El arte se tomó el Parque Cerro de Colores, un referente del turismo local

Durante más de un año el Parque Cerro de Colores ha sido un ejemplo de transformación y reconciliación. A través del proyecto “Colinas Transformando Vidas”, 15 jóvenes en proceso de resocialización han logrado que escenarios de violencia se conviertan hoy por hoy en referentes del turismo local.

Después de haber delinquido en las calles de Villavicencio, perpetuar situaciones de violencia entre combos de pandillas, guerras por el territorio, y además estar sumergidos en el consumo de sustancias alucinógenas, estos jóvenes le apuestan actualmente al turismo como una forma de transformar sus vidas y la de una ciudad, siendo conscientes de que la mayor grandeza es reconocer errores y generar cambios.

La comuna 2 de Villavicencio, que enlaza barrios como Colinas, San José, La Salle, La Isla y Libertadores, considerados por muchos años como inseguros, hoy son espacios que resaltan el potencial turístico de la capital del Meta.

Ahora el recorrido urbano y rural que propios y turistas pueden disfrutar por más de dos horas en este sector de la ciudad, estará adornado por murales que reflejan su historia e identidad.

“La comunidad se empezó a apropiar del barrio y de sus murales. Entre ellos empezaron a recolectar dinero para juntar los materiales y poder arreglar el barrio. No son solo unos murales, es el trabajo colectivo que hay detrás y la apropiación de los mismos por sus barrios y en especial por el proyecto Parque Cerro de Colores”, manifestó Julio Rueda, líder del proyecto.

Esta nueva propuesta artística reúne seis murales que ahora fortalecerán la identidad del proyecto, además de contar y representar muchas de las historias que marcaron aquella época violenta y cómo se ha venido erradicando la estigmatización que se tiene sobre estos lugares.

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El arte ha sido la mejor herramienta para quienes integran este proceso de resocialización; una manifestación que les ha permitido seguir contando historias.

“Desde el arte hemos generado apropiación del territorio por parte de las personas que habitamos en este sector, los vecinos ya reconocen el cambio que hemos logrado a través de este proyecto. Gracias a estos murales, muchos habitantes han tenido la iniciativa de unirse y aportar de alguna u otra manera. Estamos trabajando de la mano con víctimas y victimarios, llegando al perdón y la reconciliación, con el mismo propósito de generar cambios”, sostuvo Camila Barón, habitante del barrio La Salle y maestra en artes plásticas.

En aras de contribuir a esta iniciativa, la Corporación Ambiental Cormacarena y en el marco del programa Biodiverciudades, apoyó la creación de estos murales.

“Nos estamos sumando a esta gran iniciativa que tienen los muchachos de toda esta zona del centro de Villavicencio; ellos están realizando recorridos en la zona urbana y en la parte alta-ambiental que hace referencia al Cerro Redentor y la Reserva Buena Vista. Hemos querido aportar en la creación de estos murales que acompañarán todo el recorrido urbano. Estamos apoyando toda la idea de colores que tienen y es el primer granito de arena que queremos dejar en este ejercicio”, dijo Andrés Felipe García, director de la Corporación Ambiental.

Este trabajo social allí desarrollado sin duda ha logrado cambiar la vida de personas que han decidido dejar las armas para llevar turistas a recorrer senderos ecológicos de su comuna.

“Creemos que el turismo puede cambiar vidas. El proyectó cambió mi forma de pensar, y a través de este trabajo hoy podemos ser ejemplo de que se puede salir adelante. Nos hemos beneficiado nosotros y también la comunidad en general, estamos aportando para visibilizar otra cara de la ciudad”, expresó Jeison Javier Castaño, líder y persona en proceso de resocialización.

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