El pulso continúa | Editorial

Habíamos anticipado que las elecciones del domingo pasado serían un pulso político regional, que podría extenderse al ámbito nacional y, efectivamente, podría ser la siguiente fase.

Además de los resultados para gobernación del Meta y alcaldía de Villavicencio en donde Rafaela Cortés y Alexander Baquero resultaron triunfadores, respectivamente, es claro que las votaciones también fueron un partidor con miras a las elecciones de Senado y Presidencia.

El pulso lo va ganando hasta ahora Juan Guillermo Zuluaga, cuyo grupo político logró ganar la carrera a la Gobernación del Meta, ratificando así un respaldo político importante, que podría llevar al actual mandatario al siguiente nivel. Esta semana varios medios hicieron eco de un rumor sobre la intención de Zuluaga para empezar a recorrer el país, con miras a lograr adeptos para una posible campaña a la presidencia.

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Es un rumor, pero es claro que desde el inició de su administración, Zuluaga manifestó el deseo de ser presidente de la República y ha jugado bien sus cartas para, por lo menos, llegar al inicio de esa maratón y ser precandidato; fue presidente de la Federación Nacional de Departamentos, ha dado golpes mediáticos y en los últimos meses es una figura de oposición visible contra el gobierno de Gustavo Petro.

No obstante, en el hipotético caso, tendría que negociar con los intereses de grupos políticos de Antioquia, la Costa Atlántica, Valle del Cauca y figuras nacionales como Germán Vargas Lleras, Claudia López y otros que también hacen fila para aspirar a la presidencia. Lo que sí auguramos es que una carta como aspirante al Senado sí tiene asegurada el ahora mandatario del Meta.

Con un poco menos de ventaja quedó el grupo que apoya a Felipe Harman, que, a pesar de haber perdido con Irina Salas la alcaldía de Villavicencio, tiene un as bajo la manga: Cormacarena.

La joya de la corona entre las entidades públicas, con un presupuesto cercano a los 100.000 millones de pesos y con 56 candidatos entre la baraja de aspirantes a ser director General, es un sabroso ‘dulce de consuelo’ entre quienes perdieron el domingo, pues significa seguir siendo parte del poder, ganando el control de la autoridad ambiental.

Allí, el grupo de harmanistas tiene al menos tres candidatos apoyados por  el Gobierno Nacional y otros votos regionales que han puesto a pensar a las fuerzas opositores sobre si serán capaces de tener los sufragios suficientes para que sus aspirantes ganen y Cormcarena cambie de manos.

Las elecciones territoriales fueron un péndulo que osciló a la derecha, pero eso no significa que eso sea definitivo.

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