Entre leyes y ‘madrazos’: la descentralización de salud que no avanza en Puerto Gaitán

Tras la reciente visita a Puerto Gaitán del ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, volvió a estar sobre el tapete la solicitud de descentralizar los servicios de salud de ese municipio, un proceso que, pese al interés local y departamental, parece estar atado a disposiciones de orden nacional.

Por Lina Herrera

Más que aclarar dudas o avanzar en proyectos, la reciente visita del ministro de Salud, Guillermo Jaramillo a Puerto Gaitán, quedó resumida en un ‘madrazo’, el cual, como en años anteriores, dejó en ‘veremos’ la repetitiva solicitud de descentralizar del departamento los servicios de salud del municipio.

El tema ha sido tan mencionado que incluso la gobernadora Rafaela Cortés manifestó su voluntad política para dejar que Puerto Gaitán maneje su salud. Sin embargo, la toma de esta decisión no está únicamente en el gobierno departamental.

Tal cual como lo expuso en la Asamblea el secretario de Salud del Meta, Jorge Ovidio Cruz, desconectar de la E.S.E departamental el hospital de Puerto Gaitán es una tarea que se basa en modificar la reglamentación nacional.

“El Ministro dijo que por culpa de la Gobernadora y los diputados no se descentralizaba, no es así. Puede haber voluntad política, pero si no hay fundamentos normativos, la descentralización no es posible”, explicó el funcionario, quien manifestó haberse asesorado jurídicamente para conocer la viabilidad del proyecto.

Según Cruz, todo radica en función del Ministerio de Salud, el cual deberá llevar al Congreso la propuesta de cambiar la Ley 715 de 2001.

“La Ley 100 es la que reorganiza la prestación de los servicios de salud, y la Ley 715 que indica que, si al 2001 no había hospitales certificados, los departamentos tenían que asumir y prestar los servicios de salud. Lo consulté con ocho abogados y todos manifestaron que sigue vigente. Si el alcalde quiere recibir, tiene que decirle al Ministro que reglamente”, añadió el secretario de Salud del Meta.

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Adicionalmente, Ovidio Cruz dijo que consultó a la Superintendencia de Salud para hablar de la descentralización, y esta respondió ‘pasándole la pelota’ al Ministerio de Salud.

Por su parte, Paul Rodríguez, docente de Economía de la Universidad del Rosario y conocedor en temas de salud, explicó que la descentralización está regulada por la Ley 489 de 1998.

“Primero debe haber una viabilidad técnica-financiera, mostrar que el municipio podría sostener el hospital más allá de la ayuda que venga del departamento. Esto pasa en las ciudades grandes cuando dicen ‘es que a través de la nación o departamento no hay suficiente plata, entonces yo como entidad puedo inyectarle más dinero, además de los giros usuales”, explicó el académico.

Sumado a lo anterior, también deberá poner sobre la mesa una evaluación de la capacidad del municipio, por ejemplo, para conocer si se puede sostener y ordenar la junta directiva. Asimismo, tener un diagnóstico de las necesidades de salud locales.

“Después habrá una concertación político-administrativo entre el Ministerio de Salud como ente rector del sistema, y el dueño actual y futuro dueño…”, resaltó Rodríguez, quien complementó: “¿cuál es la ventaja para el municipio? Qué gana una autonomía gerencial, la junta directiva la va a determinar el municipio, y eso le va a permitir contratar y generar ingresos locales. El dinero fluye directamente al hospital y municipio (…) Eso se hace si alguien cree que se puede tener una ventaja en la reorganización de la forma en la que funcionan sus hospitales”.

Cabe mencionar que, tras su visita a Puerto Gaitán, el Ministerio de Salud mencionó brevemente en un comunicado:

“El municipio de Puerto Gaitán ha manifestado su interés en avanzar hacia la descentralización del hospital local, que actualmente pertenece a la ESE Solución Salud, cuya sede principal se administra desde Villavicencio y tiene a su cargo varios municipios. Esta situación ha generado dificultades en la atención oportuna y adecuada de los habitantes del municipio”.

Con todo, más allá del ‘madrazo’ y las arengas del ministro al terminar su visita, la solución a la supuesta mala atención pasa primero por la burocracia bogotana que la villavicense.