en el año 2000. Fueron los araucanos los que empezaron con ese estudio de transformación para pasar del baile sabanero a las escuelas araucanas e introducir esos nuevos pasos.

La primera  escuela en ponerlos en práctica fue la Corporación Corculla, ya que esta tenía instructores araucanos y comenzaron a hacer lo propio con sus aportes. Este estilo fue del agrado de la nueva generación de bailadores de joropo.

Para Luz América Rey Sierra, gestora cultural, artista y directora de la Corporación Corculla y La Casa del Joropo, homenajeada en la versión 54 del Torneo Internacional del Joropo, el joropo tradicional tiene dos corrientes: “el joropo tradicional puro que bailan nuestros abuelos llano adentro, que es de manera espontánea y sin ningún tipo de técnica, es el sentir de ellos respecto a una música;  y el otro es el joropo tradicional que es emulado en nuestras academias, es un joropo que bailamos nosotros con unos atuendos, con una forma y con unos estilos que emulan este baile tradicional que se hace sabana adentro”.

En cambio, el joropo moderno o espectáculo tiene una inyección de recursos dancísticos y técnicos mucho más avanzado, es muy técnico es muy de escuela, los grandes precursores y exponente de esta danza son las escuelas o academias folclóricas.

En el vestuario de este baile está permitido el uso de brillantes, el vestido de la mujer se usa arriba de la rodilla, por ser un baile que tiene muchos y giros las mujeres deben usar cortos con colores que contrasten con el vestido, la cotiza puede ser con lentejuelas, brillante o sintético.

Antes en los vestidos de la mujer se usaban arandelas muy pronunciadas. El traje del hombre es un elegante liqui liqui, con sombrero de pelo e guama y cotizas en cuero y con hebillas.

“A raíz de esto en el 2009 nosotros como Corculla propusimos un gran cambio para el traje del joropo moderno de la mujer y con y la señora Alicia del Toro  hicimos un vestuario donde cerramos el cuello tipo militar, le pusimos manga y le hicimos una gran apertura en la espalda y con esto se creó un nuevo estilo en el traje de la mujer en el joropo moderno y desde allí casi todas las escuelas eliminaron los de arandelas arriba, estos solo se usan para las reinas”, expreso América Rey.

Con respecto al baile, Corculla comenzó a estudiar el movimiento de las mujeres en el joropo, consideraron que era demasiado brusco. Empezó a traer maestros de ballet para estilizarlo y para los hombres terminaron complementando la formación con maestros de percusión, que le permitiera al bailador estar en constante creación de sus repiques y de su zapateo.

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El Instituto de Cultura busca visibilizar la danza, en particular el joropo como elemento de unión.

Otro de los cambios que propuso Corculla al baile del joropo moderno fue el del movimiento de las cabezas. En 2003, en Arauca, realizaron cuatro movimientos en la coreografía de cabeza, teniendo una gran aceptación por parte del público, aunque inicialmente no fue bien vista por los defensores del joropo, luego fueron emuladas por otras escuelas.

Hace tres años el gobierno departamental decidió que las dos corrientes de joropo deberían estar nuevamente compitiendo en el principal evento del Torneo Internacional del Joropo, el Joropodromo, la primera para sostener la raíz, la tradición y la segunda la vanguardia, la que avanza y la que ha abierto puertas en muchos escenarios en el exterior.

Tanto para América Rey (Corculla) como para Diego Fernando Rojas (Danzat), se deben mantener las dos modalidades   del baile del joropo, pero bien marcadas cada una.

A los jóvenes bailadores de joropo les gusta mucho más el baile moderno que el tradicional, ya que consideran que este tiene más movimiento y es más vistoso en su vestuario.

“A me gusta más el joropo moderno porque este es más explosivo, porque uno tiene que levantar más los pies y exagera los movimiento con la cabeza, además el vestuario es más bonito, el brillante, lo pomposo, la carioca  y el tocado, el tradicional es más suave y es de gozarlo más”, expreso Eliana Carolina Rincón Sandoval, bailadora profesional en Corculla, y profesora de los párvulos de esta academia.

Eliana Carolina inició en joropo desde los 6 años, lleva 13 en Corculla y ha participado en los diferentes eventos de joropo donde ha estado presente esta escuela.

Danzat este año participó en la modalidad  de Joropo Tradicional y Espectáculo y ganó dos premios, con 29 años de fundación es una de las academias ganadora en varias ocasiones en el Joropodromo, logrando quedar en los primeros lugares.

También ha representado al país bailando joropo en el exterior y ganándose la Castaña de Oro en Italia en la Copa Mundial del folclor, primera vez que el país logra este importante premio, también han bailado en Francia, Cuba, Venezuela, Ecuador, Chile, México, Estados Unidos y Brasil.

Corculla con sus bailarines en las diferentes categorías y en las dos modalidades  ha ganado varias veces el joropodromo y en otras ocasiones ha quedado en los puestos de vanguardia. Ha participado en los 21 joropodromo.

América Rey Sierra ha llevado el joropo lejos nacional e internacionalmente a través de su academia Corculla y de Vive Zaperoco, el  musical del Llano.

Más allá de que le guste  el joropo tradicional o moderno, lo cierto es que este baile o danza se ha venido abriendo paso en la música colombiana y ha abierto muchas fronteras.


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