El ‘no más ole’ puede ser no más ‘cacho en la manga’

Tras el impacto negativo para unos, como positivo otros, que tuvo la prohibición de las corridas de toros en Colombia, surgen incógnitas sobre cuál será el futuro de otros espectáculos y deportes que involucran el uso de animales en su desarrollo. Entre estos: el coleo.

Por Lina Herrera

En la década de los cincuenta, en Villavicencio, también se gritó ‘ooooolé’. Por ese entonces existía la Plaza San Isidro, no como escenario de verduras, camiones y bultos como lo conocemos, sino como plaza de toros. No se sabe con exactitud la causa de su desaparición con el tiempo, pero más tarde dio paso al coleo.

Aunque el proyecto de Ley aprobado especifica que la prohibición está dirigida únicamente a “las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas, encierros y suelta de vaquillas”; no hay que olvidar que en el pasado también se tuvo el propósito de darle fin al deporte más representativo de los Llanos Orientales.

Lo anterior sucedió en 2017, en uno te los intentos de darle fin a la ‘Fiesta Brava’. En ese entonces la Comisión Séptima de la Cámara no solo aprobó la eliminación de las corridas de toros, sino que extendió la prohibición a más actividades culturales con animales; incluyendo el coleo, peleas de gallos y corralejas. Esto, gracias a una propuesta del entonces representante por la Alianza Verde, Óscar Ospina, la cual no avanzó.

Adicionalmente, la exsenadora Maritza Martínez propuso establecer una reglamentación de algunos aspectos relativos al coleo, como su organización la prevención de la crueldad y el maltrato contra los animales. Igualmente, este proyecto fue archivado.

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Periódico del Meta, consultó a Alexandra Vásquez Ochoa representante a la Cámara, quien aclaró que aún no se contempla volver a poner sobre la plenaria este deporte llanero.

“Hasta el momento no se ha contemplado la opción o la posibilidad de que ingrese un nuevo proyecto para regular o prohibir este tipo de prácticas. Por el momento solo fue toros, creo que es el catorceavo proyecto que se lanza para prohibir esto. Así por ahora no hay una claridad si se puedan crear proyectos para prohibir peleas de gallos o el coleo”, indicó la congresista.

Por otro lado, en cuanto a la opinión de quienes defienden los derechos de los animales, Rodrigo Velázquez, médico veterinario y animalista de Villavicencio, manifestó que por su experiencia trabajando en eventos como el Mundial de la Mujer Vaquera, cree que si se debe prohibir el coleo.

“Mi función era verificar el estado de los equinos, que no se lesionaran o atenderlos en caso de que haya alguna lesión, si estaban aptos para la competencia. Pero los mismos organizadores no brindaban la importancia si yo quería atender a los bovinos, porque igual iban a ir a sacrificio. Entonces, por supuesto que si se debe prohibir. Hay un evidente maltrato animal al usarlos por diversión y espectáculo, así como consideraban a la tauromaquia, el coleo también viene siendo un espectáculo”, expuso el veterinario.

Asimismo, Rodríguez añadió que tanto a organizadores como espectadores de este deporte no les importa si los bovinos están asustados, lesionados o hidratados. Además, considera que la cultura llanera debe orientarse hacia otras actividades.

“Solo los miran como una herramienta para el espectáculo. Es terrible el maltrato para ese tipo de animales. La cultura llanera debería enfocarse en el trabajo de campo, ganadería, agricultura. Los productores de bovinos no manejan los animales de esa forma; no van cabalgando y sujetando a los bovinos de la cola, y haciéndolos caer porque saben que se pueden lesionar y sería una pérdida económica para ellos (…) el coleo no es cultura llanera porque no es una práctica de día a día, como el ordeño, movilizar los animales organizadamente, y atender a los animales para prevenir el estrés y enfermedades. En esta práctica no les importa el sufrimiento psicológico ni físico”.

En contraste está Cristian Castro, presidente de la Liga de Coleo del Meta, quien sostiene que esta actividad hace 20 años está acreditada como deporte, y es totalmente diferente a las expresiones como corridas de toro o peleas de gallo en donde permea el maltrato animal. Adicionalmente, resalta al coleo como una tradición que también ayuda a sostener económicamente a la región.

“Cuando ustedes puedan ir a un municipio de los Llanos Orientales y se den cuenta de que el coleo es una tradición, cultura, y algo que los niños quieren aprender; empezarán a entender que dinamiza una economía, mueve un pueblo, un municipio. Eso no va a pasar en Bogotá, Tunja, Sogamoso, Cartagena, lo desconocen”, afirma.

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Castro también menciona que se ha reunido con la senadora Andrea Padilla, quien es activista por el derecho de los animales. En estos encuentros le ha expuesto el origen e importancia de este deporte.

“No conocen el Llano. No han venido a una tradición cultural, no saben que es el coleo ni como nace. Nace de una necesidad. Es un tema de desconocimiento por parte de las personas que quieren atacar y decir ‘hay que acabar el coleo’. Con el toreo no estoy de acuerdo porque si ejecutaban a un animal, pero con el coleo es totalmente diferente”.

Finalmente, el presidente de la Liga enfatiza en que, en municipios como Castilla la Nueva, el coleo es una gran herramienta para fortalecer su economía; ya que aumenta el turismo, la ocupación hotelera y otros comercios. Además, asegura que el riesgo de maltrato animal se ha minimizado.

“Es una economía circundante. Las puertas de la Liga están abiertas para las personas que quieran conocer y entender que hemos minimizado totalmente el riesgo hacia el animal. A comparación de hace 20 años, hoy colean 100 personas y se parte uno o dos animales, no es la idea, pero es un deporte de algo riesgo. Además, estamos muy enfocados en la parte de protección animal. Es una responsabilidad grande que tenemos”.